El PIB de China creció un 7 por ciento, tanto en el primero como en el segundo trimestre del año, informó el instituto de estadística en Pekín. Los datos publicados este miércoles (15.07.2015) por el Consejo de Estado chino sorprendieron a los analistas, que habían pronosticado un crecimiento ligeramente inferior del 6,9 por ciento. Según las cifras oficiales, las más recientes medidas de estímulo de Pekín compensaron la tendencia a largo plazo a la ralentización, en línea con el objetivo oficial de crecer un 7 por ciento en 2015.

"China pierde cada vez más su ventaja en los costes, porque los salarios van aumentando. Esa es la razón por la que las empresas extranjeras se llevan sus fábricas fuera", dijo a la prensa el profesor universitario de economía en Pekín He Xiaoyu. Lo problemático sigue siendo la sobrecapacidad de las empresas estatales y la estricta campaña anticorrupción de Pekín, que ralentiza la economía.

Los últimos datos de junio dan pie a la esperanza: El volumen de ventas del comercio al por menor aumentará considerablemente un 10,6 por ciento y la producción industrial creció casi un 7 por ciento. "Es bastante probable que la economía crezca hasta el fin de año", dijo He.

Otros expertos se manifestaron menos confiados. Creen que el crecimiento económico real se encuentra claramente por debajo de las cifras oficiales del 5 o el 6 por ciento. El primer ministro chino, Li Keqiang, había anunciado que el objetivo del crecimiento este año era del cerca del 7 por ciento. Una cifra que para los parámetros chinos es muy baja. El año pasado el país creció un 7,4 por ciento, el índice más bajo en los últimos 24 años.

RML/MS (dpa, efe)