Presa en Brasil: ¿Quién es el responsable de la tragedia?
Nádia Pontes | Marina Costa
28 de enero de 2019
Las posibilidades de encontrar sobrevivientes en las masas de lodo disminuyen. Mientras tanto, la pregunta que está en el aire ahora es si se estaba trabajando en la presa de residuos en el momento del accidente.
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11,3 millones de metro cúbicos de agua y lodo se llevaron por el camino las vidas de, como mínimo, 34 personas. Más de 300 siguen desaparecidas. Las consecuencias para el medio ambiente son aún impredecibles. La gente de los alrededores del suceso en Brumadihno, en el estado de Minas Gerais, está indignada: "El problema con (la empresa) Vale en nuestra región es la explotación excesiva. No hay ningún tipo de control”, dice una de las personas que se acercaron a Casa Branca, cerca del lugar siniestrado, para protestar por lo sucedido. Exigen que Vale abanadone la zona.
Más300 desaparecidos en el lodo
Mientras unos protestan, los otros desconocen la suerte de sus seres queridos: hay más de 300 personas desaparecidas. "Poco antes de oír las primeras noticias sobre este siniestro, estuvimos en contacto. Desde entonces, no sé nada más de él”, explica un hombre que busca a su hermano, técnico de Vale y de servicio en el momento que sucedió la tragedia.
Una mujer espera noticias sobre su marido: ¡Estamos desamparados!, explica. Su esposo trabaja en una oficina junto a la cantina de la empresa, que quedó completamente destruida por las masas de lodo.
¿Qué hay tras las licencias?
Mientras continúan las labores de búsqueda y rescate, hay cada vez más gente que exige que se asuma la responsabilidad de lo sucedido. El debate gira en torno a una licencia, que la empresa Vale obtuvo a principios de diciembre de 2018. Esta permite que dicha compañía minera amplíe sus actividades mineras en Brumadinho.
Maria Teresa de Freitas Corujo es asesora de la Comisión de Minería del estado de Minas Gerais. Ella estuvo en contra de la concesión de dicho permiso: "Vale ejerció mucha presión en una sol sesión de la Comisión Minera para conseguir todas las licencias que necesitaba”, aclara Fretias Corujo.
Aparentemente, la compañía obtuvo luz verde para extraer ciertas sustancias como por ejemplo, hierro del estanque de residuos que colapsó. Se desconoce si en el momento del accidente se llevaron a cabo ciertas labores de extracción; la empresa Vale no ha respondido aún a DW al respecto.
Freitas Corujo cree que solo puede haber dos posibilidades, ya que ese día ni llovió ni hubo deslizamientos de tierra: "O (la empresa ) Vale mintió cuando aseguró que la presa era segura o se había comenzado con la extracción de las sustancias y se cometió entonces un error”.
En septiembre de 2018, la represa fue inspeccionada por la empresa de certificación alemana TÜV Süd. No se detectaron ni anomalías ni daños, confirmó un portavoz de la compañía alemana. TÜV Süd apoyará las investigaciones y proporcionará todos los documentos necesarios.
No es el primer accidente de este tipo
Hace tres años, Vale también acaparó la atención mediática debido a un desastre similar. En una mina de hierro en Mariana se rompió una presa. Entonces fallecieron 19 personas, y el río Doce fue contaminado a lo largo de 650 kilómetros.
Andrea Zhouri, investigadora en la Universidad Pública de Minas Gerais (UFMG), analiza el impacto medioambiental de las minas. Apenas un mes después del colapso de la represa en Mariana, el estado de Minas Gerais aprobó una ley que cambió todas las estructuras para la concesión de licencias con perspectivas medioambientales. Sin embargo, "la concesión de licencias fue aún más simple. Se decidió con rapidez, sin estudio previo de viabilidad u otras evidencias científicas, y sin haber debatido el tema", critica Zhouri.
Uno de los cambios en dicha ley fue la creación de la llamada Supervisión de Proyectos Prioritarios (Suppri). Para Klemens Laschefski, investigador alemán y profesor de la UFMG, el órgano fue creado con el único objetivo de presionar al Consejo Estatal de Política Ambiental de Minas para aprobar proyectos que el gobernador considera prioritarios. "Son generalmente las empresas que financiaron las campañas electorales las que están detrás de esos pedidos; las obras se aprueban a partir de los intereses de las mineras", opinó.
(rmr/er)
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La tragedia de Mariana, un año después (noviembre de 2016)
A un año de que se quebrara la pared de la presa Fundao, liberando un enorme alud de lodo sobre pueblos enteros, los damnificados siguen esperando indemnización. Fue el mayor desastre ecológico en la historia de Brasil.
