Romy Schneider habría cumplido 82 años este 23 de septiembre. Nacida en Austria, la actriz es considerada una de las pocas divas del cine alemán. En vida, fue blanco habitual de la prensa sensacionalista. Muchos fotógrafos celebraban el aura que emanaba de ella, como en esta imagen tomada en 1961 por el alemán F.C.

Su primera aparición ante las cámaras tuvo lugar en 1953, con la cinta “Lilas Blancas”. Pero su gran debut fue en 1955, en el papel de la emperatriz austríaca “Sissi”. Las otras dos películas de la trilogía se convirtieron también en fenomenales éxitos de público, vistos por unos 25 millones de personas en todo el mundo.

El éxito comenzó a pesarle enseguida a Romy Schneider. Se sentía encasillada. Por eso filmó la comedia “Montpi”, de Helmut Käutner, en 1957 en París. Se trataba de un primer intento por escapar a la presión de las expectativas. En la foto: una pausa en el rodaje, con el actor Horst Buchholz.

En 1958 Romy Schneider se marchó a Francia, para grabar “Christine” junto a Alain Delon. Unidos como pareja, rodaron cintas legendarias como “La piscina” (1969), de Jaques Deray. En Alemania, siempre le reprocharon haber renunciado a filmar una cuarta parte de “Sissi” a cambio de una carrera cinematográfica francesa y de una vida parisina.

La actriz se convirtió muy pronto en un ícono del cine europeo. En los años 60, trabajó con importantísimos directores de la cinematografía mundial como Orson Welles, con quién rodó “El Proceso”, o Luchino Visconti, con quien filmaría “Boccaccio 70”. Entre 1976 y 1977 actuó en esta filmación de “Retrato de Grupo con señora”, una novela de Heinrich Böll.

Cuando el director de origen yugoslavo, Aleksandar Petrovic, comprometió a Romy Schneider para la filmación de la obra de Böll, muchos se esperanzaron con un retorno de la estrella al panorama cinematográfico alemán. Pero el estreno fracasó tanto en el festival de Cannes de 1977 como en las taquillas y ante los críticos.

Romy Schneider había vuelto a interpretar “Sissi” en 1972, en la cinta “Luis II de Baviera”, de Luchino Visconti. Esta vez, alejada del dulce éxito kitsch de sus primeras interpretaciones de la emperatriz, Romy Schneider se mostró como una actriz madura, consagrada, a la altura del poderoso drama histórico de Visconti. A su lado, en el rol del infeliz noble bávaro: Helmut Berger.

El director francés Claude Sautet se convirtió en un importante colaborador para Romy Schneider. Rodaron cinco películas juntos entre 1969 und 1978. Entre ellas, “Las cosas de la vida” (la foto muestra a Romy Schneider en una escena de amor con Michel Piccoli) y “César y Rosalía”.

En la segunda mitad de los años 70, Romy Schneider volvió una y otra vez a los titulares. Matrimonios y relaciones rotas, alcohol y pastillas comenzaron a jugar un papel cada vez más relevante en su vida. Sus películas tenían cada vez menos éxito. La prensa amarilla se lanzó sobre la sensible y vulnerable actriz.

Pese al drama privado y los fracasos cinematográficos, Romy Schneider sigue siendo considerada hasta hoy una de las pocas estrellas del cine alemán. Uno de sus proyectos más interesantes no llegó nunca a ver la luz: la cinta “El infierno” (en francés: “L’Enfer”), de Henri-Georges Clouzot, cuyo rodaje (en la foto) se interrumpió en 1964.

Claudia Cardinale se dio a conocer tras ganar un concurso de belleza. Es uno de los tres mitos del cine italiano junto con Sofia Loren y Gina Lollobrigida. Tuvo papeles muy importantes con directores de la talla de Luchino Visconti y Federico Fellini. Su roles en los filmes eran de mujer encantadora y peligrosa, como en la película de vaqueros "Érase una vez en el Oeste".

El público y la prensa adoraban a Gina Lollobrigida. Nació al este de Roma en 1927 y se convirtió en unas de las superestrellas del cine europeo en los años 50 y 60 del siglo XX. En los años 70, "Lollo", como se la conocía comúnmente, se alejó casi por completo del séptimo arte.

Sofía Loren, unos años más joven que Lollobrigida, se convirtió en su gran adversaria. La prensa rosa de la época las describía como enemigas. Su última participación cinematográfica fue en "La voz humana" en 2013, en un cortometraje dirigido por su hijo Edoardo Ponti.

De forma paralela al auge de las actrices italianas, en Francia también arrancó la carrera de las francesas. Con títulos como "Y Dios creó a la mujer" y "Armas de mujer", Francia presentó a una superestrella atractiva y sensual: Brigitte Bardot. En la década de los 70, Bardot se apartó totalmente del mundo cinematográfíco.

Una década más tarde, la compatriota Catherine Deneuve conquistó la gran pantalla. Deneuve interpretó a otro tipo de mujer que a las italianas "Lollo" o Loren. Al principio de su carrera, fueron féminas más tímidas y enigmáticas. Con los años y hasta la actualidad, demostró su verdadero talento ante las cámaras.

Entre los años 60 y los 70, Romy Schneider se convirtió en una gran estrella. Esta actriz, nacida en Viena, se hizo sobre todo famosa en Alemania por "Sissi". Luego trabajó en Francia, donde se convirtió en una de las actrices más carismáticas e impresionantes del cine europeo. En su vida privada no tuvo tanta suerte: murió trágicamente en 1982.

Una de las actrices más femeninas del cine europeo procede de España: Penélope Cruz. Nacida en 1974, se dio primero a conocer en filmes en su país y con rapidez trabajó en otros países europeos y en Hollywood. Sus roles más espectaculares han sido con uno de sus directores favoritos, Pedro Almodóvar, como en "Volver".

También las actrices de pequeños países han conquistado al público europeo, como lo hizo la griega Irene Papas, después de 1945. En su patria también fue admirada por su voz y por la película "Zorba, el griego". Después de este filme, Papas trabajó en varios países europeos y también en Hollywood.

Los cinéfilos occidentales ven sobre todo películas procedentes de Italia, Francia e Inglaterra. Sin embargo, no hay que olvidarse de la rica historia cinematográfica de la Europa oriental y sus actrices tras la Segunda Guerra Mundial, como Tatjana Samoilowa, una de las grandes estrellas del cine ruso, quien en 1957 interpretó el papel principal en "Cuando pasan las cigüeñas".

También en Polonia han nacido actrices excelentes, que han cosechado éxito internacional. Janda se dio a conocer en su país por sus colaboraciones en películas con su compatriota Andrzej Wajda. A partir de ahí, participó en coproducciones internacionales con estrellas como Lino Ventura (en la imagen). Janda también es cantante y escritora.