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Se acabó la confianza: el canciller Scholz rompe con el FDP

7 de noviembre de 2024

El Gobierno alemán está al límite. El canciller Olaf Scholz rompió su coalición de Gobierno con la destitución del ministro de Hacienda, Christian Lindner.

El canciller alemán, Olaf Scholz en su intervención televisada, frente a todo el país.
Decidido, sin ambages, más claro que nunca: el canciller alemán, Olaf Scholz, destituyó al ministro de Finanzas del liberal FDP, Christian Lindner.Imagen: ODD ANDERSEN/AFP/Getty Images

Parece como si Olaf Scholz hubiera liberado una enorme tensión. Al canciller alemán, al que a menudo se le reprocha que sólo sabe hacer declaraciones gubernamentales insulsas, esta vez se lo vio decidido. A última hora de la tarde del miércoles (6.11.2024), anunció en la Cancillería por qué acababa de despedir a su ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner. Los liberales desaparecen así del Gobierno, y Scholz quiere dirigir ahora durante unas semanas un gabinete minoritario formado por sus socialdemócratas del SPD y Los Verdes. A menudo se habla de que suenan tambores políticos que no son tales, pero este anuncio fue una bomba.

Scholz: un paso para "evitar daños al país"

"Me vi obligado a dar este paso para evitar daños a nuestro país”, ha dicho Olaf Scholz para explicar su decisión. A lo largo del día, presentó una "oferta global al ministro de Finanzas para cerrar el agujero presupuestario de unos 10.000 millones de euros”. Este desfasaje era uno de los puntos de discordia que habían dividido recientemente a los tres partidos de la coalición, el Partido Socialdemócrata SPD, Los Verdes y el Partido Demócrata Liberal (FDP).

Un ajuste de cuentas con el líder del FDP

Pero Lindner, líder del Partido Demócrata Liberal, también había pedido toda una serie de medidas que no habían sido acordadas en la coalición: más recortes a las prestaciones por desempleo, menos protección del clima, rebajas de impuestos para las empresas. Y así irritó repetidamente a sus socios.

Christian Lindner también rechazó la última oferta de Scholz para alcanzar un presupuesto conjunto, según dijo el canciller. Y ya había frustrado muchas propuestas en el pasado. "El ministro federal de Finanzas no muestra ninguna voluntad de poner en práctica esta oferta por el bien de nuestro país en el Gobierno federal. No quiero seguir sometiendo a nuestro país a este tipo de comportamiento”. Con un ligero temblor en la voz, Scholz anuncia este ajuste de cuentas, que también es personal.

De izqda. a dcha.: los ministros alemanes Robert Habeck (Los Verdes), vicecanciller y ministro de Economía y Protección Climática; el canciller alemán, Olaf Scholz, y el entonces todavía ministro de Finanzas, Christian Lindner (FDP) .Imagen: Mike Schmidt/IMAGO

Scholz quería establecer cuatro prioridades

El canciller Scholz había sugerido a sus tres partidos gobernantes que se concentraran ahora en cuatro puntos clave, a pesar de todas las disputas: costos energéticos asequibles para la economía, salvar puestos de trabajo en la industria automovilística en apuros -especialmente en el Grupo Volkswagen-, una prima a la inversión, como exige sobre todo el vicecanciller Robert Habeck, del partido Los Verdes. Y, por último, un apoyo aún mayor a Ucrania. Nada de esto era posible con Lindner.

De esta manera se puso fin a la coalición llamada 'semáforo' por los colores de los partidos que la conformaban. Ahora se estableció un gobierno en minoría rojiverde por poco tiempo, hasta enero. Entonces, el canciller quiere solicitar un voto de confianza en el Bundestag, es decir, pedir al Parlamento que apoye sus políticas en su conjunto con una mayoría. Es probable que pierda esta votación, lo que allanaría el camino para nuevas elecciones en primavera.

Con el proceso en marcha, Scholz no olvida subir a bordo a la oposición conservadora de la CDU y la CSU. Según Scholz, propondrá al presidente de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Friedrich Merz, que trabajen juntos en dos puntos: las medidas para equipar mejor a la Bundeswehr y reforzar la economía, "porque nuestra economía no puede esperar hasta que se celebren nuevas elecciones. Y necesitamos claridad ahora sobre cómo financiaremos sólidamente nuestra defensa en los próximos años”, subrayó el canciller alemán.

Un llamado a los ciudadanos

Al final, también el canciller Scholz hizo un llamado a todos los alemanes para que miren hacia el futuro, tomando como antecedente lo ocurrido con la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos: "Cualquiera que haya echado un vistazo a Estados Unidos en las últimas semanas ha experimentado un país profundamente dividido. Un país donde las diferencias políticas han destruido amistades y familias”. Esto no debería ocurrir en Alemania, puntualizó.

A continuación, Olaf Scholz se retiró sin permitir preguntas, tras el que, sin duda, ha sido el discurso más impactante de su mandato. Queda claro cuánta frustración ha acumulado este hombre en las últimas semanas. Si los políticos de su Gobierno, y sobre todo la oposición, apoyarán su plan, es algo más que incierto. Pero, por el momento, Olaf Scholz, que tan a menudo parecía vacilante y presionado, parece estar ahora en paz consigo mismo.

(mn/cp)

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