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CatástrofesJapón

Se diluye la esperanza de encontrar sobrevivientes en Japón

5 de enero de 2024

La cifra de fallecidos por el terremoto subió a 92, mientras los rescatistas buscan contrarreloj a 242 personas desaparecidas.

Las localidades con más desaparecidos son dos de las más golpeadas por el temblor; Wajima, y Suzu, donde se ha confirmado que numerosas viviendas han quedado colapsadas y prosiguen las tareas de rescate a pesar de que ya ha pasado el límite de 72 horas tras el cual es muy difícil encontrar supervivientes. (04.01.2024)
Las localidades con más desaparecidos son dos de las más golpeadas por el temblor; Wajima, y Suzu, donde se ha confirmado que numerosas viviendas han quedado colapsadas y prosiguen las tareas de rescate a pesar de que ya ha pasado el límite de 72 horas tras el cual es muy difícil encontrar supervivientes. (04.01.2024)Imagen: Hiroto Sekiguchi/The Yomiuri Shimbun/AP Images /picture alliance

El saldo muertos en el devastador terremoto que estremeció el centro de Japón subió el viernes (05.01.2024) a 92, con 242 personas aún desaparecidas, mientras miles de rescatistas siguen la búsqueda de sobrevivientes con escasa esperanza de hallarlos.

Los rescatistas corrían contra el reloj a cuatro días del terremoto de magnitud 7,5 del día de Año Nuevo en busca de posibles sobrevivientes entre la destrucción.

Miles de socorristas de todo Japón han intentado alcanzar a cientos de personas en comunidades aisladas de la región de Ishikawa, con grandes dificultades debido a las réplicas, las carreteras agrietadas y los deslizamientos de tierra.

La tarde del jueves, 72 horas después del sismo, dos ancianas fueron rescatadas milagrosamente entre los restos de sus casas en Wajima, en la península de Noto, una de las zonas más golpeadas por el sismo.

Una imagen aérea muestra a los bomberos buscando a los desaparecidos en las casas derrumbadas en Suzu, prefectura de Ishikawa. Imagen: Toshikazu Sato/The Yomiuri Shimbun/AP Images /picture alliance

En la ciudad portuaria de Wajima persiste un penetrante olor a hollín, con tenues columnas de humo visibles de un enorme incendio que destruyó cientos de estructuras el día del terremoto.

Escombros siguen arrojando cadáveres

En la ciudad de Suzu, un hombre observaba en silencio cómo varios socorristas levantaban con cuidado de entre los escombros el cuerpo de su esposa, envuelto en plástico azul en una camilla. El se secó la cara con un trapo. Tenía los ojos enrojecidos.

Esta escena se repitió trágicamente en toda la prefectura de Ishikawa y regiones cercanas de la costa occidental de Japón tras el potente temblor del lunes que diezmó casas, destrozó carreteras y esparció barcos como juguetes en las aguas, mientras sonaban las alertas de tsunami.

Las autoridades de Ishikawa dijeron que 55 de los fallecidos se encontraban en la ciudad de Wajima y 23 en Suzu. Los otros 13 se registraron en cinco ciudades vecinas.

De las más de 460 personas que resultaron heridas, al menos 26 son de gravedad.

Las autoridades dijeron que 242 personas siguen desaparecidas, dando a conocer una lista de nombres
que ha crecido día a día. Muchos de ellos son ancianos de Wajima y Suzu, las ciudades más afectadas.

En tanto, cientos de personas permanecían en refugios gubernamentales.

jc (afp, ap)

 

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