El canciller alemán, Gerhard Schröder, y la jefa de la oposición conservadora, Angela Merkel, coinciden en la voluntad de que la "cumbre del empleo" sea un éxito, en aras de la lucha contra el paro, pese a su disenso sobre cómo conseguirlo. Tanto el Partido Socialdemócrata (SPD) de Schröder como la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel expresaron hoy su interés en que la reunión, el próximo jueves, se cierre con resultados concretos. Ambas filas, gubernamental y opositora, han dado ya suficientes señales de búsqueda de acercamiento ante la cumbre, planteada como una búsqueda de consenso contra el paro, que el pasado febrero batió un nuevo récord histórico con 5,2 millones de desempleados. Schröder dio a entender en días pasados su disposición al diálogo en lo que respecta a una reducción de los impuestos sobre las empresas, como piden la oposición y la patronal. Merkel anunció también su disponibilidad a abordar las ayudas a la construcción de la vivienda propia, que el gobierno pretende suprimir. Sin embargo, el canciller matizó hoy que no habrá una "reforma acelerada" del sistema fiscal sobre las empresas ni una reducción rápida de sus impuestos.