El ministro alemán de Interior, Otto Schily, y sus homólogos de los estados federados germanos preparan la expulsión de un centenar de islámicos amparados en la nueva ley de inmigración, que agiliza los procesos de extradición.

Según el semanario “Der Spiegel”, funcionarios de la administración federal y de los estados se disponen a poner en práctica la denominada “Acción Kehraus” para proceder a las expulsiones de presuntos extremistas islámicos.

La nueva ley de inmigración, en vigor desde el primero de enero, permite la extradición de extranjeros, aunque no hayan incurrido aún en un delito grave y fundamentándose en “sospechas firmes de que representan un peligro”.

El conservador estado de Baviera anunció ya hace unas semanas su propósito de expulsar a una cuarentena de presuntos islámicos.

El departamento de investigaciones criminales bávaro (LKA) coordinó hace diez días una redada en varios estados federados, donde se procedió a la detención de una veintena de sospechosos.