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Rusia aumenta hegemonía energética con oleoducto en Bósforo

José Ospina Valencia15 de marzo de 2007

Rusia, Bulgaria y Grecia construirán un oleoducto desde el Mar Negro hasta el Egeo. Esta nueva arteria energética aliviará la sobrecargada vía del Bósforo (Turquía) y facilitará el abastecimiento de Europa Occidental.

Tubos por donde pasarán combustibles.Imagen: AP

El nuevo proyecto tendrá además un efecto que no todos consideran secundario: aumentar el ya inmenso poder del presidente ruso, Vladimir Putin, como “zar del petróleo”.

Putin, en persona, firmó en Atenas el acuerdo en conjunto con el presidente griego Karolos Papoulias. Un hecho que destaca la importancia que Moscú le da al nuevo oleoducto que saldrá desde el puerto búlgaro de Burgas, a orillas del Mar Negro, y se extenderá 280 kilómetros al occidente hasta Alexandroupolis, a la entrada del Bósforo, el estrecho que separa o une a Asia y Europa.

Avidez rusa de controlar abastecimiento

El oleoducto comenzará a construirse en 2008 y está previsto para que dos años más tarde, en 2010, empiece a fluir el apetecido líquido rumbo a Occidente. Pero su transporte no parece tan fácil. Barcos cisterna trasportarán primero el crudo desde Noworossijsk (Rusia) hasta Burgas (Bulgaria), en donde será traspasado a una planta de inyección en el oleoducto. Desde el Bósforo, el petróleo será llevado a diversas refinerías en el Mediterráneo.

Pero Rusia no sólo controlará el bombeo del combustible sino también, en buena parte, la construcción del oleoducto. Un grupo de empresas rusas, Transneft, Gaspromneft y Rosneft, se aseguraron el 51% del consorcio constructor.

En un principio serán 35 millones de toneladas por año las bombeadas de un mar a otro. Más tarde se aspira a elevar la capacidad a 50 millones de toneladas, una tercera parte del petróleo transportado actualmente por barcos.

Via al borde del colapso

Hasta ahora el petróleo proveniente del Mar Negro destinado al mercado europeo es traído en barco a través de dicho estrecho entre Turquía y Grecia. Una vía que amenaza con colapsar por los altos volúmenes del tráfico.

Desde 1996 el número de toneladas de petróleo transportado se ha incrementado de 70 a 150 millones. Por razones de seguridad, los tanques de más de 200 metros de longitud no pueden transitar sino durante el día. Fuertes corrientes antagónicas dificultan adicionalmente el tortuoso cruce de 14 curvas.

Medio ambiente en grave peligro

Organizaciones ambientales advierten desde hace tiempo que el riesgo de accidentes de tanques petroleros es cada vez más alto y podría incluso amenazar con un gigantesco incendio la histórica urbe de Estambul. En 1979, el barco rumano "Independenta" provocó uno de las mayores catástrofes ambientales en el Bósforo.

A la anterior limitación se suma el hecho de que en invierno muchos tanques tienen que esperar incluso varios días para recibir luz verde. Las empresas navieras calculan las pérdidas anuales por el casi taponamiento del Bósforo en mil millones de euros.

Rusia versus Turquía

El Bósforo, que une al mar de Marmara con el mar Negro, es un canal marítimo con cerca de 31.7 kilómetros de longitud y una anchura entre 600 y 4.700 metros. El Tratado de Montreux de 1936 declaró las aguas del sensible estrecho de Bósforo como “aguas internacionales bajo control de Turquía”. Un paso económica y estratégicamente importante para Rusia, Rumania, Bulgaria y Ucrania y, por lo demás, para toda Europa occidental.

Con la construcción de este nuevo oleoducto Rusia fortalece aún más su posición, esta vez frente a Turquía, que en el mercado energético ve más como a un rival que como a un socio. Una razón más por la que Moscú quiere controlar la distribución de petróleo y lograr la “independencia” total.

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