Tal como se había acordado hace ya varios días, este domingo (30.11.2014) las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) liberaron al general de Ejército Rubén Darío Alzate, a la abogada Gloria Urrego y al cabo José Rodríguez en el caserío de Vegáez, al norte de Quibdó, capital del departamento del Chocó, precisamente en la selvática región donde los tres habían sido apresados el pasado 16 de noviembre.

El operativo fue dirigido por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que primero verificó que los recién liberados estuvieran en condiciones de viajar antes de trasladarlos en helicóptero hasta Rionegro, donde fueron entregados al Ejército colombiano. Christoph Narnisch, responsable de CICR en Colombia, dijo que la operación tuvo éxito “gracias a la confianza que las partes depositan en la institución y su labor humanitaria”.

En la delegación que recibió a los rehenes estaban también los representantes de Cuba y Noruega, países que son garantes del proceso de paz que se lleva adelante en La Habana, el que fue suspendido debido a la crisis generada por el secuestro del general, el funcionario de mayor rango que ha caído nunca en manos de la guerrilla. El presidente Juan Manuel Santos había condicionado la continuidad de los diálogos a la liberación de los rehenes.

Rediseñar el proceso

La noticia de la liberación fue confirmada en Twitter por el mismo presidente Santos, quien escribió “liberados el general Alzate, abogada Gloria Urrego y cabo José Rodríguez en perfectas condiciones y esperando condiciones climáticas para regreso a sus familias”. Luego, mediante un comunicado, Santos dijo que la liberación crea el clima propicio para reanudar los diálogos de paz, que al superar esta crisis demostraron “la madurez del proceso”.

Las FARC informaron que en la liberación participó el comandante Pastor Alape, uno de los negociadores y máximos jefes de esa guerrilla, quien viajó desde La Habana a la selva para “garantizar la liberación pronta y sin sobresaltos de los prisioneros”. Las FARC ahora pidieron al gobierno “rediseñar las reglas del juego” y acordar un cese bilateral del fuego, algo que Santos ha rechazado en reiteradas ocasiones, temeroso de que la guerrilla use el cese del fuego para dilatar las negociaciones.

DZC (Reuters, EFE, dpa)