Colombia necesita inversión y tecnología alemanas. Ese fue el principal mensaje de Juan Manuel Santos durante su visita a Alemania, última escala de su viaje por Europa. A cambio, el país sudamericano ofrece condiciones sumamente atractivas: la economía de Colombia creció entre un 5,5 y un 6 por ciento en el primer trimestre, con respecto a igual lapso del año pasado, según cifras que dio a conocer el Ministerio de Hacienda.

Durante una conferencia de prensa conjunta, la canciller alemana, Angela Merkel, hizo hincapié en el “exitoso balance de las relaciones comerciales” entre ambos países. Entre 2005 y 2010, el comercio germano-colombiano aumentó en un 74 por ciento, dijo Merkel, quien añadió que espera importantes impulsos adicionales del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y la Unión Europea. “El acuerdo entrará en vigor a más tardar en 2012”, se mostró optimista la jefa del ejecutivo alemán. El TLC prevé, entre otros aspectos, la reducción de aranceles y cuotas de importación para productos agropecuarios como plátanos, azúcar, carne y leche.

Críticas al TLC

Los sindicatos alemanes y europeos vienen manifestando su rechazo al tratado de libre comercio desde que se lanzaron las negociaciones en la cumbre entre la UE y América Latina hace tres años en Madrid. Colombia, dicen, es el país más peligroso del mundo para sindicalistas. El año pasado fueron asesinados más de 50 activistas laborales, denunció recientemente la federación de sindicatos alemanes, DGB, en una nota de protesta contra las negociaciones entre la UE y Colombia. Los sindicalistas alemanes temen que con el TLC se pueda volver aún más peligrosa la situación para los sindicalistas, así como aumentar la presión sobre la población rural. Colombia es el país con el mayor número de desplazados internos en el mundo: se estima en 5,5 millones la cifra de personas que se han visto forzados a abadonar sus tierras debido a la violencia. En parte se trata de tierras ricas en materias primas, que luego son explotadas por grandes empresas nacionales y transnacionales.

Tanto en el Parlamento Europeo, que tiene que aprobar el acuerdo con Colombia, como también entre los diputados de los partidos Verde y La Izquierda en el parlamento alemán, se cuestiona la compatibilidad del acuerdo comercial con el respeto por los derechos humanos. Consultado al respecto, el presidente Santos respondió: “El hecho de que algunos parlamentarios sigan con la percepción de que Colombia es un país donde se violan los derechos humanos de forma habitual y sistemática, es algo que tenemos que seguir combatiendo con la realidad.” Santos enfatizó que “Colombia ha hecho un enorme progreso en sus políticas para defender los derechos humanos. Así lo reconocen hasta nuestros más ácidos críticos. El viernes pasado, Hillary Clinton, en su informe sobre derechos humanos, reconoció el progreso tan importante que Colombia ha hecho en ese frente. Y yo pediría a esos parlamentarios que todavía están aferrados al pasado que ojalá visiten Colombia y vean con sus propios ojos cómo hemos prograsado en ese frente.”

Alemania apoya proceso de paz

En el parlamento colombiano se está debatiendo actualmente la Ley de reparación de víctimas y la restitución de tierras. Alemania, dijo al respecto la canciller Merkel, quiere hacer “un aporte para que el proceso de reconciliación y justicia sea pacífico.” En el 2008, en una visita de Estado a Colombia, Angela Merkel había entregado a la fiscalía de Bogotá seis unidades móviles, que permiten el acceso de las víctimas de violaciones de los derechos humanos a las confesiones de los ex combatientes. “Podemos contribuir a hacer justicia en el lugar de los hechos”, dijo al respecto la canciller alemana en Berlín, “podemos aportar nuestra experiencia en materia de superación del pasado y contribuir así a la reconciliación en el marco de la legislación colombiana.”

Éxitos en la lucha contra el narcotráfico

El gobierno colombiano se adjudica importantes éxitos en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, en conversación con la prensa en Berlín, Juan Manuel Santos reconoció también que ello “ha significado problemas crecientes en Centroamérica, en México y en el Caribe. Estamos más que dispuestos a colaborar con la experiencia que hemos acumulado.” Es hora, insistió el mandatario sudamericano, “de usar a Colombia como parte de la solución y no del problema.”

Autora: Mirjam Gehrke

Editora: Emilia Rojas