Los refugiados se agolparon en la frontera entre Macedonia y Grecia al escuchar que se abriría el paso al país heleno, lo que resultó ser una mentira.
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Cientos de refugiados se congregaron durante horas en el límite que separa a Macedonia de Grecia, provocando gran alboroto con la policía a cargo de proteger la frontera. Según los refugiados que pasan las noches en el campamento de Idomeni la apertura era inminente. “Hemos oído que hoy van a abrir la frontera y hemos venido a cruzarla, nos dijeron que con nosotros estarían la Cruz Roja y 500 periodistas de todo el mundo”, contó a la agencia de noticias griega AMPE un joven sirio que llegó en la madrugada al campamento desde la localidad de Yiannitsa, un centro de acogida cercano.
Mientras la gente gritaba incesantemente pidiendo la apertura del paso, la policía debió explicar repetidas veces mediante megáfono que la frontera no se abriría y que quienes intentaran cruzar ponían en riesgo su vida, todo esto dicho en árabe y farsi. Se estima que cerca de 1.500 personas participaron de la aglomeración, de un total de 11.500 refugiados que están varados en Idomeni.
Sólo especulaciones
Se desconoce de dónde salió el rumor, las especulaciones son varias, entre ellas se habla de que los creadores del rumor serían activistas que propagaron la información falsa para obligar a Europa a solucionar la situación de Idomeni, también se dice que las declaraciones del primer ministro del estado federado alemán de Turingia, Bodo Ramelow, quien en una entrevista señaló que su estado estaba en condiciones de acoger a dos mil refugiados habría alentado la creación del rumor.
“Todos los días tenemos nuevos rumores, estamos en un entorno donde es fácil que se propaguen porque no hay información real”, explica Jonas Hagensen, portavoz de Médicos sin fronteras que trabaja en el campamento.
MN (dpa, efe)
Refugiados y sus historias
Hamber al Issa, de Siria
En Damasco Hamber trabajaba de cirujano. Tuvo que abandonar su patria por razones de las que no quiere hablar. Espera que no sea para siempre. En cuando sea posible quiere regresar a Siria para abrir allí un centro médico.
Macedonia
Hamber huyó a Alemania por la ruta de los Balcanes. Cuando llegó a Macedonia tuvo que seguir a pie hasta la frontera con Serbia. Cada vez que llegaba a una ciudad se comunicaba con su familia por Internet. Sus padres estaban muy preocupados por él.
Croacia
Desde Croacia Hamber intentó seguir su viaje hacia Hungría en ferrocarril. Estuvo dos días esperando hasta que consiguió sitio en un tren.
Por fin en Alemania...
Hamber todavía no puede trabajar como médico en Alemania, pero intenta aprovechar el tiempo de forma práctica y seguir formándose en su profesión. Actualmente trabaja de traductor en un centro médico.
Toba Shirmohammadi, de Afganistán
Toba tiene 16 años y huyó de la ciudad afgana de Herat. Los terroristas de su país atacan a las escolares para mantenerlas alejadas de las escuelas. El deseo de Toba era estudiar y asistir a los cursos de preparación para la universidad.
Toba y su familia
Toba huyó a Alemania con sus dos hermanas y los maridos de éstas. Después de atravesar Irán, Turquía y Grecia tomaron también la ruta de los Balcanes hacia Alemania.
Esperando para continuar el viaje
Toba y su familia esperaron en un centro de acogida en Macedonia antes de continuar hacia Serbia:
La meta: llegar a Alemania
Toba espera poder estudiar en Alemania, pero primero quiere aprender el idioma. Su meta es llevar una vida independiente.
Ahmed Alwan, Heba Alwan y Saleh Zeer, de Siria
También Ahmed (en el centro), su mujer Heba y su amigo Saleh Zeer tuvieron que abandonar Siria. Ahmed es periodista y trabajaba en diversos medios árabes. Su esposa Heba trabajaba como arquitecta. Saleh estaba a punto de recibir el título de ingeniero.
Idlib, Siria
Ahmed, Heba y Saleh son de Idlib. Esta ciudad del noroeste de Siria fue destruida por los bombardeos. Cuando fue tomada por Estado Islámico, se hizo imposible continuar trabajando como periodista. Tras recibir amenazas, Ahmed se decidió a huir con su esposa y su amigo.
Jana Alwan
Ahmed y Heba también se llevaron consigo a Jana, su hija de un año.
Camino a Alemania
Como otros muchos, el grupo tomó la ruta de los Balcanes hacia Alemania. En cuanto mejore la situación en Siria quieren regresar a casa. Ahmed desea seguir ejerciendo su profesión de periodista, Saleh terminaría sus estudios y Heba ayudaría a reconstruir el país como arquitecta.