Seis cosas necesarias para evitar una catástrofe climática
Katharina Wecker
14 de octubre de 2018
La ONU advirtió sobre las dimensiones del cambio climático, pero también destacó que aún es posible evitar sus peores consecuencias. Esto requiere de voluntad política, pero hay algunas cosas que podemos hacer nosotros.
Publicidad
Desde épocas preindustriales hasta la actualidad hemos calentado la Tierra en 1 grado, con consecuencias nefastas: el nivel de los mares sube, los corales de arrecife mueren, diversas especies animales se extinguen y cada vez hay más fenómenos meteorológicos extremos.
Un nuevo reporte del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) describe cómo sería el mundo si la temperatura global aumentara 2 grados: sería terrible. Por eso, les proponemos seis acciones concretas para contribuir a detener el cambio climático.
1. Cambie de proveedor energético
La mayoría de los gases invernadero en la atmósfera provienen de la combustión de carbón, aceite y gas natural. Una quinta parte de las emisiones de CO2 en Alemania proviene del carbón o lignito. Sería fundamental entonces reemplazar combustibles fósiles por energías renovables. Opte por un proveedor que ofrezca electricidad obtenida a través de energía eólica, hidráulica o bioenergía.
2. Coma menos carne
La manera más simple reducir tu impacto en el medio ambiente es evitar consumir carne y productos lácteos, sugiere un estudio publicado en la revista Science. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el 14,5 por ciento de todas las emisiones de gases invernadero causadas por el ser humano provienen del sector animal, gran parte de la producción vacuna y láctea. Esto es más de lo que emiten autos, barcos y aviones en todo el mundo.
3. Desperdicie menos comida
Una cuarta parte de las emisiones de gases invernadero es causada por la agricultura, es decir, el proceso de producción de alimentos. Pero la tercera parte de toda la comida en el planeta termina en la basura. Según la ONU, el desperdicio de comida se traduce en 3,3 mil millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2), lo que es más de las emisiones anuales de la India. Así que compremos solamente lo que realmente vayamos a comer.
4. Viaje en tren y no en avión
Se estima que las emisiones de los aviones conforman más del 2 por ciento de la totalidad de emisiones de CO2, pero también otros gases emitidos por los aviones contribuyen a aumentar el calentamiento global. Un ciudadano europeo promedio emite unos 900 kilogramos de CO2 por año. Para tener una idea: un viaje de ida y vuelta en avión significa de 700 a 2.800 kilogramos de CO2, según la distancia recorrida.
5. Consuma menos
La mayoría de los países gastan todos los años más recursos naturales de los que el planeta puede volver a generar en ese tiempo. Si mantenemos nuestro nivel actual de consumo en Alemania, necesitaríamos todos los años 1,7 planetas más para restablecer el equilibrio ecológico. Los países con los mayores ingresos son también los que consumen más recursos. ¿Realmente necesitamos ese nuevo celular o ese vestido rebajado? La mejor manera de reducir nuestra huella ambiental es consumir menos, reciclar, comprar productos sostenibles y volver a usar todo una y otra vez.
6. Participe en acciones colectivas
Muchos están convencidos de que lo mejor que puede hacer cada individuo es crear grupos y acciones conjuntas. El cambio climático adquirió tal dimensión que ya no alcanza con cambiar nuestro estilo de alimentación y hábitos de consumo individuales. La gente debería sumarse a grandes movimientos de mucho alcance, para así poder lograr un cambio real.
Autora: Katharina Wecker (VR/DZC)
Cambio climático: más de 10 años navegando por el Ártico
A finales de agosto de 2008, por primera vez los barcos pudieron navegar por el Ártico a través del Paso Noreste y Noroeste. Esto fue posible gracias al cambio climático. Los ecologistas temen por el frágil ecosistema.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Goldmann
Sin rompehielos
Durante mucho tiempo sólo aventureros e investigadores navegaban por el Ártico. Pero ahora que el hielo se está derritiendo, los barcos mercantes también pueden pasar por allí. El 29 de agosto de 2008 marcó un punto de inflexión: por primera vez los Pasos Noreste y Noroeste estaban libres para su navegación, sin la necesidad de usar rompehielos. Desde entonces, este período es cada vez más largo.
