Los británicos tendrán más tiempo para lograr un "brexit blando". Pero eso implica que deberán participar en las elecciones del Parlamento Europeo. ¿Más tiempo = menos caos? Bernd Riegert lo duda.
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El "brexit" se esta volviendo cada vez más absurdo. El Estado que quiere abandonar la UE y no logra organizar una retirada ordenada puede ahora verse obligado a participar en las elecciones europeas. Elecciones para un gremio al que ya no quiere pertenecer. No es de extrañar que los más feroces defensores del "brexit" hayan aprovechado la oportunidad para anunciar un saboteo de la UE desde dentro después de las elecciones.
La UE intenta ahora tapar lo absurdo de la situación con una extensión flexible y ligada a condiciones. Cuando los británicos hayan acordado de una vez por todas un tratado para la salida, podrán abandonar la UE el próximo primero de mes, pero a más tardar deberán hacerlo el 31 de octubre. Nadie se planteó la pregunta de por qué es necesaria una limitación.
Una prórroga tras otra
Durante estos dolorosos meses hasta octubre, con un Parlamento completamente dividido y una primera ministra sin poder ni apoyo, Gran Bretaña debe comportarse bien en la mesa y no obstruir la política de la UE. "Recuperar el control" (Take back control!). Esta promesa se interpretó de otra manera durante la campaña del "brexit".
Durante la larga noche de la cumbre en Bruselas, la UE dictó las condiciones a la primera ministra británica y decidió sobre si el país se iría sin un acuerdo el viernes, o dentro de unos meses. No está nada claro si habrá un acuerdo ratificado por ambas partes al final de esta nueva prórroga. Puede ser que este teatro del absurdo solo se prolongue más. A estas alturas ya queda claro que, de ser necesario, a finales de octubre habrá otra prórroga más, porque la UE no quiere ser culpable de un "brexit duro".
La única solución viable habría sido cancelar la retirada solicitada por el Gobierno británico. Entonces Gran Bretaña, miembro de pleno derecho, tendría todo el tiempo del mundo para organizarse y preparar un nuevo intento para negociar un acuerdo de retirada con la UE. Claro, los partidarios del "brexit duro" estarían furiosos. Theresa May tendría que dimitir tras la revocación de la solicitud de retirada, pero eso es algo que ya ofreció de todos modos.
El caos sigue
Sigue la incertidumbre para los ciudadanos y las empresas. Todo está en el aire. La situación es veneno para las decisiones de inversión. Hasta ahora, los 27 Estados de la UE han estado notablemente unidos en el tema del "brexit". Pero esta unidad está empezando a resquebrajarse. Francia ha luchado duramente contra la larga extensión favorecida por una gran mayoría. Al igual que Theresa May, Francia quería fijar el 30 de junio, para evitar la participación británica en las elecciones europeas. Alemania propuso el mes de diciembre o marzo para sacar el tema "brexit" ya de una vez de los titulares.
El resultado final es un compromiso típico que no se puede justificar de manera objetiva. Todos se encuentran en la mitad del camino, que es finales de octubre. La prórroga ya tiene un apodo: "Halloween-brexit". En la última noche de octubre los espíritus y los fantasmas andan por las calles. ¿Un buen presagio?
(gg/er)
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Estos son los protagonistas del "brexit"
Reino Unido está abandonando la UE. ¿Quiénes son los protagonistas de este drama? Acá revisamos a los involucrados en este desordenado divorcio.
Imagen: picture-alliance/empics
La líder dubitativa: Theresa May
Theresa May se convirtió en primera ministra luego de que David Cameron renunciara al cargo tras la votación del "brexit", en junio de 2016. Desde entonces, May ha intentado determinar qué tipo de "brexit" quiere su Gobierno. La línea más dura del Partido Conservador busca una salida a toda costa. Otros prefieren mantenerse cerca del bloque. La UE ha rechazado muchas de las exigencias de May.
El líder laborista no juega ningún rol en las conversaciones sobre el "brexit", pero es influyente en su condición de jefe del principal partido opositor. Los laboristas han presionado al Gobierno, que tiene ligera mayoría en el Parlamento, para obtener un "brexit" suave. Pero la actitud de Corbyn ha sido tibia. En 1975, el izquierdista votó por la salida de Reino Unido de la Comunidad Europea.
