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Cacau, un ejemplo de integración

18 de abril de 2010

Antes de llegar a Alemania Claudemir Jeronimo Barreto alimentaba a su familia en Brasil trabajando como vendedor ambulante; hoy es uno de los más peligrosos delanteros de la Bundesliga y hace parte del equipo nacional.

Claudemir Jeronimo Barreto, Cacau, vistiendo el uniforme de la selección de Alemania, oficialmente su país desde hace un año.Imagen: AP

La historia de Cacau, como se le conoce en el mundo del fútbol, es un ejemplo de integración, de las posibilidades que ofrece Alemania al extranjero, de que el sueño de triunfar en tierra ajena es posible, un espejo en el que se pueden mirar aquellos que abandonan sus países de origen en busca de un mejor futuro. El futbolista se esforzó, perseveró, y logró dar el salto de las calles de Brasil a los estadios germanos en donde viste el uniforme alemán.

Una crónica de fe

Desde muy joven Cacau sintió el deseo de convertirse en futbolista. A los trece años el Club Palmeiras lo acogió en su división inferior pero tres años más tarde le dio de baja. A la edad de 16 años el delantero no tenía ni equipo ni trabajo; el dinero escaseaba en su hogar donde lo único que abundaba era la fe en Jesucristo y la convicción de que el futuro depararía algo mejor.


Claudemir Jeronimo Barreto se dedicó a vender agua y bebidas refrescantes a los conductores que frecuentemente resultaban atrapados en atascos en una calle cercana a su casa. Con mucho esfuerzo terminó la secundaria y presentó los exámenes de ingreso a la universidad, a la que fue admitido para estudiar ciencias del deporte sin poder matricularse por falta de recursos. El fútbol había caído casi en el olvido, Cacau jugaba en el equipo de su pueblo, pero cada vez veía más lejos la oportunidad de convertirse en profesional.


Su entrenador, en cambio, nunca dejó de creer en sus virtudes y le pidió a un primo suyo que vivía en Alemania y estaba de vacaciones en Brasil: “llévate al muchacho”. Gracias a ese ruego Cacau aterrizó el 12 de julio de 1999, a los 18 años, en Múnich en donde fue asesorado por su anfitrión, Osmar de Oliveira, un músico sin contactos en el mundo del fútbol.


Una carrera en Alemania


De Oliveira presentó a Cacau al equipo de quinta división Türk Gücü, que agrupa a jugadores de la colonia turca en Múnich, y al Grasshoppers Zúrich de la primera división en Suiza. Ninguno de los dos clubes mostró interés por el jugador brasilero, quien nuevamente sin equipo y sin empleo dedicó su tiempo al aprendizaje del alemán y a ayudar a su amigo en la organización de sus conciertos en pago por su hospitalidad.

El Stuttgart fue el equipo que lo lanzó a la fama nacional internacional, con él Cacau fue campeón de la Bundesliga en el 2007 y jugó dos veces en la Champions League.Imagen: AP


Un año más tarde el club de los turcos le abrió la puerta a Cacau y le ofreció su primer contrato como futbolista bajo la condición de que De Oliveira se convirtiera en patrocinador del equipo, a lo que éste accedió. Las cosas marcharon tan bien en el primer año con Türk Gücü que De Oliveira se atrevió a ofrecer al Cacau a uno de los más tradicionales clubes de la Bundesliga, el Nuremberg, donde le concedieron una oportunidad en las divisiones inferiores.


Cacau recibió pronto la invitación a entrenar y jugar con el equipo profesional y la suerte le sonrió gracias a su constante buen rendimiento; en junio del 2003, a casi cuatro años de su llegada a Alemania, apenas 5 años después de haber estado a punto de terminar como vendedor ambulante en Brasil, el delantero firmó contrato con el Stuttgart, equipo con el que obtuvo el título de la Bundesliga en el 2007 y jugó en dos ocasiones la Champions League en cuyo más reciente partido contra el Barcelona, actual campeón, anotó un gol que lo confirmó como estrella internacional.


Ciudadano alemán


En febrero del 2009 Cacau celebró su décimo aniversario de residencia en Alemania adoptando la ciudadanía del país: “Mis hijos nacieron aquí, donde mi familia se siente muy bien, y yo estoy muy orgullosos de que se me hubiera dado esta oportunidad”, contó a DW-WORLD y explicó: “Alemania se ha portado muy bien conmigo, me dio una oportunidad que no encontré en otro lugar y por eso estoy muy agradecido, me siento muy bien aquí y espero tener más y más experiencias buenas”.

Cacacu festejando.Imagen: AP


Con el pasaporte alemán llegó también la convocatoria a la selección nacional. En mayo de 2009 vistió por primera vez el uniforme germano; ese año participó en dos juegos amistosos y dos oficiales para las eliminatorias al Mundial, contra Azerbaiyán y Finlandia. En el 2010 estuvo en el partido amistoso contra Argentina, se encuentra en la lista de 30 jugadores de la cual saldrán los representantes de Alemania en Sudáfrica, y sus posibilidades de participar en el torneo son grandes.


“Estoy muy contento de haber sido convocado, puedo tener la esperanza de participar en un Mundial y quiero darlo todo para poder estar allí en Sudáfrica, quiero aprovechar la oportunidad, quiero luchar para demostrar que quiero hacer todo por el país en el Mundial”, dice Cacau, uno de los símbolos de integración más importantes en Alemania.


Autor: Daniel Martínez

Editora: Claudia Herrera Pahl

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