El rotativo Neue Osnabrücker Zeitung de la ciudad de Osnabrück, recuerda que "lo último que se pierde son las esperanzas." Y prosigue reconociendo que "éste es un duro golpe para las martirizadas familias de los secuestrados y para Alemania misma. Desde hace cinco meses terroristas islámicos mantienen en su poder a un grupo de alemanes, suizos y holandeses. La muerte por insolación de una madre de dos hijos, secuestrada y arrastrada por el candente desierto del Sahara, hace temer todo lo peor. Al parecer el tiempo trabaja en contra de quienes buscan su liberación en Alemania, Argelia y Mali".

El dilema del efecto publicitario

Die Welt, de Berlín, plantea el dilema sobre si dar o no vasto cubrimiento periodístico a los casos de secuestro y afirma que "el Gobierno alemán emplea ahora una táctica totalmente contraria al caso del secuestro de una familia alemana en la isla filipina de Jolo en el 2000. Durante el mencionado caso, los secuestrados eran visitados casi a diario por la prensa internacional que seguía, con lujo de detalles, cada movimiento, tanto de captores como de rehenes. Tan amplio cobertura, le dió a los terroristas filipinos de corte islámico una fama invaluable. El actual caso empero, está siendo manejado con el más absoluto hermetismo, lo que no es del todo erróneo. Pero el precio del silencio por parte del Gobierno es que la opinión pública queda a la deriva."

Esperanzas en pronto desenlace

De un "giro crucial" habla, por su parte, el periódico Rheinpfalz de la ciudad de Ludwigshafen, y vaticina que "a los terroristas ya no les queda mucho tiempo para imponer sus exigencias – cualquiera que sean. Pero los gobiernos de Alemania, Suiza y Holanda tampoco tienen todo el tiempo del mundo para rescatar a sus nacionales. Este punto crucial hace confiar en un pronto desenlace."

Temor a espejismo

Un tanto pesimista se muestra el rotativo FRANKFURTER NEUE PRESSE, del centro bancario a orillas del Meno, temiendo que "el largo tiempo que ya dura el dramático secuestro hace creer que diversos intentos de rescate y negociaciones ya han fracasado. Por eso sólo queda confiar en que el `dinámico proceso` en el cual ha entrado el caso, no vaya a resultar siendo un espejismo."