Según los primeros sondeos, Olaf Scholz ganó el debate
12 de septiembre de 2021
El actual ministro de Finanzas aguantó los ataques de Armin Laschet por los escándalos financieros, mientras la candidata verde se centra en diferenciarse de ambos.
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Alemania: Olaf Scholz ganó debate electoral según sondeos
03:54
El candidato conservador a ser el próximo canciller alemán, Armin Laschet, aprovechó el debate televisado de este domingo (12.09.2021) para atacar a su principal rival, Olaf Scholz, por una serie de escándalos financieros. Sin embargo, Scholz, ha obtenido la mejor valoración de los espectadores, según las primeras encuestas, frente a Laschet y a la candidata de Los Verdes, Annalena Baerbock. Un 39 por ciento de los encuestados consideró a Scholz como el más competente de los tres frente al 25 por ciento para Baerbock y el 24 por ciento para Laschet.
A falta de dos semanas para las elecciones de las que saldrá el sucesor al frente de la Cancillería alemana de Angela Merkel, los demócrata cristianos de la CDU continúan por detrás en las encuestas del socialdemócrata SPD de Scholz. Laschet trató de recuperar terreno atacando al actual ministro del gobierno de coalición: "Si mi ministro (regional) de Finanzas hubiera trabajado como usted, habríamos tenido un gran problema", dijo Laschet en uno de sus golpes más directos contra Scholz durante el segundo de los tres debates televisados antes de las elecciones del 26 de septiembre.
Laschet citó la redada de la semana pasada contra las oficinas del Ministerio de Finanzas, el fraude y la quiebra posterior de Wirecard y el escándalo fiscal Cum-Ex como ejemplos en los que argumentó que Scholz no había cumplido con sus obligaciones como ministro de Finanzas. Scholz respondió diciendo que "con sus preguntas, vemos cuán deshonesto es", y argumentó que, de hecho, había mejorado las capacidades de supervisión del ministerio y que el escándalo Cum-Ex viene de antes de que él asumiera el cargo en 2018.
El segundo debate, más animado y con más intercambio entre los participantes que el primero, hace dos semanas, incluyó varios roces entre Scholz y Laschet, en temas también como los posibles socios en un hipotético gobierno de coalición o la política climática. Los tres candidatos rehusaron delimitar claramente con quién estarían dispuestos a formar coalición. En el caso de una victoria de Scholz, ha habido un gran debate sobre si consideraría una coalición con Los Verdes y La Izquierda, una posibilidad que no ha descartado.
Esto marcaría un giro importante hacia la izquierda para la mayor economía de Europa después de 16 años de coaliciones de centro derecha lideradas por la canciller Angela Merkel. "Usted no ha descartado esa coalición y estoy seguro de que si tiene una mayoría para formarla, aunque no logre el primer lugar, la formará", dijo Laschet. "Quiero un mandato fuerte para el SPD. El que gobierne en Alemania tiene que apostar claramente por la alianza transatlántica y por la UE. Pero todavía no estamos en negociaciones de Gobierno. Lo primero es que los electores tomen su decisión", zanjó Scholz.
Baerbock también está luchando para detener una caída gradual en las encuestas, que llegó a liderar a principios de año cuando anunció su candidatura, y trató de compensar su falta de experiencia de gobierno mostrando buen conocimiento de los temas planteados. Enfatizó repetidamente que Laschet y Scholz eran de partidos que actualmente están en el gobierno juntos, e instó a los votantes a romper con el pasado y votar por su partido.
En cuanto a simpatías, Baerbock obtuvo una valoración ligeramente mejor que la de Scholz con un 37 por ciento frente al 35 por ciento. Laschet atrajo solo un 18 por ciento de los espectadores. Actualmente, el SPD tiene en las encuestas de los diversos institutos demoscópicos entre 25 y el 26 por ciento de apoyo, la CDU/CSU entre el 21 y el 22 por ciento y Los Verdes entre el 16 y el 17 por ciento.
lgc (dpa/efe)
Angela Merkel, la canciller imbatible
Merkel demostró un talento especial para neutralizar o marginar a los políticos que se interponían en su camino. Esto aplica tanto para sus compañeros de partido como para sus rivales de otras agrupaciones.
