Secretario de Estado de EEUU llega de sorpresa a Afganistán
15 de abril de 2021
Antony Blinken se reunió con el mandatario afgano y reiteró el compromiso de Washington de seguir apoyando al gobierno de Kabul, que negocia con los talibanes un acuerdo de paz.
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El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llegó este jueves (15.04.2021) a Afganistán, en una visita sorpresa para presentar el plan de la administración del presidente Joe Biden para retirar todas las tropas estadounidenses antes del 11 de septiembre, cuando se cumpla el vigésimo aniversario de los atentados de 2001.
Blinken llegó hacia el mediodía a Kabul y se reunió con las principales autoridades del país, entre ellas el mandatario afgano, Ashraf Ghani, y el presidente del Consejo Superior para la Reconciliación Nacional (HCNR), Abdullah Abdullah, con los que habló sobre la retirada estadounidense y el proceso de paz con los talibanes, que se encuentra estancado.
Ghani destacó durante su encuentro que "respetan" la decisión estadounidense de retirar las tropas de Afganistán, y ahora el Gobierno afgano "tratará de cooperar para una transición sencilla", al tiempo que subrayó que las fuerzas de seguridad afganas están preparadas para la defensa del país. "Ahora se necesita una discusión clara sobre el inicio de una nueva fase de cooperación”, subrayó el mandatario afgano.
No era para siempre
Blinken aseguró que Estados Unidos nunca tuvo la intención de quedarse para siempre en Afganistán, y que ya había llegado el momento de salir del país. En una conferencia realizada en la embajada estadounidense en Kabul, agregó que ahora Washington intensificará su presencia diplomática y seguirá aportando la ayuda humanitaria necesaria, además de defender los derechos de las mujeres y niñas.
Por su parte, Abdullah destacó que, en su encuentro con Blinken, intercambiaron "puntos de vista sobre la decisión de Estados Unidos de retirar las tropas de Afganistán y el proceso de paz afgano". "Le agradezco tanto a él como al Gobierno estadounidense su apoyo a Afganistán y su nuevo compromiso de continuar apoyando a Afganistán y los esfuerzos de paz", remarcó Abdullah en Twitter.
DZC (EFE, AFP, Reuters)
La interminable lucha por el poder en Afganistán
A 17 años de la invasión estadounidense, Afganistán sigue sumido en la violencia desatada por los talibanes. Una serie de mortales atentados en el último año sugiere que los radicales son más fuertes que antes.
Imagen: picture alliance/Photoshot
Una seguridad frágil
Los reiterados ataques que han tenido lugar en 2018 y 2019 han causado la muerte y dejado con heridas a cientos de inocentes, y muestran cuán frágil es la situación del país y el débil poder del gobierno. Los incidentes han provocado desesperación en los ciudadanos, cansados de la guerra, y han puesto en evidencia las limitaciones del Estado para garantizar la estabilidad.
Imagen: Reuters/M. Ismail
Una larga serie de ataques
Los episodios de violencia han puesto nuevameente a Afganistán en el centro de la mirada internacional. Tanto los talibanes como el Estado Islámico se han atribuido distintos ataques, mientras crece la presión para que el gobierno afgano mejore la seguridad y recupere los territorios que están bajo el dominio de distintos grupos insurgentes, incluidos los ya citados talibanes y Estado Islámico.
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Ofensiva de primavera
En 2018, los talibanes anunciaron el comienzo de su ofensiva anual de primavera, desestimando una oferta de paz realizada por el presidente Ashraf Ghani. Los milicianos, que luchan para reinstaurar su visión radical de la ley islámica, aseguraron que su campaña fue en respuesta a la estrategia adoptada por EE.UU. en 2017, más agresiva con el fin de forzar a los insurgentes a sentarse a negociar.
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La política para Afganistán de Trump
El presidente de EE.UU., Donald Trump, presentó una nueva estrategia para Afganistán en 2017, prometiendo desplegar más tropas para entrenar a las fuerzas afganas. También aseguró que su país seguiría apoyando a los afganos en su guerra contra los talibanes y que, para ello, la presencia estadounidense se extendería todo lo que fuera necesario. En 2019, sin embargo, cambió de parecer.
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Proceso de paz
Pese a que el presidente Ghani realizó una oferta en febrero de 2018 para que hubiera conversaciones de paz "sin condiciones previas", los talibanes no mostraron interés alguno hasta 2019, desestimando las propuestas como parte de una "conspiración". En 2019 aceptaron negociar, pero directamente con Estados Unidos, pasando por encima de Kabul.
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Apoyo paquistaní
Pakistán ha sido presionado por Kabul y Washington para que deje de ofrecer refugio a los militantes acusados de realizar ataques en Afganistán, un cargo que Islamabad niega, insistiendo en que su influencia sobre los insurgentes es sobreestimada. Kabul e Islamabad intercambian acusaciones de proteger a milicianos del otro país. El lenguaje áspero ha caracterizado la relación entre ambos vecinos.
Imagen: DW/H. Hamraz
El papel de los señores de la guerra
Además de los talibanes, los señores de la guerra afganos ejercen una enorme influencia en el país. El año pasado, el líder de Hizb-i-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, volvió a Kabul -tras un exilio de 20 años- para jugar un rol activo en la política. En septiembre de 2016, el gobierno firmó un acuerdo con él con la esperanza de que otros señores de la guerra y grupos radicales siguieran el ejemplo.
Imagen: Reuters/O.Sobhani
Un gobierno ineficiente
En medio de una interminable batalla por el poder, los niveles de respaldo al presidente Ghani no hacen más que bajar. La corrupción desenfrenada y el largo tira y afloja dentro del gobierno de unidad nacional respaldado por Estados Unidos han tenido un impacto negativo en los esfuerzos gubernamentales para acabar con el terrorismo.