Secuestro de una alemana en Irak: malas perspectivas
30 de noviembre de 2005
Los raptores exigen el cese que Alemania deje de apoyar al Gobierno iraquí.
Una pesadilla para el Gobierno
El diario MITTELDEUTSCHE ZEITUNG, de Halle, escribe: "El secuestro de una alemana en Irak es una pesadilla para el Gobierno, porque las posibilidades de acción tienden a cero. Es superfluo especular acerca de qué exigencias plantean realmente los secuestradores. De ninguna manera pueden ser satisfechas, para no alentar la realización de otros actos similares. La inflexión de la voz y la expresión de la canciller federal, Angela Merkel, durante su breve toma de posición, no dejan duda alguna de que es muy consciente acerca del reducido espacio de maniobra que tiene en este caso de secuestro".
¿Aproximarse a Washington?
El diario ruso GASETA, de Moscú, comenta: "Alemania fue, junto con Francia y Rusia, uno de los principales opositores de Washington y Londres cuando se estaba preparando la guerra de Irak, Berlín condenó claramente la invasión y puso en duda los datos proporcionados por los servicios secretos norteamericanos acerca de la existencia de armas de destrucción masiva en manos de Saddam Hussein. Hoy, la nueva canciller declara abiertamente que para ella, la principal tarea en política exterior es aproximarse nuevamente a Washington. No está claro todavía si este secuestro podrá cambiar esa posición".
Las personas no interesan
El matutino FRANKFURTER RUNDSCHAU, de Fráncfort del Meno, editorializa: "Sea cuales sean los objetivos que persiguen, ya sea que exijan realmente el cese de las relaciones diplomáticas entre Alemania y el Gobierno de Irak o simplemente quieran cobrar un rescate, en todo caso no les interesa un ápice que personas como Susanne Osthoff ayuden a aliviar las penurias de la población iraquí. La esperanza de que Osthoff y su chofer sean dejados en libertad se combina con la triste constatación de que el secuestro de ambos es otra razón para que las organizaciones humanitarias se retiren de Irak, porque la situación allí es demasiado peligrosa".
Alemania no puede dejarse extorsionar
El BERLINER ZEITUNG, de Berlín, opina: "Las perspectivas son malas para Susanne Osthoff si los secuestradores son realmente extremistas políticos, si pertenecen a Al Qaeda o a algún otro grupo terrorista. Sobre dinero se puede negociar. Sobre ideologías, no. Un Estado, en este caso Alemania, puede dar dinero a cambio de una vida humana, incluso lo tiene que dar. Pero no puede dejarse extorsionar en sus decisiones políticas o humanitarias. Si los secuestradores exigen realmente lo que dicen exigir, que Alemania deje de ayudar al Gobierno de Irak y no apoye más a la policía local, ello no se puede cumplir".