Rusia y Turquía buscan bajar tensiones
3 de diciembre de 2012 Desde mediados de octubre las relaciones entre rusos y turcos están algo tensas, luego de que estos últimos hicieran aterrizar a un avión sirio que había despegado en Moscú. ¿El argumento para tal decisión? Las autoridades turcas sospechaban que la aeronave transportaba armas, aunque según reportes de la prensa de ese país lo único que encontraron fueron “cables eléctricos”. Por esta razón muchos analistas piensan que en realidad Turquía buscaba presionar a Rusia, que apoya al régimen de Bashar Al-Assad, mientras los turcos habían reconocido a la oposición siria como representantes legítimos del gobierno de ese país.
Este lunes (3.12.2012) el presidente ruso Vladimir Putin visita Ankara y Estambul en un viaje que incluye reuniones con su homólogo turco, Abdulá Gü, y con el primer ministro Recep Tayyip Erdogan. El portal de noticias Turkrus.com, ubicado en Moscú, ve esto como una señal de la importancia que da Rusia a las relaciones bilaterales con el país de Atatürk.
Importantes socios comerciales
Durante la Guerra Fría, la actual Rusia era el eje del bloque oriental soviético, mientras que Turquía buscó alianzas con occidente. En los años 90 ambos países comenzaron una disputa por la supremacía regional. Tras la llegada al poder de Putin el año 2000, cambiaron de estrategia y buscaron forjar acuerdos.
Hoy la cooperación entre Rusia y Turquía, que tienen relaciones diplomáticas hace más de 500 años, es cercana y estrecha. El volumen de intercambio comercial suma 35 mil millones de dólares y se calcula que para el año 2015 esa cifra debería ascender hasta los 100 mil millones de dólares. Turquía es el segundo mayor socio comercial de Rusia (tras Alemania) y anualmente le compra 30 mil millones de metros cúbicos de gas. Los suministros rusos cubren así casi el 60 por ciento de las necesidades energéticas de los turcos. Más ejemplos: la primera planta de energía nuclear turca la están construyendo los rusos y durante 2011 cerca de 4 millones de rusos llegaron a Turquía en plan turístico.
¿El fin de la “luna de miel”?
Hasta hace unos 20 meses duró esta “luna de miel”, cuando el conflicto en Siria ensombreció la relación. En julio el ministro turco de Exteriores, Ahmet Davutoğlu, exigió a la comunidad internacional presionar a todos los países que apoyaran al régimen sirio y aislarlos, si fuese necesario. Indirectamente se refirió a Rusia.
La decisión de la OTAN de desplegar misiles Patriot en la frontera turco-siria no ayudó demasiado y tensionó aún más la situación. El analista ruso Stanislav Tarasov dijo en entrevista con la radio “Voz de Rusia” que “los misiles vienen de la OTAN, lo que significa que esa alianza militar está directamente involucrada en el conflicto”.
¿Un matrimonio católico?
Para Turquía, Rusia es bastante más que un gran mercado y un proveedor de energía. Ankara ve a Moscú también como un socio estratégico en la región. A pesar de todas las discrepancias de las últimas semanas, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo también que Rusia era clave para solucionar la crisis siria. Eso reporta el periódico “Hürriyet Daily News”.
Probablemente la mejor descripción de la relación entre ambos países la ha dado Erman Ilıcak, director del gigante de la construcción “Rennaissance”, que tiene sedes en ambos países. En una entrevista con el diario “Milliyet”, dijo que el vínculo era como un “matrimonio católico”, donde, según él, ninguno de los miembros está en disposición de abandonar a su pareja.
Autor: Cenk Başlamış, Estambul / DZ
Editor: Enrique López