Rusia reprueba violencia contra civiles en Birmania
29 de marzo de 2021
Por primera vez el Kremlin se pronunció respecto al creciente número de víctimas en el país del sudeste asiático.
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Rusia no aprueba la violencia que asola desde hace casi dos meses a Birmania (Myanmar), aunque colabore con las actuales autoridades militares del país asiático, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
"Tenemos unas relaciones constructivas desde hace mucho tiempo con Birmania y ciertos avances en las relaciones bilaterales. Éste es el enfoque que debe prevalecer. Eso no significa que aprobemos los sucesos trágicos que ocurren en el país", dijo en su rueda de prensa diaria. Y agregó: "estamos muy preocupados en relación al creciente número de víctimas civiles. Esto nos genera una gran preocupación y seguimos muy atentamente la situación en Birmania".
Este sábado una delegación encabezada por el viceministro de Defensa ruso, Alexandr Fomin, participó en una parada militar dedicada al 76 aniversario de las Fuerzas Armadas de Birmania, celebrada en Naipyidó, la capital del país. Además, Fomin se reunió en Birmania con el jefe del Ejército y líder de la actual junta militar, Min Aung Hlaing, para profundizar la cooperación técnico-militar entre ambos países, en momentos en que ésta es objeto de críticas de gran parte de la comunidad internacional.
Solo este sábado, entre 90 y 120 personas perdieron la vida debido a los disparos de los soldados y la policía, que se ensañaron contra los manifestantes con una violencia indiscriminada en la que asesinaron, al menos, a seis menores de entre 10 y 16 años. El número de muertos desde el golpe de Estado supera los 460 en un ambiente de terror en el que los uniformados disparan y torturan a civiles desarmados a diario.
Las Fuerzas armadas de Birmania tienen equipamiento militar ruso, desde helicópteros Mi-24, Mi-35 y Mi-17, hasta aviones MiG-29 y Yak-130, así como sistemas antiaéreos Pechora-2. Además, los militares de ese país son entrenados en academias militares rusas.
mn (EFE, AFP)
Crece la ira y la tristeza en Birmania
Desde el 1 de febrero, Birmania se encuentra en estado de emergencia a causa del golpe militar. Cientos de miles de personas continúan saliendo a las calles para protestar.
Imagen: REUTERS
Continúan las manifestaciones masivas
A pesar de las brutales acciones del ejército, cientos de miles de personas en Birmania protestan cada fin de semana contra el golpe militar y por el regreso de la democracia, como lo hicieron aquí, en la ciudad de Mandalay. Los tres dedos levantados de quienes protestan es una señal que hacen con la mano como gesto de protesta y que viene de la serie de películas "Los juegos del hambre".
Imagen: AP/picture-alliance
La dura represión policial
Las fuerzas de seguridad atacaron nuevamente a los manifestantes con gases lacrimógenos y balas de goma. Las imágenes en las redes sociales también muestran barricadas en llamas. El 1 de febrero, los militares dieron un golpe de estado contra el gobierno de Suu Kyi. La mujer, de 75 años, había ganado las elecciones parlamentarias de noviembre pasado por un claro margen.
Imagen: AFP/Getty Images
Sin escapatoria
La policía persigue a un grupo de manifestantes por el pasillo de un edificio. A pesar de la presión internacional, los militares continúan utilizando la violencia para contener las protestas en todo el país. La enviada especial de la ONU para Birmania, Christine Schraner Burgener, pidió a los miembros del Consejo de Seguridad que escuchen los "llamados desesperados" del pueblo de Birmania.
Imagen: AFP/Getty Images
Barrera mortal de arena
Los manifestantes están bloqueando las calles en numerosas ciudades, construyendo barricadas con ladrillos y sacos de arena. Una de estas operaciones terminó fatalmente para un activista: en Mandalay, un hombre recibió un disparo fatal en el cuello. El joven, de 26 años, había ayudado a levantar barricadas para detener a las fuerzas de seguridad.
Imagen: STR/AFP/Getty Images
Resistencia de muchos
Un soldado vigila a un hombre en las calles de Mandalay. La resistencia en Myanmar cuenta con el apoyo de actores muy diferentes: jóvenes manifestantes y la llamada "Generación Z", pero también del "Movimiento de Desobediencia Civil". Después del golpe, los médicos y enfermeras inicialmente se negaron a trabajar bajo el gobierno militar.
Imagen: AFP
Imágenes prohibidas
Jóvenes manifestantes con escudos protectores hechos por ellos mismos y policías se enfrentan en las calles de las ciudades. Muchas personas en Myanmar apenas ven imágenes de este tipo o similares. La junta militar está tratando de detener la difusión de información sobre las protestas y su represión bloqueando Internet y censurando la red social Facebook.
Imagen: REUTERS
El poder de las faldas
Los manifestantes están utilizando un medio muy inusual: las tradicionales faldas de mujer. Las llamadas "longyui" se cuelgan de cuerdas en las calles de la ciudad y tienen como objetivo evitar que las fuerzas de seguridad utilicen la violencia contra los manifestantes. Esto tiene que ver con la creencia popular de que las faldas de estas mujeres pueden debilitar la fuerza de los hombres.
Imagen: Theint Mon Soe/Zuma/imago images
Superstición y barrera de género
Algunos soldados se niegan a tocar una 'longyi' femenina (falda) por temor a que esto les arruine la suerte en el combate. "Cuando los residentes cuelgan su 'longyi', ellos (soldados y policías) no pueden salir a la calle, primero tienes que quitarlas del camino", explica Thinzar Shunlei Yi, un manifestante de Yangon.
Imagen: AFP
Crece el número de muertos
Los familiares lloran en Yangon junto al lugar donde murió un familiar durante las protestas. Según las Naciones Unidas, al menos 55 personas han muerto desde el golpe militar a principios de febrero. Solo el miércoles (03.03.2021), 38 personas murieron en las manifestaciones. El número podría seguir aumentando, muchas personas resultaron heridas, algunas de gravedad.
Imagen: REUTERS
El dolor es grande, el enojo también
También en este funeral en Rangún, los manifestantes levantan la mano en un gesto simbólico de batalla. Las personas a las que lloran fueron baleadas en una protesta, al igual que este joven que se puede ver en la imagen. "Lucharemos hasta el final. La revolución debe ganar": así terminan muchas entrevistas con manifestantes, como informa en Twitter el periodista Cape Diamond.