En medio de una suma de quejas y pedidos para que se cierre la prisión, incluyendo un ataque del ex mandatario y defensor de los derechos humanos, Jimmy Carter, el presidente George W. Bush dejó abierta la puerta el miércoles a un eventual cierre de las instalaciones.

"Estamos explorando todas las alternativas en cuanto al mejor modo de lograr el objetivo principal, que es proteger a Estados Unidos. Lo que no queremos hacer es permitirle a alguien del exterior que vuelva y nos lastime", aseguró Bush en una entrevista con el canal Fox News Channel al ser consultado sobre un eventual cierre de la cárcel.

Rumsfeld no contradijo al mandatario estadounidense, pero expresó que entendía que "lo que el presidente dijo es que siempre estamos viendo los modos de mejorar nuestras operaciones".

El Pentágono descartó esta semana cualquier perspectiva de clausurar el centro de detención y Rumsfeld reforzó esa posición en declaraciones del miércoles.

Durante la conferencia de la OTAN, Rumsfeld dijo que la meta de Washington fue asegurar que la gente involucrada en los ataques del 11 de septiembre de 2001, en los que murieron cerca de 3.000 personas, o las personas capturadas en los campos de batalla de Afganistán, Irak u otros lugares permanezcan fuera de las calles, "así no matan a más gente".

Los pedidos de cierre de la prisión de Guantánamo para extranjeros sospechosos de actos terroristas aumentaron desde que Amnistía Internacional desató un escándalo el mes pasado al llamarla "gulag" y compararla con el brutal sistema soviético de campos de trabajo forzado, en los que murieron millones de personas.

Además, las Naciones Unidas dijeron el miércoles que 6.000 de los 10.000 prisioneros de Irak están en manos del ejército estadounidense y que miles están detenidos sin el debido proceso, en aparente violación del derecho internacional.