Imagen: picture-alliance/Okapia/H. Kanus
Del Atlántico al Pacífico por el Ártico
El Paso Noreste tiene 6500 kilómetros de largo y desde Asia, pasando por Rusia y Noruega, conecta el Atlántico con el Pacífico. El Paso del Noroeste, que es algo más corto. En ambas rutas, los barcos atraviesan el estrecho de Bering y luego el océano Ártico. Esto solo es posible si la capa de hielo no obstruye el camino.
Imagen: DW
Las alternativas son más largas
Para llegar desde Róterdam a Tokio, los barcos navegan por India y luego atraviesan el canal de Suez en Egipto. Este trayecto es 6000 kilómetros más lago que a través del Paso Noreste. Los barcos que viajan desde Asia hasta la costa este de Estados Unidos lo hacen por el Pacífico y luego atraviesan el Canal de Panamá. Una vez más, el Paso Noroeste es 4000 kilómetros más corto.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Shaker
Los pioneros
En el año 2009, la empresa “Beluga Reederei” envió por primera vez a dos barcos cargueros alemanes por el Paso Noreste. Desde entonces, el tráfico de buques ha aumentado en la región. El océano Ártico todavía no es tan transitado, porque la ruta solo está temporalmente libre, dice Burkhard Lemper, del Instituto para la economía y la logística en Bremen.
Imagen: picture-alliance/dpa/Beluga Shipping
Paso libre
Es difícil asegurar cuánto va a avanzar el calentamiento en el Polo Norte. Pero "todo el mundo está de acuerdo en que el Ártico estará libre de hielo en los próximos 30 a 50 años", dice Christian Haas, del Instituto Alfred Wegener en Bremerhaven. Los investigadores describen al Ártico como libre de hielo cuando au superficie disminuye a menos 1 millón de kilómetros cuadrados durante el verano.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Goldmann
¿Cuánto tiempo durará la calma?
Los biólogos temen por la vida silvestre en el Ártico. Por ejemplo, las ballenas beluga, las ballenas de Groenlandia y las morsas están en peligro, indicaron los investigadores estadounidenses en julio en la Academia de Ciencias de los Estados Unidos. Habían investigado 80 poblaciones de mamíferos marinos y encontraron que más de la mitad de ellos viven a lo largo de los Pasos Noreste y Noroeste.
Imagen: picture-alliance/dpa/McPHOTO
Habitantes muy especiales
Los científicos temen que los narvales puedan sufrir las consecuencias del tráfico marítimo en el océano Ártico. Los mamíferos marinos siempre están en los hielos cerca de la costa. Llama la atención el colmillo helicodial del macho, que puede llegar a medir hasta 3 metros. Aquí una réplica en tamaño real en el acuario Ozeaneum en Stralsund, Alemania.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Sauer
Antártida como ejemplo
Los investigadores y ambientalistas exigen establecer pautas para el transporte marítimo en el Ártico: los buques deberían evitar los principales cotos de caza de las ballenas, adaptar sus tiempos de navegación a las submigraciones, reducir el ruido y la velocidad. "Esto todavía no existe en el Ártico, y es una gran diferencia con la Antártida", dice el biólogo Christian Bussau, de Greenpeace.
Imagen: Reuters/A. Meneghini
¿La calma antes de la tormenta?
Según Bussau, experto de Greenpeace, sólo pasan por año 50 barcos por el Paso Noreste y Noroeste. La Asociación alemana de navieros habla de una cifra de dos dígitos. "No obstante, el tiempo apremia", dice Bussau, vaticinando que "a la larga, habrá mucho movimiento en el Ártico". Pero hasta ahora no hay regulaciones ambientales para el transporte marítimo en esta región.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Goldmann
9 imágenes1 | 9
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |