La lesión sufrida por Bastian Schweinsteiger a poco más de 10 semanas de empezar la Eurocopa de Francia obliga al capitán de la selección alemana a dar lo máximo para recuperarse si no desea perderse el evento.
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La rodilla derecha le ha vuelto a jugar una mala pasada a Bastian Schweinsteiger. El capitán de la selección campeona del mundo se lesionó nuevamente luego de haber superado una para que le obligó a perderse 13 partidos con el Manchester United. El futbolista alemán había reaparecido en las canchas hace dos semanas tras haber gastado las ocho anteriores en trabajos de recuperación.
En esta oportunidad, con miras a la Eurocopa, Schweinsteiger teóricamente cuenta con hasta 11 semanas para ponerse a punto en su condición física y alcanzar a la mayor brevedad posible su mejor rendimiento futbolístico. Para poder estar en la Eurocopa la agenda del capitán de Alemania será apretada. Aún más si se tiene en cuenta que en este 2016 solo tiene 141 minutos de fútbol en sus piernas, y que el 30 de mayo el seleccionador Joachim Löw debe entregar a la UEFA la lista definitiva de la plantilla con la que enfrentará el torneo continental en Francia.
La esperanza no se pierde
Los alemanes saben que una lesión como la de Schweinsteiger (desgarro del ligamento interno) requiere entre seis y ocho semanas de curación. “Yo ya le dije a Bastian que no tengo la más mínima intención de tacharlo de la selección. Tenemos tiempo, la Eurocopa no es mañana” dijo Joachim Löw, quien además dejó entrever que no abriga dudas de que podrá contar con el capitán de su equipo en Francia 2016.
“Bastian es muy profesional y su actitud ha sido siempre ejemplar. Sé que él hará todo lo posible para estar en plena forma para el torneo”, dijo el entrenador alemán. Su confianza radica en las experiencias del pasado. Por ejemplo en el 2012, con Schweinsteiger lejos de su mejor condición física, Alemania alcanzó la semifinal de la Eurocopa. En el 2014 el jugador también viajó a Brasil menguado en su rendimiento pero a lo largo del Mundial fue mejorando a tal punto que en la final contra Argentina se convirtió en héroe y motor de la selección campeona.
El seleccionador alemán podría incluso darse incluso el lujo de llevar lesionado a Francia al capitán de su equipo pues tiene opciones a granel para cubrir su posición: Sami Khedira, Toni Kroos, Ilkay Gündogan o Christoph Krammer son las más favorecidas. Fuera de la cancha, sin embargo, el liderazgo de Schweinsteiger es imprescindible.
Un jugador que inspira
Bastian Schweinsteiger es el último representante de una generación de jugadores que le cambió la cara al fútbol alemán. A diferencia de Lukas Podolski, el otro sobreviviente del largo proceso que culminó con el título de Alemania en el Mundial Brasil 2014, el jugador del Manchester United fue siempre protagonista tanto en el campo como fuera de él.
Sus actuaciones en los partidos, y su disciplina y entrega antes y después de ellos, han hecho de él una inspiración para los más jóvenes integrantes de la selección alemana. Con la renuncia al equipo nacional de Philipp Lahm, Per Mertesacker y Miroslav Klose, después del triunfo en el Mundial, Schweinsteiger asumió la responsabilidad de conectar el pasado, el presente, y el futuro del fútbol en Alemania.
El capitán, a sus 31 años, ha manifestado que la Copa del Mundo no es el último trofeo que quiere alzar con la selección. Schweinstieger considera que aún puede cerrar su carrera profesional con otro gran título que su generación no ha obtenido: la Eurocopa. Su rodilla ha puesto a tambalear ese propósito pero no lo ha echado a tierra. Para poder aspirar a lograr esa meta Bastian Schweinsteiger tiene por delante una ardorosa lucha contra el calendario
Los campeones del mundo llegan al cine
El documental "Die Mannschaft" muestra desde adentro al equipo que ganó el Mundial de Brasil 2014 y revela muchos secretos de su triunfo con una visión muy íntima de la experiencia vivida.
