En el Día Mundial del Donante de Sangre, que se celebra cada 14 de junio, le presentamos ocho curiosidades sobre la sangre, que nos parecieron fascinantes. ¿A usted también?
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Los hombres tienen más sangre que las mujeres
Nuestra sangre constituye entre el siete y el ocho por ciento de nuestro peso corporal. Un hombre adulto, que pesa 70 kilogramos y mide 1,80 metros, tiene unos cinco litros de sangre en su cuerpo. Las mujeres del mismo tamaño y peso corporal tienen alrededor de medio litro menos. La cantidad exacta depende de la talla y el peso de la persona. Usted puede calcular su volumen exacto de sangre aquí.
El cuerpo sustituye rápidamente la sangre perdida
Durante una donación de sangre, el médico toma cerca de medio litro de sangre del paciente, alrededor del diez por ciento del volumen total de sangre en su cuerpo. El cuerpo reacciona reponiendo la sangre donada. Los diferentes componentes de la sangre se reponen en lapsos de diferente duración: los glóbulos blancos se reponen totalmente tras pocos días y lo mismo pasa con la parte líquida de la sangre, que contiene nutrientes, entre otros componentes. Los glóbulos rojos necesitan más tiempo: solo tras dos meses, su conteo vuelve a equipararse con el momento antes de la donación.
Perder dos litros de sangre puede ser fatal
Si el cuerpo pierde mucha sangre de una vez tras una lesión, no podrá recuperarse. A partir de una pérdida del 40 por ciento –cerca de dos litros−, el corazón es incapaz de mantener la circulación sanguínea, los órganos fallan y el paciente cae en coma. Solo una transfusión puede ayudarlo entonces.
¿Por qué (no) es roja la sangre?
Todos los vertebrados –incluidos aves, peces y reptiles− tienen sangre roja, pues su sangre contiene un pigmento: la hemoglobina. Esta proteína ferrosa transporta a través del cuerpo el oxígeno adherido a los glóbulos rojos.
La sangre de insectos, arañas, conchas, caracoles y cefalópodos como los pulpos, sin embargo, es azul, pues en vez de hemoglobina ferrosa, contiene hemocianina, cargada de cobre. La hemocianina, que cumple la misma función que la hemoglobina (aunque menos eficientemente), parece transparente si no está oxigenada, y azul verdoso si lo está.
¿Por qué tiene la sangre un olor metálico?
Científicos suecos y alemanes creen haber identificado la sustancia que da su olor característico a la sangre humana. Esta sustancia sería la trans-4,5-Epoxy-(E)-2-Decenal, un compuesto químico altamente volátil que atrae, evidentemente, a depredadores como los perros salvajes y los tigres.
¿Qué es una septicemia?
La sabiduría popular cree que una línea roja que conduce de la mano al corazón puede ser síntoma de un envenenamiento de la sangre. Pero no es cierto. Esa línea roja señala una linfangitis, una inflamación de los vasos linfáticos, que es bastante frecuente, pero se puede tratar con antibióticos.
Un verdadero envenamiento de la sangre, una septicemia, consiste en una inflamación de todo el cuerpo. La causa puede estar en cualquier infección, desde un un diente purulento a una neumonía, o una herida quirúrgica infectada con bacterias. Los patógenos y sus toxinas se extienden por el cuerpo a través de los vasos sanguíneos y la septicemia puede conducir rápidamente al shock y la muerte.
No solo los vampiros beben sangre
El murciélago vampiro es el único maífero que se alimenta de sangre. Vive en Sudamérica y Centroamérica. Ataca de noche, por ejemplo, al cuello y patas de caballos y reses. Pero también existe una especie de ave cantora bebedora de sangre: el pinzón vampiro, una subespecie de la familia del pinzón de Darwin, endémico de las Islas Galápagos. Se alimenta de la sangre de otros pichones de aves a los que picotea de forma desagradable pero no peligrosa para sus vidas. Para el pichón vampiro, esta práctica es vital: En las islas Wolf y Darwin, donde habita, no dispone de agua dulce, así que esta es su forma de ingerir líquido.
La sangre de toro fue utilizada como pintura
Los campesinos alemanes solían pintar sus casas con sangre de toro. Para ello, acumulaban la sangre de reses sacrificadas, la mezclaban con cal y algunos otros ingredientes y listo: el resultado era una pintura resistente a la intemperie, particularmente apreciada para entramados y suelos de madera.
