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El servicio secreto rumano Securitate era uno de los más temidos del mundo. Pero incluso la actual agencia de inteligencia rumana SRI mantuvo durante años las antiguas prácticas de espionaje telefónico. Así lo demuestran los protocolos que el ex informante de la Securitate realizó para la SRI. El ex informante hizo públicas estas prácticas en 1996. El Estado rumano lo condenó por ello a dos años de cárcel. Pero ahora, el Tribunal de Justicia Europeo le ha dado la razón.