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Rusia: clases de patriotismo en las escuelas

Sergey Satanovskiy
8 de noviembre de 2022

En las escuelas rusas se defiende la invasión de Ucrania. Los estudiantes o profesores que no están de acuerdo con la ideología patriótica del gobierno ruso se ven sometidos a una gran presión.

Escolares hablando con el presidente ruso, Vladimir Putin.
Vladimir Putin hablando con escolares rusos después de una de las "Charlas sobre cosas importantes".Imagen: Gavriil Grigorov/POOL/dpa/picture alliance

Desde hace dos meses, las clases en las escuelas rusas comienzan con "charlas sobres cosas importantes", y desde el 1º de septiembre es obligatorio izar la bandera rusa. El Ministerio de Educación determina los temas de las charlas: fiestas oficiales, como el Día de la Madre, del Padre o de los Ancianos. En el Día del Maestro, por ejemplo, se ordenó explicar a los escolares que las tropas rusas ocuparon el territorio ucraniano por "justicia histórica", porque eran "territorios originalmente rusos".

A los escolares a menudo se les habla de Ucrania. Mark (nombre ficticio) va a la escuela en San Petersburgo, y cuenta que el director y el maestro dijeron que Ucrania llevaba a cabo ataque terroristas. "En realidad, durante la lección, debemos aprender cómo comportarnos en caso de un acto terrorista", dice Mark. Y un estudiante de secundaria de Kaliningrado dice que, a fines de octubre, el director de su escuela explicó durante la lección de patriotismo que "Rusia está siendo atacada constantemente por alguien, y todos quieren destruir el país".

Interrogados después de faltar a clase

Los padres que quieren proteger a sus hijos de este tipo de enseñanzas pueden tener serios problemas. La familia de Varya Scholiker, de diez años, recibió un informe de la Oficina de Bienestar Juvenil en el que obligaban a la niña a un asesoramiento psicológico obligatorio, porque no asistió a "charlas sobre cosas importantes" en una escuela de Moscú.

Según Jelena Scholiker, un comité en la escuela debatió sobre el comportamiento de su hija. Un representante de la dirección de la escuela, un psicólogo y un hombre que puede haber sido del servicio de inteligencia ruso (FSB) le dijeron que les preocupaba que Varya no participara en las "charlas sobre cosas importantes".

Después de la reunión en la escuela y en la sede de la Policía, inspectores registraron la vivienda de la familia. Los investigadores dijeron que la niña posteó en WhatsApp una imagen de un meme con los colores de la bandera de Ucrania. En el informe se puede leer que en la vivienda "había decoración con colores sospechosos", y afirmaron que en el portátil de la madre habían detectado "páginas extremistas".

Los inspectores concluyeron que Jelena proyectaba "sus visiones políticas en su hija, y que no ejerce ningún control paternal sobre sus publicaciones en las redes sociales”. Los inspectores les prescribieron asesoramiento psicológico.

Vladimir Putin con los participantes de las olimpíadas culturales de arte, ciencia y deportes, en Kalinigrado en septiembre de 2022.Imagen: Alexey Maishev/SPUTNIK/AFP via Getty Images

Difícil decisión para los docentes

Las lecciones de patriotismo son también un problema para los docentes. "Si bien solía haber casos aislados de persecución de maestros por hablar en redes sociales y asistir a manifestaciones, esto parece haberse institucionalizado. Las lecciones de propaganda se dictan ahora de forma sistemática, lo que obliga a las personas a elegir si asistir o no", dice Daniil Ken, presidente de la Alianza Rusa de Docentes. El propio Ken fue clasificado de "agente extranjero" por las autoridades rusas en septiembre.

Otro caso es el de la maestra de Moscú Tatyana Chervenko, que es defendida por la Alianza de Maestros en los tribunales. Chervenko se había negado a realizar "charlas sobre cosas importantes", y también había dado una entrevista en el canal de televisión Dozhd, que transmite ahora desde Letonia, y está dirigido a espectadores rusos. A la maestra le llovió una reprimenda de la dirección, pero continúa enseñando en la escuela. Ken cree que la despedirán.

Mejor exilio que ideología

La larga disputa entre el profesor de Historia Raushan Valiullin y la dirección de una escuela en la ciudad de Naberezhnye Chelny, en Tataristán, resultó, de hecho, en despido. En agosto, Raushan tuvo que asistir a una reunión de profesores sobre el tema de las "peculiaridades del trabajo educativo ideológico con niños y educadores".

Rauschan criticó la interferencia estatal en su trabajo, por violar el Artículo 13 de la Constitución de la Federación Rusa, que prohíbe la ideología coercitiva. Un poco más tarde, Raushan fue despedido. Pudo demostrar ante un tribunal que el despido fue ilegal y que debería haber sido reincorporado a su puesto de trabajo.

Raushan, sin embargo, ni esperó por el veredicto, ni podía regresar a la escuela, porque lo habrían obligado a participar en las "charlas sobre cosas importantes". Y lo amenazaron con instalar una cámara en su oficina para monitorear sus declaraciones. Entonces decidió mudarse a Kirguistán: "Todas las declaraciones en contra de la guerra están prohibidas. Tengo varios hijos y debo actuar con responsabilidad", explica.

(rmr/cp)