Rohani: sanciones contra Zarif reflejan el "miedo" de EE.UU.
1 de agosto de 2019
El presidente de Irán, Hasan Rohani, dijo que la decisión "infantil" de EE.UU. de sancionar al jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Yavad Zarif, se debe a que la Casa Blanca teme "la lógica y las palabras" del ministro.
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Las sanciones estadounidenses contra el ministro iraní de Relaciones Exteriores Mohammad Javad Zarif muestran que Estados Unidos le tiene "miedo", declaró este jueves (01.08.2019) el presidente de Irán Hasan Rohani.
"Tienen miedo de las entrevistas de nuestro ministro de Relaciones Exteriores", dijo Rohani en un discurso difundido por la televisión, refiriéndose a una serie de entrevistas de Zarif con la prensa internacional en una reciente visita a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
"Es obvio y claro que en la Casa Blanca tienen miedo de la lógica y de las palabras de un diplomático como Zarif", dijo Rohani en un discurso desde la ciudad norteña de Tabriz. También aseveró que si EE. UU. quiere mantener conversaciones con Irán, su interlocutor debe ser el ministro de Exteriores, al que calificó de "poderoso académico".
Rohani: "Nuestros enemigos están desesperados"
El presidente iraní consideró contradictorio que EE. UU. declare que está preparado para dialogar con Irán y que se autodenomine defensor de la democracia y la libertad de expresión y, luego, sancione a Zarif y tenga miedo de las entrevistas que el ministro concedió recientemente a varios medios estadounidenses. "Esto muestra que nuestros enemigos están desesperados y que no tienen tiempo de pensar con sensatez", señaló.
Zarif: "Gracias por considerarme una amenaza tan grande"
Estados Unidos impuso el miércoles sanciones al ministro de Relaciones Exteriores de Irán, en momentos de agudización de las tensiones entre ambos países.
Estas sanciones implican un congelamiento de los activos que Zarif pueda tener en Estados Unidos o que esté controlado por entidades estadounidenses, anunció el gobierno, que también restringirá sus desplazamientos.
Además de intentar congelar sus activos, Washington también busca restringir su capacidad de viajar, aunque se espera que siga visitando la sede de la ONU en Nueva York con severas restricciones.
Zarif, en tanto, buscó minimizar el impacto de las sanciones, afirmando en Twitter que "no tendrán ningún efecto" ni en él ni en su familia. "No tengo propiedades ni intereses fuera de Irán. Gracias por considerarme una amenaza tan grande para vuestra agenda", señaló.
FEW (AFP, EFE)
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Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
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Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
Imagen: Getty Images/Afp/Gabriel Duval
El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
Imagen: akairan.com
Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
Imagen: akairan.com
Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
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Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.