Imagen: picture-alliance/empics/A. Chown
El enemigo bullicioso: Boris Johnson
Los dos turbulentos años de Boris Johnson como ministro de Exteriores llegaron a su fin el 9 de julio de 2018. El conservador había sido uno de los principales rostros de la campaña por salir de la UE y siempre desaprobó la propuesta de "brexit suave" de May, señalando que lo mejor era un quiebre total con la UE. En su día, fue el segundo miembro del gabinete en renunciar en 24 horas.
Imagen: picture alliance/AP Images/M. Turner
El alegre exdelegado: David Davis
David Davis encabezó el Departamento Británico para la Salida de la UE y fue jefe negociador de su país hasta que dejó su puesto, el 8 de julio, 24 horas antes de que Downing Street anunciara también la salida de Boris Johnson. Davis se había opuesto durante años a la UE y por ello se le otorgó el cargo. Estuvo en varias rondas de negociaciones con su contraparte de la UE, Michel Barnier.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/V: Mayo
Tras los pasos de Davis: Dominic Raab
Tras la renuncia de David Davis, Theresa May convocó al euroescéptico Dominic Raab. Este legislador pro "brexit", había ejercido antes como jefe de personal de Davis. Previamente, había trabajado para un negociador palestino en el proceso de paz de Oslo, además de desempeñarse como abogado internacional en Bruselas. El 15 de noviembre, también Raab renunció al cargo.
Imagen: Reuters/H. Nicholls
El diplomático del cambio: Jeremy Hunt
Jeremy Hunt fue el encargado de Salud del Reino Unido hasta que reemplazó a Johnson como titular de Exteriores, en julio de 2018. El político, de 51 años, había apoyado la permanencia en la UE, pero dijo en 2017 que había cambiado de opinión en respuesta a la "arrogancia de la Comisión Europea" en las conversaciones sobre el "brexit". Se ha comprometido a lograr "un gran acuerdo" para Reino Unido.
Imagen: picture-alliance/Photoshot
El duro: Nigel Farage
Nigel Farage fue el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido ((UKIP) hasta julio de 2016. En su rol, ayudó a presionar al entonces premier David Cameron para que llamara a un referéndum sobre el "brexit". Fue un activista en la campaña por dejar la UE, y todavía tiene cierta influencia en las conversaciones debido a su enorme popularidad entre los que apoyan el "brexit".
Imagen: Getty Images/AFP/F. Florin
El hombre de las finanzas: Arron Banks
El empresario Arron Banks es amigo de Farage y donó una cantidad de dinero importante al antiguo líder de UKIP, llegando a convertirse en el mayor financista del movimiento por la salida de la UE. Tuvo varias reuniones con autoridades rusas antes del referéndum, pero ha rechazado acusaciones de haberse coludido con Rusia de cara al "brexit", calificando las denuncias como una "cacería de brujas".
Imagen: Getty Images/J. Taylor
Los jefes europeos: Jean-Claude Juncker y Donald Tusk
Los presidentes de la Comisión Europea (Juncker) y del Consejo Europeo (Tusk) son los cargos más importantes dentro del bloque. Juncker dirige el Ejecutivo. Tusk representa a los 27 gobiernos de la UE. Y ambos han liderado la posición de Bruselas en las negociaciones. Lo que diga Tusk es muy importante: sus 27 jefes -y no la Comisión- son los que votarán el acuerdo que se alcance con Londres.
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Vanden
El europeísta acérrimo: Michel Barnier
Desde que fue nombrado negociador principal para el "brexit", en octubre de 2016, el exministro de Exteriores de Francia y comisionado europeo se ha convertido en un nombre familiar en la UE. Pese a su prominencia, Barnier tiene un margen de acción limitado. Su función es seguir las estrictas directrices que imponen los 27 e informar periódicamente de los avances en las conversaciones.
Imagen: Reuters/Y. Herman
El vigilante inquieto: Leo Varadkar
El premier irlandés ha sido uno de los líderes más importantes durante las negociaciones. Reino Unido ha dicho que abandonará la unión aduanera y el mercado único de la UE. Eso significa que Irlanda, miembro de la UE, podría reinstalar controles aduaneros en la frontera con Irlanda del Norte, una región británica. Pero Varadkar ha dicho que el regreso de una "frontera dura" no es aceptable.
Los líderes de los 27 gobiernos de la UE han dirigido las negociaciones. Han acordado los lineamientos generales que deben encauzar el camino del jefe negociador Barnier, y han ayudado a crear una posición común que debe ser coordinada por Tusk y Juncker. Cada gobierno puede, además, influir en el resultado final, pues el acuerdo debe ser aprobado por unanimidad.