Desde agosto de 2013, cuando el presidente español, Mariano Rajoy, comenzó una campaña para eximir de visado a los ciudadanos peruanos y colombianos que viajan al espacio Schengen, es mucho lo que se ha avanzado en la materia. Hasta ahora, no ha pasado un mes sin que Madrid, Lima o Bogotá anuncien que la exención está por llegar. La última en hacerlo fue la canciller peruana, Eda Rivas, cuando dijo que el Parlamento Europeo podría aprobar la moción definitivamente el próximo 25 de febrero.

Las perspectivas son positivas: ya se anunció que existe un acuerdo político en Europa para sacar adelante la decisión. Lo único que seguramente retrasará el proceso son las elecciones parlamentarias de la Unión Europea. En Perú ya se adelantó que la aprobación no llegará hasta 2015. Como sea, el camino hacia Schengen ya es sin retorno.

De consumarse esa medida a fines de este mes, se dará un enorme paso para que los peruanos y colombianos puedan entrar a cualquiera de los países europeos que suscribieron el Acuerdo de Schengen de 1995 y permanecer en ellos hasta noventa días sin necesidad de tramitar una visa de turismo o negocios. Para efectos migratorios, los 26 países que integran el espacio Schengen funcionan como si fueran un solo Estado; lo importante es que los viajeros recuerden que no todos los miembros de la Unión Europea (UE) forman parte del espacio Schengen.

Dime con quién andas...

Gran Bretaña, por ejemplo, no está incluida en el acuerdo en cuestión. Por otra parte, hay Estados no comunitarios –como Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza– que sí forman parte del espacio Schengen. Hasta ahora, los argentinos, los costarricenses, los salvadoreños, los guatemaltecos, los hondureños, los nicaragüenses, los panameños, los paraguayos, los uruguayos, los venezolanos, los brasileños, los mexicanos y los chilenos eran los únicos latinoamericanos que podían entrar a la zona Schengen sin visado especial.

¿A qué se debe el esmero con que España ha hecho lobby a favor de Perú y Colombia en el ámbito europeo, y la apertura comunitaria en esta materia? Madrid lo explicó abiertamente en octubre de 2013: los dos países latinoamericanos son socios comerciales de España y merecen el mismo trato que otros en condiciones similares. Pero, apartando las cualidades que exhiben la economía peruana y la colombiana por separado, estos dos países andinos son socios de un bloque cuyo atractivo es mucho mayor que el de la suma de sus partes: la naciente Alianza del Pacífico –integrada también por México y Chile– constituye un mercado de más de 200 millones de personas y la octava economía del mundo.