La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, lanzó un mensaje claro a quienes, como la canciller alemana, Angela Merkel, o el ejecutivo de Bruselas, defienden la austeridad a ultranza para salir de la crisis de deuda soberana: "los ajustes fiscales excesivos agravan la situación", advirtió.

Tras entrevistarse en el palacio de Egmont en la capital belga con el primer ministro belga en funciones, el democristiano Yves Leterme, Rousseff señaló que las políticas de austeridad extremas en el gasto, que tiene en Merkel y en el ministro germano de Finanzas, Wolfgang Schäuble, a dos dos principales abanderados -junto a Bruselas- "solo empeoran el proceso de estancamiento económico".

"Nuestra experiencia es que los ajustes fiscales muy duros solo contribuyen a empeorar las situaciones recesivas y conllevan la pérdida de oportunidades y el desempleo", comentó en rueda de prensa.

En ese mismo sentido, apuntó que es muy difícil salir de una etapa de recesión "sin aumentar el consumo, la inversión y el nivel de crecimento de la economía".

En palabras de Roussef, la austeridad máxima, que preconiza la Comisión Europea para salir de la crisis de deuda soberana en Grecia, Irlanda y Portugal, los tres socios rescatados por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), "no funcionó en las crisis de América Latina". De la crisis de deuda de los años 80, América Latina logró salir gracias a políticas expansivas y no recesivas, recordó.

La receta brasileña

La agenda de Rousseff incluye su participación en la apertura de la 23 edición del festival Europalia, el mayor festival europeo de cultura, que este año homenajeará a Brasil, además de un encuentro con el rey Alberto II.

No obstante, el plato fuerte de sus dos días de visita a Bélgica será el martes su participación en la V cumbre entre el bloque comunitario y su país, que gozan de una asociación privilegiada especialmente en materia comercial.

También se aguarda con expectativala intervención que hará Rousseff el martes ante un foro empresarial belgo-brasileño, en el cual abogará por Brasil como destino de futuro, especialmente atractivo para las empresas europeas en busca de nuevas oportunidades que les permitan superar el bache económico en Europa.

Poderoso aliado

Como potencial mundial en biocombustibles, Brasil tiene mucho que aportar en los esfuerzos mundiales en pos de la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero (Co2).

Entre Brasilia y los 27 socios del bloque existen relaciones muy estrechas, lo cual en el aspecto económico se traduce en que Brasil es el cuarto destino de las inversiones externas de la UE, que se elevan a 180.000 millones de dólares. Los intercambios comerciales biaterales totalizaron en 2010 cerca de 82.000 millones de dólares.

Hace pocos días, Brasil ofreció su asistencia, y la de otros países del grupo de "emergentes" BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) para colaborar a superar la grave crisis de deuda soberana que atenaza a los 17 socios de la eurozona, con su epicentro en Grecia, al borde de la suspensión de pagos.

¿Oportunidad para Mercosur?

Las negociaciones entre el Mercosur y la UE que estaban suspendidas desde 2006, fueron retomadas en 2010 con el objetivo de sortear las resistencias que persisten por parte de algunos gobiernos europeos y cerrar, quizás, el acuerdo el año que viene, como previsión más "optimista".

Entre los obstáculos que bloquean el acuerdo se destaca el temor de Francia a competir con los países sudarmericanos productores de carne y diferendos relativos a la industria manufacturera.

Francia, principal beneficiaria de las ingentes ayudas contempladas en la Política Agraria Común (PAC) de la UE, teme que la entrada de productos agrarios procedentes de los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) -más competitivos que los europeos- acabe perjudicando a sus agricultores.

París amenazó con vetar cualquier acuerdo si antes no se realiza un estudio a fondo sobre el impacto real que tendría ese acuerdo comercial UE-Mercosur.

Rousseff está acompañada de una nutrida delegación, que incluye, entre otros, al ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, Industria y Comercio, Fernando Pimentel, o Cultura, Ana de Hollanda.

Fuente: Agencias DPA y AFP

Editora: Claudia Herrera Pahl