Seleccionador alemán: un puesto difícil de ocupar
21 de julio de 2004Uno de los puestos de trabajo más codiciados en el fútbol internacional solía ser, hace tiempo, el de seleccionador alemán. Un seleccionado con participación en siete finales de Mundiales, tres veces campeón del mundo, con jugadores estrellas y un enorme prestigio: ¿por qué se ha transformado en una responsabilidad que nadie quiere asumir?
Revisando la lista de predecesores se puede llegar a la conclusión de que a algunos posibles candidatos el par de zapatos les puede quedar un poco grande. Nombres legendarios como Sepp Herberger, Helmut Schön y Franz Beckenbauer fueron los que ayudaron a encumbrar a Alemania en el fútbol mundial.
Ésa sería una explicación plausible si no fuera que el último gran título de Alemania data de una década atrás y que su aura de ser invencible hace rato que se ha perdido por los disputados caminos del balompié mundial y nadie sabe a ciencia cierta dónde ni por qué.
Traumas y derrotas
En lugar de compararse con predecesores más exitosos, los posibles candidatos más bien temen entrar en la lista de entrenadores que no han ganado ningún torneo en años recientes, tales como Erich Ribbeck y Rudi Völler.
Si bien Alemania es vicecampeona mundial y perdió la final en Corea y Japón 2002 contra Brasil por 2 a 0, lo cual no es ninguna deshonra, desde entonces, el seleccionado ha tenido dificultades para clasificarse incluso para la Copa Europea y perdió algunos partidos por alto score.
Un trauma aún muy presente es por ejemplo el histórico 5 a 1 contra Inglaterra en septiembre del 2001. Pero desde entonces, todos los años se ha registrado algún colapso: 3 a 1 contra Holanda en noviembre de 2002, 3 a 0 contra Francia en noviembre de 2003 y 5 a 1 contra Rumania en abril de 2004, sin hablar de la eliminación sin pena ni gloria en la última Eurocopa.
Puros extranjeros
Si bien Alemania cuenta con algunos jugadores de primera línea, no son demasiado abundantes. Antes que cultivar sus propios semilleros y promover a jugadores jóvenes, los clubes optan a menudo por contratar a estrellas del extranjero.
De América Latina jugarán esta temporada en la Bundesliga nada más ni nada menos que 38 futbolistas, la mayoría del Brasil. Pero en la Bundesliga no juegan sólo latinoamericanos. Los futbolistas extranjeros son numerosos y provienen de todas partes del mundo.
En los estadios alemanes corren detrás del balón (y de los euros) futbolistas rusos, búlgaros y croatas, griegos, checos, albaneses, polacos, húngaros, daneses y belgas. Muchos provienen de África, algunos de Estados Unidos y hasta japoneses juegan.
No puede extrañar entonces que sea quien vaya a ser el seleccionador alemán, la primera pregunta que se deberá plantear es: ¿dónde están los jugadores alemanes?
Una asociación despechada
Sean cuales sean los motivos, la lista de potenciales entrenadores que ya han dejado despechada a la Asociación Alemana de Fútbol (DFB) rechazando sus galanterías es larga. El candidato más serio, Ottmar Hitzfeld, por último en funciones en el Bayern Múnich, primero casi que sí y luego se arrepintió.
Otto Rehagel, el exitoso entrenador del seleccionado griego (campeón europeo 2004), dijo que no ya antes que le preguntaran, como quien dice curándose en salud.
Christoph Daum, otrora candente candidato, es hoy en Alemania entrenador non grato debido a un escándalo por consumo de drogas hace algunos años. Actualmente entrena al Fenerbace turco y dice hallar muy a gusto allí.
Por otra parte, otros que se han autopostulado para el puesto, no son vistos con buenos ojos por la DFB, que si bien ha perdido la inocencia, aún le queda una cierta altanería.
Actualmente, la DFB está pensando traer a un entrenador extranjero para el seleccionado, hasta hace poco algo absolutamente impensable. Pero algunos ya han dado a entender discretamente que tampoco tienen gran interés.
Ante tanto caos y urgencias, se ha buscado naturalmente un chivo expiatorio: el presidente de la Asociación Alemana de Fútbol (DFB), Gerhard Mayer-Vorfelder ha sido acusado de autocrático y de querer hacer todo solo, por lo que después de una rebelión interna, ahora se decidió formar una comisión para hallar al candidato ideal. O no tan ideal, pero por fin alguien que diga que sí...