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Schröder visita China

vr8 de diciembre de 2004

El canciller alemán, Gerhard Schröder, inició hoy un viaje de 3 días a China. Acompañado de una delegación de empresarios, se dispone a concretar negocios millonarios y aboga por un levantamiento del embargo de armas.

Schröder, delante de una turbina de avión, consolidando las relaciones económicas entre Alemania y China.Imagen: dpa

Al inicio de su sexta visita oficial a China, Schröder fue recibido por el Primer ministro, Wen Jiabao, quien calificó el encuentro como “familiar”. El canciller alemán, por su parte, prometió viajar en el futuro una vez por año a China y destacó que “esto es muy importante para el desarrollo de nuestras relaciones”.

Preparando la cumbre UE-China

Gerhard Schröder y Wen Jiabao.Imagen: AP

Schröder y Wen Jiabao coinciden en que la Unión Europea debería levantar el embargo de armas, impuesto a China en 1989. El jefe de gobierno alemán espera que la próxima cumbre UE-China “marque una importante señal en esa dirección”. Según el canciller, una suspensión del embargo no significa que “China quiera ser provista de armas por nosotros, ni tampoco que nosotros estemos pensando en hacer algo así en este momento”. Wen describió el embargo como “producto de las épocas de la guerra fría” y aclaró que no se trata de que China “tenga apuro en comprar armas europeas”. El mandatario chino quiere que la Unión Europea trate a su país como a un socio con los mismos derechos y concluyó “estamos en contra de las discriminaciones”.

Ya hace un año, durante su viaje anterior a China, el canciller Schröder había comunicado su interés en levantar el embargo y anunciado que mantendría esa posición. El parlamento alemán puso a los chinos una serie de condiciones para poder suspender el bloqueo de armas. Una de éstas es mejorar el respeto a los derechos humanos. Los países escandinavos y Gran Bretaña se muestran aún contrarios a un levantamiento del embargo.

Soluciones pacíficas

Schröder y Wen Jiabao. La muralla china ya no parece separarlos.Imagen: AP

Schröder había sido criticado, también por miembros de su partido, por su política tan abierta respecto a China. Se le reprocha que no trate suficientemente la situación de los derechos humanos en aquel país. El canciller se defendió argumentando que, desde que ambos países entablaron un diálogo sobre el Estado de derecho, en 1999, se “habla de todos los temas” y añadió “naturalmente que también sobre la situación de los derechos humanos”. Pero, sobre todo destacó la importancia de China por ser “uno de los mercados más importantes” y agregó que no entiende a “todos aquéllos que critican la cooperación económica”. Schröder recalcó que la unión entre ambos países no se debe únicamente a “intereses económicos mutuos, sino también al convencimiento conjunto de que los problemas del mundo sólo se podrán solucionar de modo pacífico”.

Negocios millonarios

Bailarinas dan un toque exótico a la ceremonia de apertura de la sede china de "Georgsmarienhütte".Imagen: AP

El canciller viajó acompañado del ministro del Interior, Otto Schily, el ministro de Transporte, Manfred Stolpe, y una delegación de 43 empresarios. Más de 150 empresarios habían postulado para poder viajar con el mandatario alemán, con el fin de concretar negocios millonarios. El constructor europeo de aviones, Airbus, cerrará negocios por valor de mil millones de euros. Según informara el secretario de Estado del ministerio federal de Finanzas, Ditmar Staffelt (SPD), Airbus firmará en breve un contrato por el envío de 23 aviones de los tipos A319, A320 y A321.

Schröder inauguró una representación china del holding “Georgsmarienhütte” y dio la palada inicial, que simboliza el inicio de construcción de una fábrica de Daimler-Chrysler.

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