Rusia: estadounidense arriesga 18 años de cárcel por espiar
14 de junio de 2020
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El ciudadano estadounidense Paul Whelan, un exinfante de marina detenido en Moscú en diciembre de 2018, podría ser condenado el lunes por un tribunal ruso a 18 años de cárcel por espionaje. Después de un juicio a puerta cerrada, debido a que los materiales de la causa contenían información confidencial, el tribunal municipal de Moscú dictará mañana sentencia.
A finales de mayo, la Fiscalía rusa pidió una pena de 18 años de prisión para Whelan, que el pasado 25 de mayo insistió en su inocencia y pidió a los jueces que dictaran una sentencia absolutoria. Su abogado denunció que en las pruebas presentadas hay "indicios de incitación al delito" por parte de otra persona y que los testigos de la acusación fueron en su mayoría agentes de los servicios secretos rusos.
Este sábado (14.06.2020) la embajada de EE.UU. en Moscú, que ha criticado a Moscú por el trato dado a Whelan, denunció que el juicio no había sido ni "justo" ni "transparente". "No se presentó ninguna prueba y el tribunal no dio opción a los testigos de la defensa de declarar a distancia o postergar su intervención debido a la cuarentena", señaló la legación diplomática en Twitter.
Whelan, de 50 años, fue detenido el 28 de diciembre de 2018 por agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) en un hotel de Moscú por presuntas "actividades de espionaje", supuestamente a favor de Estados Unidos. El antiguo infante de marina recibió supuestamente de un conocido un lápiz de memoria que "contenía la lista completa de los trabajadores de un servicio secreto" ruso.
Recientemente, Whelan fue ingresado y operado de urgencia de una hernia después de que EE.UU. acusase a Rusia de poner en peligro su vida al negarle atención médica externa. El acusado ha negado todas las acusaciones y ha calificado el caso de "secuestro político", al tiempo que su familia aseguraba que Whelan viajó a Moscú solo para asistir a una boda.
Las autoridades rusas han descartado el eventual intercambio del estadounidense por ciudadanos rusos arrestados en Estados Unidos antes de que termine el proceso en su contra. (EFE)
Espionaje: los casos más espectaculares
El servicio secreto alemán, el BND (Bundesnachrichtendienst), cumple 60 años este 1 de abril. Buena ocasión para recordar algunos grandes escándalos de espionaje que han sacudido al mundo.
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Agente seductora
Una joven holandesa hizo carrera como bailarina exótica en el París de la década de 1910. Mata Hari se movía en los círculos más encumbrados de la sociedad francesa y tuvo romances con oficiales y políticos. Por eso, el servicio secreto alemán la enroló como espía. Poco después, también el servicio secreto francés recurrió a sus servicios. Pero luego fue descubierta como doble agente y fusilada.
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Los Rosenberg y la bomba
El caso de Julius y Ethel Rosenberg dividió en la década del 50 a la opinión pública estadounidense. El matrimonio fue acusado de haber entregado informaciones sobre el programa atómico de Estados Unidos a Moscú. Mientras algunos consideraban que merecían la pena de muerte, otros denunciaban una histeria anticomunista. Pese a las protestas internacionales, los Rosenberg fueron ejecutados en 1953.
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Un espía en Bonn
Lo que comenzó como una novela de espionaje, desató una crisis política en la República Federal de Alemania. Como asistente del canciller Willy Brandt, Günter Guillaume tuvo acceso a documentos secretos que hizo llegar a la RDA. El hecho de que un espía germano oriental lograra infiltrarse en el centro del poder político de Bonn estremeció a la opinión pública y llevó a Brandt a renunciar en 1974.
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"Los cinco de Cambridge"
Fue uno de los mayores escándalos de espionaje de la historia de Gran Bretaña. Anthony Blunt confesó en 1979 -a cambio de inmunidad- que un círculo de cinco exestudiantes de Cambridge, que tenían acceso a las altas esferas gubernamentales, había espiado para el KGB desde la II Guerra Mundial. Cuatro de sus miembros quedaron así al descubierto. El nombre del quinto sigue siendo un misterio.
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Del servicio secreto a la pasarela
Anna Chapman, considerada en Estados Unidos una maestra del espionaje, fue detenida en 2010, como parte de un círculo de agentes rusos. Tras un intercambio de prisioneros emprendió en Rusia una carrera como modelo y conductora de TV. Su fama la llevó, entre otras cosas, a aparecer en la portada de la edición rusa de la revista masculina "Maxim", en ropa interior y portando una pistola.
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Matrimonio "común"
Heidrun Anschlag pasaba por ser una dueña de casa común y corriente de Marburgo. Cada martes recibía en su receptor de onda corta instrucciones del servicio secreto de Moscú. Y eso durante décadas. Se estima que ella y su marido, que tenían pasaportes austriacos, entregaron a los rusos cientos de documentos de la UE y la OTAN. Ambos fueron condenados por espionaje en 2013.
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Strauss, ¿un espía?
El político bávaro Franz Josef Strauss sigue provocando titulares en Alemania, aún décadas después de su muerte. Supuestamente habría trabajado para el servicio de inteligencia militar estadounidense OSS, un precursor de la actual CIA. Un estudio al respecto, realizado por la Central Federal de Formación Política, fue publicado para el centenario del nacimiento del político socialcristiano.
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Espionaje 2.0
En tiempos de la Guerra Fría, los gobiernos temían a los dobles agentes. Hoy provoca dolores de cabeza la tecnología de los servicios secretos. Las revelaciones de un exempleado de los servicios de inteligencia estadounidenses pusieron al descubierto, en 2013, la forma en que estos vigilan las telecomunicaciones globales y en particular Internet, almacenando los datos de milones de usuarios.