Scholz: toda Alemania lleva responsabilidad por Holocausto
23 de enero de 2025
"No debemos aceptar ni aceptaremos ninguna relativización" sobre el Holocausto, afirmó el canciller alemán, Olaf Scholz, en un discurso sobre el 80º aniversario de la liberación de Auschwitz, este 27 de enero.
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Todos en Alemania llevan sobre sus hombros la responsabilidad permanente provocada por el crimen civilizatorio del Holocausto, afirmó el canciller alemán, Olaf Scholz, en un discurso con ocasión del 80º aniversario de la liberación de Auschwitz el próximo 27 de enero.
"No debemos aceptar ni aceptaremos ninguna relativización. Y también recordaremos a cada nueva generación su responsabilidad permanente. Una responsabilidad que llevan todos y todas en nuestro país, sin importar su historia familiar, su religión o el lugar de nacimiento de sus padres y abuelos", dijo Scholz en un acto en Berlín de la Comisión Internacional de Auschwitz.
No ceder ante el el populismo y el nacionalismo radical
El carácter "único" del Holocausto debe ser transmitido a través de datos y hechos, así como a través de los millones de destinos individuales que lo conforman, para evitar que los jóvenes lo consideren un "pasado difuso"; una tarea que corresponde a escuelas, universidades, centros de formación, cursos de integración de extranjeros y también a la vida diaria, señaló.
El canciller también instó a no ceder "ni un milímetro" ante el auge actual del populismo y del nacionalismo radical, así como ante los intentos "cada vez más desvergonzados" de "normalizar posiciones de extrema derecha".
Ante estos, es preciso ponerse en pie y defenderse, con el fin de proteger la dignidad humana, destacó el político socialdemócrata, que advirtió de los peligros de la "indiferencia" y recordó como muchos ciudadanos alemanes observaron durante el nazismo, sin intervenir, como sus vecinos eran deportados y asesinados.
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Luchar contra el antisemitismo
Scholz afirmó que por ello es "indignante" que en la Alemania democrática de hoy siga habiendo casos en los que los judíos se ven "marginados" y llamó a luchar contra el antisemitismo, sin importar si éste viene de la izquierda o de la derecha, o si es autóctono o importado.
"Quien apoya al terrorismo, quien incita al odio antisemita, debe contar con medidas penales, con la prohibición de asociaciones, con consecuencias para el permiso de residencia", afirmó, aludiendo a las acciones de las autoridades contra diversas organizaciones y activistas propalestinos. Gracias a las nuevas reformas legales, alguien que ostente una mentalidad antisemita nunca podrá optar por la nacionalidad alemana, remachó Scholz.
Contra los delitos de odio
Finalmente, el canciller alertó del auge de los delitos de odio, no solo antisemitas, sino con razón de la fe, de las convicciones políticas, de la identidad sexual o del color de la piel de los residentes en Alemania, entre otros motivos.
En particular en la red, estos delitos se ven amplificados mil veces, "a través de algoritmos, cámaras de eco, y a través de la influencia directa de individuos poderosos con puntos de vista extremistas", dijo, en aparente alusión al apoyo de Elon Musk, dueño de X, a la ultraderecha alemana.
"Nuestra responsabilidad, 80 años más tarde, es también oponernos a este odio. Es tarea del Estado, pero también es una tarea de los ciudadanos", apeló Scholz.
¿Quién fue Ana Frank?
Ana Frank y su familia se escondieron de las SS en una casa en Ámsterdam por dos años, antes de ser descubiertos el 4 de agosto de 1944 y deportados a Auschwitz. El diario de Ana es hoy mundialmente famoso.
Imagen: Arno Burgi/ZB/picture alliance
Huyendo de los nazis
En 1934, Ana Frank y su familia huyeron de Alemania a Países Bajos para escapar de los nazis. Durante la Segunda Guerra Mundial, tuvieron que esconderse para huir de ellos. Vivieron escondidos en el anexo secreto de una casa en Ámsterdam por dos años, hasta que los traicionaron: el 4 de agosto de 1944, Ana Frank y su familia fueron descubiertos, detenidos y deportados a Auschwitz.
Imagen: Cinema Publishers Collection/IMAGO
Lazos familiares
Ana Frank (delante a la izquierda) tenía una hermana llamada Margot (atrás a la derecha), tres años y medio mayor que ella. Su padre, Otto Frank, tomó esta foto el día del cumpleaños número ocho de Margot, en febrero de 1934, cuando Ana tenía cuatro años y la familia ya estaba exiliada en Países Bajos.
Imagen: Otto Frank/AP Photo/picture alliance
Escondida en Ámsterdam
Otto trabajó en la compañía Opekta en Ámsterdam. Cuando comenzó la persecución de los judíos, él mismo habilitó un escondite en la parte trasera de la oficina. La familia de cuatro miembros vivió allí de 1942 a 1944, junto con otros cuatro perseguidos. Fue aquí donde Ana escribió su mundialmente famoso diario. La Casa de Ana Frank (foto) es un museo desde 1960.
Imagen: Daniel Kalker/picture alliance
El escondite de Ana
En la Casa de Ana Frank en Ámsterdam, los visitantes pueden ver el lugar secreto donde Ana se escondió con su familia. Durante meses, la joven tuvo que compartir su estrecha habitación con el dentista judío Fritz Pfeffer, a quien llamaba "Albert Dussel" en su diario. A la derecha está su escritorio, donde escribía casi todos los días.
Imagen: H.Mund/DW
Diario como mejor amigo
Desde el principio, Ana escribía en su diario casi todos los días. Se convirtió en una especie de amigo para ella y lo llamó "Kitty". La vida que lleva Ana en la clandestinidad es completamente distinta a todo lo que había vivido antes. "Lo que más me gusta es que al menos puedo escribir lo que pienso y siento, de lo contrario me asfixiaría por completo", escribe.
Imagen: Ade Johnson/picture alliance/dpa
Muerte en Bergen-Belsen
Ana y su hermana Margot fueron trasladadas de Auschwitz a Bergen-Belsen el 30 de octubre de 1944. En este campo de concentración murieron más de 70.000 personas. Tras la liberación del lugar, las víctimas fueron trasladadas en camiones a las fosas comunes bajo la supervisión de soldados británicos. Ana y Margot también murieron ahí. Ana tenía solo 15 años.
Imagen: dpa/picture alliance
La lápida de Ana y Margot
La lápida de Ana también está en Bergen-Belsen. La niña judía de Fráncfort del Meno había imaginado su vida de otra manera. "No quiero haber vivido en vano como la mayoría de la gente. Quiero aportar alegría y beneficio a la gente que vive a mi alrededor y que sin embargo no me conoce. Quiero seguir viviendo, incluso después de mi muerte", dice su diario del 5 de abril de 1944.
El gran sueño de Ana era ser periodista o escritora. Gracias a su padre, su diario se publicó el 25 de junio de 1947 con el título original "Das Hinterhaus". Ana Frank se convirtió en una figura simbólica para las víctimas de la dictadura nazi. "Todos vivimos con el objetivo de llegar a ser felices, todos vivimos de forma diferente y sin embargo igual", dice el diario el 6 de julio de 1944.