La orfandad de los usuarios de la red en lo que respecta a un Santo que los libre de tanto virus o "error fatal" al acecho, preocupa a las altas esferas de la Iglesia. En rigor, ya es hora de que la protección divina se extienda también al ciberespacio, de momento librado a los designios de la fría técnica y los ataques despiadados de los hackers, gente que no tiene Dios ni Ley. Así lo comprendió Francesco Diani, el experto en Internet de la Conferencia Episcopal italiana, quien dio su respaldo a la iniciativa de los católicos de su país de buscar un patrono para la nueva realidad virtual.

Votación en italiano

Profundamente democrática, como suele ser la red, la búsqueda se está realizando mediante votación en una página web, en la que todos pueden participar. El hecho de que sólo esté en italiano es sin duda un punto en contra, pero con un poco de latín o, en su defecto, buena voluntad, esto no debería ser un impedimento insalvable. Como los italianos han tomado la iniciativa, no extraña mayormente que sea uno de sus propios santos el que actualmente encabeza la lista de popularidad: San Alfonso de Ligorio, gran predicador y prolífico escritor. Nacido el 27 de septiembre de 1696 cerca de Nápoles, abandonó su profesión de abogado para seguir la senda espiritual y llevar el mensaje del Evangelio de pueblo en pueblo.

Le sigue en el ranking Santa Clara, también italiana pero bastante más conocida. Amiga de San Francisco de Asís, siguió su voto de pobreza y fundó la orden de las Clarisas. Como ya es la patrona de la televisión, bien podría extender su tuición a la red. Otro de los favoritos es San Gabriel, el arcángel que llevó a la Virgen María la buena nueva de que iba a ser madre del Mesías. El portavoz divino ya tiene el patronato de la radio y, si de rapidez en la información se trata, sin duda es el mejor candidato.

El favorito del Papa

Los otros tres santos que han logrado llegar a la final son Giacomo Alberione, Juan Bosco y Maximiliano Kolbe. Pero hasta ahí podría llegar la democracia popular, porque el procedimiento para nombrar a un Santo Patrono es largo y complejo. Entre otros pasos, hay que consultar a las congregaciones que se encargan de las canonizaciones y de los oficios religiosos, que entregarán el resultado de sus deliberaciones al Papa. Juan Pablo II, por su parte, tiene al parecer otras preferencias. Se especula que su predilecto es San Isidoro de Sevilla, un arzobispo que nació en el año 556 y que fue el autor del primer diccionario etimológico. Famoso por su erudición, escribió además obras de gramática y retórica.

El Papa aún no se ha pronunciado, de manera que todos tienen aún posibilidades de acceder al cargo de protector de la red. Dicen que para Semana Santa podría adoptarse una decisión. Lo cierto es que el Vaticano no debería perder mucho tiempo. Tampoco su sitio puede prescindir de la protección divina, a juzgar por los problemas que se aprecian en sus páginas web, aunque sus servidores lleven los nombres de tres arcángeles: Rafael, Miguel y Gabriel.