Imagen: DW/N. Pontes
Huellas del peor desastre ecológico de Brasil
La represa Fundao fue utilizada desde 2009 por la empresa minera Samarco. Ésta seleccionó en 2005 el valle de Fundao para almacenar ahí residuos. Así se sustituiría a la presa Germano, que casi había alcanzado su máxima capacidad. Según el Ministerio Público, tras el colapso de la represa, el 5 de noviembre de 2015, se formó un alud de lodo más de 40 millones de metros cúbicos.
Imagen: DW/N. Pontes
Punto de rompimiento
El punto exacto donde colapsó la estructura que contenía los residuos almacenados en Fundao. Según la relatoría oficial de las causas del desastre, a las 14 horas del 5 de noviembre de 2015 se sintió un fuerte movimiento de tierra. A las 15:45, los llamados de alerta de los trabajadores fueron transmitidos por radio, informando del colapso. 19 personas murieron.
Imagen: DW/N. Pontes
La presa Nova Santarem
Obras de construcción de Nova Santarem, estructura destinada a reforzar la presa. Hasta antes del alud, en Nova Samtarem se almacenaba solo agua que era reutilizada en los trabajos de minería. Desde el colapso de Fundao, Nova Santarem está cubierta hasta el tope del lodo y residuos que inundaron y destruyeron la vegetación, los ríos y los pueblos de la zona.
Imagen: DW/N. Pontes
Antigua comunidad
El valle en el que se ubicaba el pueblo de Bento Rodrígues, a 35 kilómetros de Mariana. La localidad fue totalmente sepultada por el alud de residuos. Las 206 familias que ahí habitaban viven hoy en viviendas cuya renta es pagada por Samarco, en Mariana. Según los antiguos habitantes de Bento Rodrígues, la mayoría logró sobrevivir gracias a la ayuda que ellos mismos se proporcionaron mutuamente.
Imagen: DW/N. Pontes
El nuevo dique S4
Construcción del nuevo dique S4, en Bento Rodrígues. Se calcula que el dique será capaz de contener un volumen de más de un millón de metros cúbicos, y que estará listo en enero de 2017. Uno de sus componentes es un sistema para contener sedimentos. Cuando el dique S4 esté listo, una parte de Bento Rodrígues quedará inundada. Samarco dice que esto no afectará a importantes ruinas del pueblo.
Imagen: DW/N. Pontes
La capilla de Sao Bento
El acceso a dichas ruinas se limita solo a los arqueólogos. Éstos buscan salvar piezas de valor históico. Hasta la fecha, han encontrado 2.000, las cuales han almacenado para su posterior reconstrucción. Luego del alud, solo el fundamento de la capilla de Sao Bento logró salvarse. Para restaurarlo, los arqueólogos prevén emplear los mismos procedimientos que en otras excavaciones arqueológicas.
Imagen: DW/N. Pontes
Esperando un nuevo hogar
Del antiguo pueblo de Bento Rodrígues solo quedan ruinas. El pueblo será construido de nuevo, en otro lugar. Pero el sitio, ubicado a unos 9 kilómetros del antiguo Bento Rodrígues, solo podrá ser ocupado por la comunidad a partir de marzo de 2019. Los damnificados han anunciado que involucrarán a peritos independientes para que supervisen la reconstrucción de pueblo.
Imagen: DW/N. Pontes
Críticas a Samarco
Sobre un muro ruinoso, los habitantes del antiguo pueblo de Bento Rodrígues dejaron un mensaje: “Samarco nos quiso matar, pero Jesús nos salvó”. Se supone que el acceso al pueblo viejo está restringido. Bento Rodrígues fue fundado hace más de 200 años. Estaba ubicado a 35 kilómetros de la ciudad de Mariana, a cuyo distrito pertenece.
Imagen: DW/N. Pontes
Ritmo de recuperación
El Río do Carmo, cercano a Paracatu de Baixo, una de las comunidades alcanzadas por el alud de lodo tóxico. La investigación más reciente del Instituto Brasileño para el Medio Ambiente y los Recursos Naturales Sustentables (Ibama) dio como resultado que las semillas de cereales y leguminosas cultivadas a la orilla del río están contaminadas. La zona debe ser recultivada en un 90 por ciento.
Imagen: DW/N. Pontes
Hortaliza en el lodo
Antonio Geraldo de Oliveira nació hace 63 años. Ha vivido toda su vida en Paracatu de Baixo y se niega a abandonar el sitio. Su familia sí se mudó al centro de Mariana luego de la catástrofe. Desde entonces, Antonio perdió todo contacto con sus parientes. El obrero de la construcción renovó su parcela cubierta de lodo y ya siembra ahí lechuga, cebolla, tomate y col.
Imagen: DW/N. Pontes
Desierto de lodo
En las calles de Paracatu de Baixo deambulan seres abandonados. Antes de que la catástrofe vivían aquí 103 familias, de las cuales hoy solo quedan los más viejos. Al igual que Bento Rodrígues, Paracatu de Baixo será reconstruida en otro lugar. El nuevo pueblo debe quedar listo a finales de este año. Autora: Nadia Pontes (EL/ERS)