Rusia ayuda a Cuba a crear red ferroviaria única en AL
7 de junio de 2019
Rusia realiza un ambicioso proyecto de renovación de ferrocarriles de Cuba, que permitirá que tenga una red ferroviaria sin análogos en toda América Latina, declaró hoy el director de la compañía STM, Antón Zubijin.
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"El transporte ferroviario en todos los países de América Latina está aproximadamente al mismo nivel. Y quisiera destacar que en estos momentos Cuba ocupa una posición de avanzada, porque el proyecto que se lleva a cabo allí no tiene análogos en ninguna de las repúblicas de América del Sur", afirmó Zubijin este viernes (7.06.2019).
El empresario, que participó en la conferencia "América Latina-Unión Euroasiática: cooperación abierta sin proteccionismo y limitaciones" durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, afirmó que este importante proyecto buscará sumarse a los festejos por el 500 aniversario de la ciudad de La Habana.
"Pese a todos los sucesos políticos que afectan a Cuba, llevamos a cabo allí proyectos por un monto de 200 millones de euros, ya hemos recorrido la mitad del camino, suministramos 45 locomotoras y fabricamos conjuntamente una fábrica de reparación de locomotoras", afirmó.
Zubíjin aseveró que su empresa no exporta productos, "sino tecnologías".
"La realización de este proyecto permitirá crear en Cuba un sistema totalmente autónomo de servicio a los ferrocarriles. Capacitamos a más de 200 personas, suministraremos este año más de mil tornos y otros equipos", explicó.
El representante de la compañía indicó que STM suministrará a Cuba 75 locomotoras.
Más allá de la cooperación con Cuba, el empresario afirmó que el mercado ferroviario de toda América Latina tiene mucho futuro, al indicar que en 2018 se abrió una representación en Argentina, se llevan a cabo conversaciones con México, Uruguay y Paraguay, y se busca llegar al mercado de Colombia.
"Aprendimos a superar todas las barreras aduaneras, estamos al tanto de las regulaciones técnicas, estamos dispuestos a solucionar con los gobiernos de los países latinoamericanos los temas de regulación técnica y lo más importante es que aprendimos a estructurar el financiamiento", dijo.
El empresario aseguró que STM puede encontrar financiamiento para proyectos concretos, incluyendo a las instituciones financieras rusas.
"Consideramos que en un futuro cercano, antes de 2025, nuestros proyectos en América Latina continuarán desarrollándose", resumió.
STM (Sinara Transportnie Mashini) es un grupo empresarial que se dedica al desarrollo, producción y mantenimiento de equipamiento ferroviario e instalaciones industriales diésel.
CP (efe, dpa)
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Sobreviviendo en el peculiar mercado inmobiliario de La Habana
Hecha la ley, hecha la trampa. Los cubanos han desarrollado una serie de trucos para las transacciones inmobiliarias, que permiten que las viviendas se vendan a precios mayores mediante acuerdos verbales.
Imagen: DW/Sanne Derks
A la venta
El 80% de las casas están a la venta en La Habana. A diferencia de otras ciudades, la capital cubana tiene un punto de encuentro entre compradores y vendedores: el Prado. ¿Qué hacen entonces? Recurren a carteles para anunciar la vivienda, como este de Cienfuegos.
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Llegar a un acuerdo
Sábado por la mañana. Potenciales compradores, propietarios e intermediarios se reúnen en la esquina del Paseo del Prado con Colón, en La Habana, en busca de ofertas.
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Un cartón bien caro
La gente publicita sus ofertas con carteles hechos a mano. Comprar una casa con un salario público es una tarea casi imposible, ya que se necesita muchísimo dinero para adquirir una propiedad. Oficialmente, los extranjeros no pueden comprar casas, pero pueden hacerlo poniendo el nombre de un cubano en las escrituras.
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Conseguir financiación
Milagro Socaraz Arazora, que vive con sus dos hijos y su madre en La Habana Vieja, quiere vender su casa por 40.000 pesos cubanos convertibles (34.000 euros) y comprar una más barata por 15.000 en las afueras de la capital. Con la diferencia quiere viajar al extranjero y empezar un negocio de importaciones y exportaciones.
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Vivienda asequible
Alamar, a unos 15 killómetros del centro de La Habana, es un distrito con viviendas más baratas. A menudo, la gente vende sus casas en el centro como medio para conseguir dinero. Antes de 2012, los cubanos solo podían intercambiar sus casas. se aplicaba el valor establecido en los primeros años de la Revolución, así que los contratos tenían un valor de menos de 100 dólares.
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¿Trato hecho?
Jorge (name ficticio) trabaja como permutero (intermediario). Se pasa el día recorriendo las calles en busca de casas en venta. No puede permitirse pagar una licencia, ya que las tasas gubernamentales son demasiado altas. Si logra llevar a cabo un intercambio de casas, se lleva una pequeña cantidad de cada una de las partes. Y si logra una venta, le dan el 5% del precio.
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Todo tiene truco
Los usufructos son habitaciones o espacios donados por el Gobierno donde la gente puede vivir gratuitamente. Ya que no hay derechos de propiedad, no pueden venderse. Oficialmente. No obstante, este propietario quiere cobrar 7.000 pesos cubanos convertibles a los potenciales combradores. Se registrará en el censo el cambio de dirección, pero no se firmará contrato alguno ante un notario.
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Llegar a fin de mes
Con 79 años, Mario Díaz es uno de los intermediarios de mayor edad del Prado. Necesita el dinero, ya que su pensión pública no le da para vivir. vendió su última casa en septiembre. Y la anterior, en noviembre de 2017.
Imagen: DW/Sanne Derks
¿Hora de un cambio?
Aunque las casas se vendían de forma clandestina antes de 2012, la legalización del mercado de la vivienda ha provocado que más gente venda su casa y se mude. Los precios reales no corresponden con el valor de referencia. Y es que el mercado y sus participantes confían en el acuerdo de palabra.