Diez peligros del azúcar
El creciente consumo de azúcar tiene graves consecuencias. La OMS alerta de una “epidemia mundial” y prevé un aumento drástico de la obesidad y la diabetes. Le damos 10 razones por las que el azúcar daña su salud.
Imagen: Colourbox
El azúcar engorda
El azúcar se absorbe rápidamente en forma de glucosa y aporta energía de inmediato. Si ésta no se consume en el momento, el cuerpo la almacena transformándola en grasa. Por otro lado, la fructosa, presente en vegetales y frutas, se metaboliza y se guarda en el hígado. Una dieta rica en fructosa puede producir un hígado graso y resistencia a la insulina, lo que puede ocasionar diabetes de tipo II.
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El azúcar influye en nuestro ánimo
En pequeñas cantidades, el azúcar ayuda a liberar serotonina, que nos proporciona una sensación de bienestar generalizada. Sin embargo, un consumo excesivo puede originar depresiones y ansiedad. Los cambios súbitos de los niveles de azúcar en la sangre pueden provocar irritabilidad, cambios de humor y nerviosismo.
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El azúcar acelera el envejecimiento
La culpable es la glicación, un proceso derivado de una alimentación inadecuada rica en azúcares. El exceso de glucosa no encuentra vehículos que los transporten a las células y se termina uniendo a proteínas como el colágeno. En consecuencia, las fibras de colágeno se tensan y la piel pierde elasticidad. Los desechos no se eliminan y la piel se vuelve flácida y vulnerable a los años.
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El azúcar destruye la flora intestinal
Una flora intestinal sana favorece la digestión y protege el aparato digestivo de bacterias dañinas. Un elevado consumo de azúcar fomenta la reproducción de los hongos y parásitos que habitan en nuestro intestino. Sobre todo la de la cándida, un hongo en forma de levadura que en grandes cantidades provoca muchas infecciones. El azúcar también ocasiona flatulencia, estreñimiento y diarrea.
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El azúcar es adictivo
El cerebro de los obesos reacciona al azúcar de una manera similar al alcohol u otras sustancias adictivas, pues libera dopamina en grandes cantidades. Compruébelo usted mismo: durante diez días retire el azúcar de su dieta. Si al segundo día ya siente dolor de cabeza, irritabilidad y su cuerpo le pide algo dulce, está experimentando síntomas de abstinencia.
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El azúcar aumenta la agresividad
Las personas que consumen gran cantidad de azúcar tienen mayor tendencia a la agresividad. También es sabido que el TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) en niños está muy influenciado por el azúcar. Cuanto más consumen peor se concentran, más nerviosos están y más les cuesta permanecer sentados durante mucho tiempo. Se aconseja que los niños en edad escolar eviten el azúcar.
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El azúcar debilita el sistema inmunológico
Un abuso de azúcar puede inhibir el sistema inmunológico y debilitar las defensas contra enfermedades infecciosas. Poco después de su consumo, el sistema inmunológico se debilita en un 40%. El azúcar roba la vitamina C que necesitan los glóbulos blancos para combatir los virus y las bacterias. Además crea una tendencia a las inflamaciones, que, a su vez, pueden desencadenar muchas enfermedades.
Imagen: picture-alliance/dpa
El azúcar favorece la aparición de Alzheimer
Muchos estudios han demostrado que un consumo excesivo de azúcar aumenta el riesgo de padecer Alzheimer. En un informe de 2013 se probó que la resistencia a la insulina y los valores altos de azúcar en la sangre (dos síntomas claros de diabetes) también están relacionados con enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
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El azúcar aumenta el riesgo de padecer cáncer
Las células cancerígenas se alimentan de azúcar. Un equipo de científicos de la Harvard Medical School investiga el papel del azúcar en la aparición de células cancerígenas. Ellos defienden que, en muchos casos, el cáncer sólo puede aparecer con un elevado consumo de azúcar. Aunque todavía no está demostrado, se recomienda, también a las personas delgadas, consumir el mínimo de azúcar posible.
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El azúcar te vuelve tonto
Un elevado consumo de azúcar puede dañar la memoria. Un estudio de la Clínica Charité de Berlín probó que las personas con el azúcar muy alto tienen un hipocampo más pequeño. Esta región del cerebro es muy importante para la memoria a largo plazo. Los sujetos de este estudio demostraron en las pruebas una peor memoria que aquellos con al azúcar bajo.