Imagen: 2014 Constantin Film Verleih GmbH/DFB
La Copa del Mundo vuelve a Alemania.
En otras oportunidades estuvo muy cerca, pero no se logró. En el 2002, Alemania perdió en la final contra Brasil; en el 2006, en casa, la fiesta fue bonita pero el título se marchó a Italia; en el 2010 la estación final fue España... En el 2014 la historia fue distinta: tras 24 años de espera Alemania celebró su cuarta estrella.
Imagen: 2014 Constantin Film Verleih GmbH/DFB
Muy, muy cerca...
La Federación Alemana de Fútbol (DFB) produjo la película. El equipo de camarógrafos estuvo siempre presente, captando imagenes desde muy cerca, en la intimidad de la selección. Adicionalmente, la FIFA cedió material de vídeo y varios jugadores aportaron sus grabaciones privadas. El resultado: una perspectiva del triunfo nunca antes vista.
Imagen: 2014 Martin Christ
Noches de trabajo
En su habitación en Campo Bahía, la sede de Alemania durante el Mundial de Brasil, el entrenador, Joachim Löw, trabajó hasta la madrugada en la preparación de cada uno de los partidos. La preparación táctica fue una de las claves de la victoria.
Imagen: 2014 Constantin Film Verleih GmbH/DFB
Schweinsteiger detrás del telón
Bastian Schweinsteiger atendió a la prensa y ahora escucha lo que el seleccionador, Joachim Löw, le revela a los periodistas. Para el jugador de 30 años este fue quizás su último Mundial.
Imagen: 2014 Constantin Film Verleih GmbH/DFB
Un partido amistoso
"La selección no solo es un equipo dentro de la cancha, también lo es fuera de ella", afirma Per Mertesacker en la película. Para probarlo, los alemanes visitaron una escuela cercana al sitio de concentración y jugaron con los niños un espontáneo partido amistoso en las polvorientas calles del lugar.
Imagen: 2014 Constantin Film Verleih GmbH/DFB
Un momento especial
Mesut Özil aprovechó la soledad del vestuario para disfrutar de unos pocos segundos de calma y tranquilidad en un momento especial, muy raro durante un Mundial, lejos del asedio de la prensa y los aficionados, lejos del entrenamiento y los partidos.
Imagen: 2014 Martin Christ
El discurso
"Somos un equipo, trabajamos juntos y vamos a derrotarlos". Con estas palabras del capitán, Philipp Lahm, la selección alemana se motivó en el vestuario para vencer a los rivales liderados por estrellas de la talla de Cristiano Ronaldo, Neymar o Lionel Messi.
Imagen: 2014 Constantin Film Verleih GmbH/DFB
Amigos inseparables
Lukas Podolski y Bastian Schweinsteiger comparten caminos desde el Mundial del 2006. En el estadio Maracaná de Rio de Janeiro los dos amigos celebraron haber alcanzado juntos una meta que venían persiguiendo hombro con hombro durante largos años.
Imagen: 2014 Constantin Film Verleih GmbH/DFB
Müller, el chico divertido
Thomas Müller debutó en la selección alemana en el 2010 y desde entonces es una estrella internacional que conserva su frescura y buen humor. Aquí, celebrando con sus compañeros en el bus del equipo una victoria, asumió uno de los papeles que más le gusta: velar por la diversión.
Imagen: 2014 Constantin Film Verleih GmbH/DFB
Misión cumplida
Pocas veces se lo ve así de feliz. Joachim Löw, en el vuelo de regreso a Alemania, abrazó la Copa del Mundo y recordó el largo camino que tuvo que recorrer para lograrla desde cuando fue asistente de Jürgen Klinsmann, en el Mundial del 2006. La recompensa a sus esfuerzos estaba en sus manos, la había conseguido en el estadio Maracaná derrotando a Argentina.