Los productos alemanes se siguen vendiendo bien, a pesar de la crisis. El ramo exportador alemán saca provecho de la debilidad del euro y los intereses bajos. Para países altamente endeudados como España e Italia, antes del euro la cosa era más fácil. Si las exportaciones iban mal, la moneda nacional se devaluaba y los productos se volvían más baratos.

Incluso circula una que otra teoría de que Alemania –como principal beneficiado de la crisis- en realidad no tendría interés en una solución rápida. Ilja Nothnagel de la Cámara Alemana de Industria y Comercio es de otra opinión: “Alemania es para 18 países europeos el mercado más importante. La buena coyuntura aquí ayuda a nuestros socios a volver a la senda del crecimiento”.

La maquinaria, un as

Los fabricantes de maquinaria se sienten inseguros, aunque a muchos todavía les va bien por los grandes pedidos previos. Con todo, así Olaf Wortmann de la Asociación Alemana de Constructores de Maquinarias (VDMA), el ramo empieza a sentir la crisis; este año ya se registró una reducción del 2 por ciento en las exportaciones hacia Italia.

En cambio, curiosamente, las exportaciones de maquinaria y equipo hacia España han crecido en este semestre un dos por ciento.

Pero, en general, en el primer semestre de 2012 ha habido un descenso de volumen de pedidos del siete por ciento con relación al mismo período del año anterior. Según Wortmann, esto se debió a una normalización del mercado después del 2011, que fue un año récord.

Europa, el mercado más importante

Dado que el 60 por ciento de las exportaciones alemanas se quedan en Europa, según Anton Börner, presidente de la Asociación de Comercio Exterior (BGA), la crisis sí se siente en el ramo. El que las exportaciones alemanas hayan crecido en un cuatro por ciento desde comienzos de año lo explica con la dinámica de los países emergentes y en desarrollo. Pero en su opinión, en caso de que la crisis no sea solucionada pronto, las turbulencias europeas afectarán masivamente a la economía mundial.

Los éxitos exportadores alemanes siguen siendo los automóviles y la maquinaria. La industria química aporta lo suyo; y del ramo del acero, un 50 por ciento de la producción se destina al extranjero.

¿Esperanzas en el Asia?

Los exportadores alemanes cifran sus esperanzas en el mercado asiático. Pero en este año, la locomotora china ya perdió potencia: su crecimiento en el último trimestre fue tan lento como durante la crisis financiera global. Para Wortmann, la disminución de los pedidos de la China se explica con que “por nueve años tuvimos índices de crecimiento que permitieron triplicar el negocio. Un menos de once por ciento no me parece grave”.

Autora: Monika Lohmüller/mb
Editora: Emilia Rojas