“¡Viva España!” reza el lema de esta 21 edición del tradicional festival de verano de la Orquesta Filarmónica de Cámara Alemana de Bremen (Deutsche Kammerphilharmonie Bremen). El parque Knoops, en esta ciudad del norte de Alemania, es el escenario para tres días de conciertos al aire libre inspirados en el país ibérico.

“El programa es muy variado y no sólo hay música española, también algo de Latinoamericana, como es la música de Ginastera y también de compositores que no son españoles, pero cuya temática sí lo es, como por ejemplo El Cid, de Massenet; El Trovador, de Verdi; o Carmen, de Bizet”, destaca Pablo González, director invitado de este año a “Sommer in Lesmona”.

Es primera vez que el músico español, actual director titular de la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña, viene a trabajar con esta orquesta y a este festival: “Es muy bonito venir a Alemania y hacer música que te hace sentir en casa”.

El variado programa incluye notas altas, como la presentación conjunta de la orquesta con el cuarteto español Ultra High Flamenco, una interesante mezcla de jazz y flamenco. Obras orquestales intercaladas con piezas clásicas del repertorio español, como El amor brujo o el Sombrero de tres picos, de Manuel de Falla, y algunas menos conocidas para el público local, como La oración del torero, de Turina. “Son algunas joyas de nuestro repertorio que me hace mucha ilusión compartir”, agrega González.

El viaje musical a España se complementa con la lectura de poemas y textos de Camilo José Cela, Antonio Machado y Federico García Lorca, entre otros, a cargo del actor Benjamin Sadler en su traducción al alemán, junto con la interpretación en su idioma original por una lectora española.

Picnic en Lesmona

El nombre de estas jornadas musicales se inspira en el título de una novela romántica de la escritora alemana Marga Berck, ambientada en el mismo parque. “Sommer in Lesmona” es el panorama musical del verano y, si el tiempo acompaña, se disfruta entre la brisa y los árboles, bajo una sombrilla y con coloridos sombreros. El público también es parte del espectáculo, no sólo como asistente entusiasta. El domingo, día de la familia, junto con actividades y música para niños, destaca el tradicional concurso del mejor picnic.

Los participantes se lucieron en la colorida competencia. Inspirados en la cultura del país ibérico, desplegaron ingenio y creatividad en las decoraciones, atuendos, bebidas y preparaciones gourmet. No faltaron tapas y copas, tortillas y bocadillos en un ambiente de fiesta, al más puro estilo español.

Durante este fin de semana, el sabor, el color y la música de España brillaron en el norte de Alemania. “El público alemán en general valora mucho la música orquestal, que es uno de sus patrimonios culturales. Wagner, Beethoven y muchísimos compositores nacieron en este país y, por lo tanto, hay un respeto y una profundidad a la hora de la escucha del público que es envidiable”, dice González. Al calor del día, con llovizna o bajo las estrellas por la noche, el espectáculo nuevamente logró crear ese ambiente que lo ha hecho popular entre los amantes de la buena música y que este año abrió una ventana hacia la cultura española.