Rusia habría intentado espiar a países miembros del G20 durante la cumbre que el bloque celebró en San Petersburgo en septiembre de 2013, según una información publicada este martes (29.10.2013) en diarios italianos y desmentida posteriormente por el Kremlin. Al final de la cumbre, celebrada el 5 y 6 de septiembre, los anfitriones rusos obsequiaron a las delegaciones dispositivos de almacenaje informático USB y cargadores de teléfono celular, informaron los periódicos Corriere della Sera y La Stampa. Al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, le soprendieron los regalos y pidió a un equipo de seguridad que los revisase. Las pruebas preliminares, llevadas a cabo con ayuda de los servicios de inteligencia alemanes, fueron "positivas", afirma el Corriere della Sera. Los expertos concluyeron que "los USB y los cables para la carga eran aptos para la detección encubierta de datos de computadoras y teléfonos móviles", afirma el diario. Fuentes diplomáticas de la Unión Europea aseguraron además al diario que autoridades nacionales están llevando a cabo más pruebas y que no se llevará a cabo ninguna protesta formal contra Rusia hasta que éstas concluyan. Según Corriere della Sera, todavía no está claro si algún miembro de alguna delegación utilizó los aparatos electrónicos. El Kremlin desmintió las informaciones. Dmitry Peskov, portavoz del presidente Vladimir Putin, dijo en declaraciones a la agencia RIA Novosti que se trata de "intentos de distraer la atención de los problemas reales a otros más efímeros". La oficina de Van Rompuy no comentó las informaciones, ni tampoco lo hizo el vocero del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quien también estuvo en la cumbre de San Petersburgo. Estas informaciones se conocen después de que se revelase el supuesto espionaje al que los servicios secretos estadounidenses habrían sometido a millones de ciudadanos en Francia, Italia y España, y que habría afectado incluso al teléfono celular de la canciller alemana, Angela Merkel. (dpa)