Santos instaura “gabinete de la paz” con 7 ministros nuevos
26 de abril de 2016
El presidente de Colombia incluyó en su nuevo equipo a miembros de partidos, como el izquierdista PDA, que no forman parte de su coalición.
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Siete de los 17 ministros del gabinete del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, fueron reemplazados de sus cargos. El jefe de Estado reveló este lunes (25.04.2016) los nombres de quienes compondrán su “gabinete de la paz”, en el que ha incluido a miembros de diversos partidos políticos, entre ellos el izquierdista Polo Democrático Alternativo (PDA). Tres días antes, el mandatario había solicitado la renuncia protocolar de todos sus ministros.
A través de una declaración realizada en la Casa de Nariño, sede del Gobierno, Santos dijo que Colombia vive un momento especial de su historia, refiriéndose a los procesos de paz que lleva adelante su Ejecutivo con las dos principales guerrillas del país, las FARC y el ELN. Por ello, dijo que se requiere de “el mejor equipo” para sacar adelante una tarea ahora que “se avecina el posconflicto con sus desafíos y oportunidades”.
El mandatario señaló que el objetivo será seguir “fortaleciendo nuestra economía y reduciendo la pobreza y la desigualdad”, lo que justifica su decisión de “hacer unos cambios en el gabinete ministerial, para asegurar que los próximos meses nos acerquemos cada vez más a estos objetivos”. Tras agradecer a los ministros salientes, Santos dijo que el nuevo gabinete será “el del posconflicto, el de la lucha por la equidad, el empleo y la prosperidad”.
Colombianos que quieren paz
El mandatario nombró a Jorge Londoño, miembro del independiente Partido Verde, como ministro de Justicia; a Clara López, presidenta del PDA y excandidata presidencial, como jefa de la cartera de Trabajo; y a María Lacouture como ministra de Comercio. Asimismo, Santos ubicó en la cartera de Ambiente a Luis Murillo; en la de Vivienda a Elsa Noguera; en la de Transporte a Jorge Rojas; y en la de Minas y Energía a Germán Arce, quien había sido anunciado hace días.
El mandatario dejó como encargado del Ministerio de la Presidencia al titular del Posconflicto, Rafael Pardo, y aseguró que esa cartera “volverá a ser lo que era antes: la Secretaría General de la Presidencia”. “Los demás ministros quedan ratificados”, aclaró el mandatario, que destacó que el nuevo gabinete está conformado por colombianos que, aunque no formen parte de la coalición con la que acudió a las últimas elecciones, “apuestan y han apostado con decisión a apoyar el proceso de paz”.
El Partido Verde y el Polo Democrático Alternativo son los partidos que no forman parte de la alianza que llevó a Santos al gobierno.
DZC (EFE, Reuters, dpa)
Los peores atentados de las FARC
Tras una historia de medio siglo marcada por la guerra, el conflicto entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) deja tras de sí miles de víctimas, entre asesinatos secuestros y atentados.
Imagen: picture-alliance/dpa/EFE/C. Escobar Mora
Atentados en masa
A lo largo de los 90 las FARC intensifican su actividad con un historial especialmente sangriento. Por ejemplo, con los ataques a la base de Las Delicias, con 27 militares muertos, 20 heridos y sesenta secuestrados. O la emboscada en El Billar, donde fallecieron 60 militares, hubo 47 heridos y 43 más secuestrados. En la foto, uno de los ataques a la etnia atwá en Nariño.
Imagen: picture-alliance/dpa/El Colombiano
El origen de las FARC
El 27 de mayo de 1964 fue el primer combate con el Ejército colombiano, en Marquetalia. Según las FARC, este combate fue el que marcó la fecha de su fundación. Al frente de la milicia estaba ya su histórico dirigente Pedro Antonio Marín, alias "Tirofijo".
Imagen: picture-alliance/dpa
La política en el punto de mira
A principios de los 2000, la actividad de las FARC destacó por una intensa actividad asesinando y secuestrando a personajes públicos. Entre ellos, varios atentados contra el presidente Álvaro Uribe, ex ministros, diputados y senadores. En 2002, la candidata presidencial Ingrid Betancourt y la aspirante a la vicepresidencia, Clara Rojas, fueron secuestradas.
Imagen: AP
La cara más dura de la violencia
Las imágenes de la violencia de las FARC hablan por sí solas. En la foto, los habitantes inspeccionan los efectos de una bomba en la ciudad de Granada en diciembre de 2000. La onda expansiva destruyó parte de la comisaría de policía, un hospital local y muchas casas, además de 11 muertos y 14 heridos.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Munoz
Masacre en el Club Nogal
El 7 de febrero de 2003, las FARC cometieron uno de sus atentados más brutales y recordados, atacando el Club El Nogal de Bogotá y dejando 36 muertos y más de 170 heridos.
Imagen: Getty Images/C. Villalon
Secuestros eternos
Entre los secuestros a políticos, destacan el del exministro Fernando Aráujo, que consiguió huir de sus captores tras seis años des secuestro. También el de Ingrid Betancourt, que hasta 2008 no fue rescatada de su cautiverio. Otros de los diputados fueron asesinados durante sus secuestros.
Imagen: AP
Ataques a la iglesia
Como víctimas de las FARC, también hay decenas de sacerdotes, religiosas y algunos obispos. Uno de los casos más conocidos fue el secuestro en 2002 del presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y arzobispo de Zipaquirá, monseñor Jorge Jiménez Carvajal. Después de que el Papa lanzara un vigoroso llamamiento, el prelado fue liberado en una operación militar del Ejército colombiano.
Imagen: picture-alliance/dpa/AFP
Masacre de Bojayá
Uno de los atentados más sangrientos fue la Masacre de Bojayá, en el departamento del Chocó, una explosión en el interior de una iglesia que se cobró la vida de más de 100 civiles por la explosión de un “cilindro bomba”. El ataque se perpetró contra la población civil que tuvo que escapar guiada por los sacerdotes.
Imagen: Getty Images/L. Acosta
Fuego cruzado para los pueblos índigenas
Otro de los grupos en conflicto con las FARC son los pueblos indígenas, muchos de ellos víctimas de atentados y desplazamientos, y aún a la espera de cómo influirán los acuerdos de las negociaciones en sus comunidades. En la foto, manifestación en Bogotá en recuerdo del asesinato en 2009 de 17 personas de la etnia awá.
Imagen: Getty Images/AFP
Sin identificar
Durante más de cincuenta años de historia, el conflicto con las FARC arrastra millones de víctimas entre desplazados, asesinados, secuestrados…. Muchas de ellas no identificadas, como estos 464 cuerpos enterrados en fosas comunes sin nombre en el cementerio de La Macarena, en el departamento de El Meta.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Minas antipersonas
Entre las consecuencias de un conflicto tan largo, la población civil colombiana sufre por el gran número de minas antipersonales colocadas por ambos bandos. El ejército dejó de hacerlo hace tiempo de acuerdo con la Conferencia de Otawa, pero las FARC seguían defendiendo su uso hasta hace poco. Entre las víctimas hay muchos civiles y niños.
Imagen: Fuerzas Militares de de Colombia
Atentados contra infraestructuras
Otra de las estrategias de las FARC son los ataques a infraestructuras. En especial, recientemente, a muchas que tienen que ver con la extracción y transporte de petróleo. Una estrategia de gran visibilidad a bajo costo que provoca grandes daños colaterales. Además de provocar cortes en los suministros a la población civil, también suponen grandes desastres ecológicos.