En su informe económico anual de la eurozona, la OCDE mantuvo las mismas perspectivas de crecimiento, inflación y desempleo que había presentado en las previsiones generales del mes de mayo. Las previsiones centrales para el área euro prevén un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) del 1,6 por ciento este año luego de un 0,5 por ciento registrado en el 2003.

Impulso en 2005

La OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, espera para el año 2005 una clara recuperación de la coyuntura en la eurozona. Lo cual significaría un “2,5 por ciento más en los doce países que manejan la moneda común, luego del crecimiento moderado del 1,5 por ciento durante el presente año”. Así lo informó la OCDE hoy en París . El desempleo se mantendría igualmente alto en 2005, mientras que la inflación podría descender por debajo del 1,5 por ciento. Pero la OCDE acompaña estas perspectivas optimistas con una serie de advertencias y consejos que recomienda seguir en los próximos años.

Más drásticos y “ambiciosos”

Según la OCDE, las finanzas estatales de la eurozona deberían ser saneadas de modo drástico y “más ambicioso” que lo realizado hasta el momento. Asimismo, en el informe se recomienda emprender esta tarea independientemente del pacto de estabilidad de la UE. En muchos países el pacto no es más que el “mínimo” para enfrentarse a los desafíos que presentan los presupuestos públicos de sociedades cada vez más "viejas".

Mayor competitividad de mercado

Los países de la eurozona fueron exhortados a mejorar la competitividad en los mercados y lograr una mayor flexibilidad en los salarios. Por lo demás la OCDE alentó a los países en cuestión a crear un mercado interior para servicios, fortalecer los nexos con los mercados financieros e implementar condiciones básicas que faciliten las innovaciones.

Política impositiva deficiente

El informe de la OCDE critica además la política impositiva: “durante el último auge muchos gobiernos perdieron la oportunidad de sacar ventajas para mejorar su situación presupuestaria” y llega a la conclusión que “la política monetaria continúa siendo el soporte de la actividad económica”.