Sarkozy en un aprieto
15 de marzo de 2010Le Figaro, de París: “Nadie puede negar que el resultado de la primera vuelta de las elecciones regionales representa un fracaso para el partido gobernante, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), al tiempo que es una satisfacción para el Partido Socialista (PS), y una esperanza para Los Verdes. (…) El PS, que ahora cuenta con un aliado fuerte como Los Verdes, posee una reserva de votos útil, aunque políticamente comprometida. (…) Y, en cuanto al Frente Nacional, de extrema derecha, todavía está en condiciones de perjudicar a los conservadores.”
El dilema de Sarkozy
La Stampa, de Turín: “El presidente francés, Nicolas Sarkozy, está ante un dilema. El ritmo y el contenido de las reformas ponen nerviosa a la población y fomentan el descontento, ya que el tema que más interesa a los franceses es el del empleo. Al mismo tiempo, los electores reprochan a Sarkozy no concretar tales reformas rápidamente. Esta contradicción es difícil de resolver y marcará a partir de ahora el clima político francés.”
Preocupante resultado de la extrema derecha
Liberation, de París: “La derecha francesa ha obtenido uno de los peores resultados de la historia. (…) Sarkozy debería haber restaurado la confianza de los ciudadanos en la política. Pero la abstención ha marcado un récord. El debate sobre la identidad nacional debería haberle atado las manos al partido Front National, de extrema derecha. Sin embargo, el FN logró nuevamente un resultado preocupante. (…) Si se piensa que estas elecciones fueron también un gran referendo popular, se las puede resumir en una palabra: desaprobación.”
Indiferencia electoral
La Croix, de París: “El mayor partido en estas elecciones francesas del domingo lo formaron los que no votaron. De ese modo demostraron su distanciamiento de unas elecciones que no llegaron a entusiasmarlos. Algunos intentan explicar esa indiferencia diciendo que las elecciones regionales de 2010 no estuvieron, por vez primera, acopladas a otros comicios (…) y sufrieron los resultados de ese aislamiento. La desconfianza hacia la clase política, a la que se considera a menudo debilitada debido a la crisis, hizo el resto. Pero algo es seguro: los franceses votan cada vez más ‘à la carte'. Se movilizan cuando algo les parece interesante, como las elecciones presidenciales de 2007. Y son mucho más distanciados consideran que se trata de comicios de segunda clase.”
Autora: CP/dpa
Editor: José Ospina Valencia