Seis reos mueren durante motín en penal de Paraguay
17 de febrero de 2021
Los familiares de los internos protestaron afuera de la prisión, localizada en Asunción, y tuvieron que ser dispersados por la Policía.
Publicidad
Seis reclusos murieron este martes (16.02.2021) durante un motín en el penal Tacumbú, en Asunción, informó la fiscalía de Paraguay.
"Tenemos seis fallecidos. Estamos procediendo a la identificación de los cadáveres que son todos reclusos", informó a periodistas el fiscal Giovanni Grisetti.
"Hasta ahora no tenemos informes de heridos, solo de fallecidos", precisó el representante del Ministerio Público.
La Fiscalía no descartó otros crímenes durante el motín, que comenzó a las 16H00 locales (19H00 GMT) y que finalizó poco después de las 22H00 (01H00 GMT).
No descartan que halla más fallecidos
La investigación oficial comenzó a altas horas de la noche, reportaron medios de prensa locales.
Los investigadores no descartan que haya más fallecidos en el penal, que con cerca de 3.000 reclusos está considerado el que más reos alberga y el que sufre un hacinamiento mayor.
La ministra de Justicia, Cecilia Pérez, acudió al penal para reunirse con los líderes del motín, quienes exigieron "igualdad" con los reos de todas las penitenciarías del país.
"Nos pidieron explicaciones del motivo del traslado de un recluso a otro penal. Les respondí que fue por una posible fuga y ellos entendieron. Nos pidieron que el trato sea por igual para todos los reclusos de todas las penitenciarías del país", remarcó la ministra.
Pérez sostuvo que la situación "está bajo control" y que los presidiarios "dieron su palabra de que no habrá más represalias".
mg (afp, abc)
Honduras: coronavirus y el infierno de las cárceles
En las cárceles de Honduras los reclusos temen contagiarse con el coronavirus. La distancia social es imposible en las celdas abarrotadas. Esto también aumenta la tensión mental de quienes están privados de su libertad.
Imagen: Reuters/A. Latif
Cuando el sol se pone...
Para Yerbin Israel Estrada (centro) la peor parte del día es cuando el sol se pone. Entonces cientos de reclusos de la prisión de La Esperanza, en Honduras, tienen que abandonar el pequeño patio y volver a sus estrechas celdas. "Es entonces cuando comienza realmente el infierno", dice el joven de 26 años, que cumple una condena de seis años por posesión de marihuana.
Imagen: Reuters/A. Latif
Una apremiante estrechez
Como muchos otros reclusos, Estrada está alojado en una celda completamente superpoblada. En algunas celdas viven hasta 130 personas juntas en un espacio muy reducido y comparten camas. Por la noche, dice Estrada, oye los quejidos de sus vecinos y las ratas que corren por la celda.
Imagen: Reuters/A. Latif
La ley de la calle
Las condiciones en esa cárcel son devastadoras. Hay espacio para 70 personas, pero, de hecho, hay más de 450 delincuentes encarcelados allí. Las quejas son inútiles: porque el lema es: 'Mirar, escuchar, callar'. Ese es también el lema de las pandillas en América Central. Estrada dice: "La única forma de salir de aquí es mantener la cabeza agachada".
Imagen: Reuters/A. Latif
Prohibidas las visitas
El único alivio para los reclusos hasta ahora han sido los días en los que sus esposas y familias los visitaban. Con la llegada del coronavirus a Honduras, las autoridades prohibieron las visitas. Y como, de todos modos, las tarifas de las llamadas telefónicas son inasequibles y solo hay tres teléfonos funcionando, los reclusos están ahora prácticamente aislados del mundo exterior.
Imagen: Reuters/A. Latif
Alto riesgo de infección
Según la Universidad Johns Hopkins, actualmente hay unos 3700 contagiados de coronavirus y más de 170 muertos en Honduras. El gobierno informa de cifras más bajas y habla de 2.000 personas infectadas. Pero los expertos creen que el número es mayor, porque no se hacen suficientes test en el país. Muchos reclusos temen infectarse en la cárcel.
Imagen: Reuters/A. Latif
Sin esperanza
Además de los riesgos para la salud que plantea el hacinamiento, la pandemia ha supuesto una carga psicológica para los ocupantes. "Prohibir las visitas es lo peor que puede pasar Es lo que necesitan, porque les da esperanza", dice a DW Jacinto Hernández, psicólogo de la prisión La Esperanza.
Imagen: Reuters/A. Latif
Consecuencias fatales
Hasta ahora ha habido pocas infecciones de coronavirus en las 29 cárceles del país. Pero si la COVID-19 se propagara masivamente dentro de una prisión, las consecuencias podrían ser desastrosas. Las penitenciarías en Honduras no permiten mantener distancia social. 22.000 personas se encuentran encerradas en edificios que, en realidad, solo tienen capacidad para 10.000 reclusos.