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La "chica de Kohl" deja el apodo en el olvido
El veterano canciller Helmut Kohl dio a Merkel su primer puesto ministerial e impulsó su carrera. Tras perder en 1998, Kohl vio como su discípula le daba la espalda, al igual que la Unión Cristianodemócrata (CDU). Merkel, entonces secretaria general de la CDU, dijo que Kohl, quien había aceptado donaciones de fuentes que se negó a revelar, había dañado al partido. Y siguió adelante sin él.
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Gerhard Schröder, el fin de una carrera
Merkel marcó el fin de la carrera del entonces canciller Gerhard Schröder en la elección de 2005, aunque la vanidad del socialdemócrata ayudó en ello. Su partido, el SPD, terminó un punto detrás de la alianza CDU/CSU. En la TV, Schröder aseguró que los alemanes querían que él siguiera al mando, pese a que las cifras decían otra cosa. Luego, ella asumió la cancillería y él se retiró de la política.
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Frank-Walter Steinmeier, eterno socio
Steinmeier fue ministro de Exteriores de Merkel por cuatro años (2005-2009), hasta que los socialdemócratas la desafiaron en las elecciones de 2009. Mucha gente dice que la dura derrota del SPD se debió a la falta de carisma de Steinmeier. Pero él se recuperó y en 2013 volvió como ministro, de nuevo con Merkel como jefa. En 2017, se convirtió en presidente de Alemania.
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Günther Oettinger, fuera del camino
Eliminar rivales no siempre significa sacarlos de la escena política. Merkel envió a su compañero de partido y potencial rival Günther Oettinger, ministro presidente de Baden-Württemberg, a un alto cargo en la Comisión Europea en 2010. Oettinger no tenía experiencia política a nivel comunitario, pero era famoso por sus declaraciones carentes de tacto. Hoy está en su tercer puesto como comisionado.
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Roland Koch, abandonado en el frío
Roland Koch era conocido por su amistad con el Dalai Lama y por reunir millones de firmas para echar abajo los planes del gobierno para la doble ciudadanía. El ministro presidente de Hesse era parte de la camarilla de hombres de la CDU que nunca imaginaron el ascenso de Merkel y que pensaban que la sobrevivirían. Koch esperó en vano que lo llamaran desde Berlín. Al final, ella lo sobrevivió a él.
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Christian Wulff, el infortunio hecho presidente
Christian Wulff no era la primera opción de Merkel para asumir la presidencia, pero la renuncia en 2010 de Horst Köhler la puso en apuros y los jefes de partido no aprobaron el nombre de Ursula von der Leyen (actual presidenta de la Comisión Europea). La elección de Wulff fue una sorpresa para todos, incluso para él mismo. Después renunció acusado de corrupción, cargo del que fue absuelto.
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Peer Steinbrück, el hombre correcto en el momento equivocado
Merkel estaba en la cima cuando el SPD nominó a Peer Steinbrück como cabeza de lista para las elecciones de 2013. La canciller no tuvo rival en su partido y había liderado la lucha contra la crisis de la deuda en Bruselas. Steinbrück, ministro de Finanzas de Merkel y ex ministro presidente de Renania del Norte-Westfalia, tenía la experiencia como canciller, pero tenía pocas opciones ante Merkel.
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Friedrich Merz, retorno y adiós
Friedrich Merz era líder de la fracción parlamentaria de la CDU/CSU hasta que fue sacado del puesto por Merkel en 2002. Dejó su asiento en el Parlamento en 2009 y se convirtió en presidente del mayor administrador de patrimonio del mundo, BlackRock. Cuando Merkel anunció su dimisión como líder de la CDU, Merz regresó a la política y se ofreció para reemplazarla. Pero perdió ante Armin Laschet.