En Bonn, niños de todo el mundo se reunieron para celebrar el Día Universal del Niño. Para aprender más sobre la naturaleza, cuidarán una planta durante tres semanas, hasta que florezca.
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Sensibilización ecológica para niños
En Bonn, niños y niñas de todos los rinconces del mundo se reunieron para celebrar el Día Universal del Niño. Para aprender más sobre la naturaleza, cuidarán de una planta durante tres semanas, hasta que florezca.
Imagen: Poopak Khajehamiri
Aprendiendo a cuidar la naturaleza
Para que los niños aprendan de la importancia que tiene la naturaleza, serán responsables de cuidar y regar un jacinto durante tres semanas, hasta que florezca. Luego podrán regalárselo a sus papás. Así podrán observar de cerca, cuánto tiempo y dedicación necesita una sola flor.
Imagen: DW/O. Harms Arruti
Niños de todos los rincones del mundo
En el museo Alexander König se reunieron varios niños de todos los rincones del mundo a celebrar el Día Universal del Niño. Aquí una niña argentina lleva de la mano a dos pequeños que son mitad mexicanos, mitad alemanes. Los tres portan vestimenta tradicional argentina y mexicana.
Imagen: DW/O. Harms Arruti
"Ustedes son niños muy afortunados"
El director del museo, Wolfgang Wägele, recordó a los niños lo afortunados que son de vivir en un país como Alemania: "Recuerden que hay muchos niños muy pobres en este mundo que no tienen la oportunidad de ir a la escuela", dijo. "El Día Universal del Niño, nos permite reflexionar sobre los derechos de los niños".
Imagen: DW/O. Harms Arruti
En otros países los niños no van a la escuela
Los niños escucharon con atención las palabras del director. Casi todos tienen un papá o una mamá extranjeros y han escuchado las historias de sus países de origen, donde muchos niños tienen que trabajar para ayudar a sus familias a sostenerse.
Imagen: DW/O. Harms Arruti
Ellos son los gobernantes del futuro
Clara Omland, activista ambiental peruana, quiere que los niños sepan lo importante que es cuidar del planeta, porque serán "la próxima generación de gobernantes". En Perú, dice, todavía no hay mucha consciencia ecológica, porque la inseguridad, la pobreza y el acceso a la educación son problemas más urgentes.
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Niños interculturales
Muchos de los niños presentes crecen hablando dos o hasta tres idiomas que llegan a dominar casi a la perfección. Esto les puede abrir muchas puertas en un futuro, incluso para establecer programas de cuidado ambiental en sus países de origen.
Imagen: DW/O. Harms Arruti
Vestimentas tradicionales
Durante los festejos del día del niño en Bonn, muchos pequeños portaron la vestimenta tradicional de sus países de origen. En Perú, de donde es originalmente la madre de Saya, la vestimenta varía, debido a la diversidad climática y la identidad única de cada ciudad.
Imagen: DW/O. Harms Arruti
Sentimiento latino en Alemania
La celebración estuvo acompañada de música latina y comida tradicional peruana: papa rellena, empanadas de carne y dulce y la famosa "chicha", una bebida de maíz morado que se hace limonada: una bebida sana y deliciosa para cualquier niño.
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Cuidarlas hasta que florezcan
Cada pequeño recibió una flor que tendrá que cuidar y regar hasta que florezca. Las macetas les revelan el color que tendrá el jacinto una vez que termine de crecer.
Imagen: DW/O. Harms Arruti
Jacinto: héroe divino, según los griegos
En la mitología griega, Jacinto era un héroe divino que según la leyenda más difundida, al morir se convirtió en la flor que lleva su nombre. Según el lenguaje de las flores, el jacinto significa constancia y cariño. Esta perfumada flor es procedente de Oriente Medio, pero está muy difundida en Europa gracias a las cuantiosas producciones en Holanda.
Imagen: Poopak Khajehamiri
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"Ella es de Japón, él de China, la pequeña de allá es mitad panameña, los otros dos, vestidos de charros, son mexicanos y la del vestido morado es de la India", explica la activista peruana, Clara Omland, mientras van entrando los niños al museo Alexander König en Bonn, Alemania. Muchos de ellos llevan la vestimenta tradicional de sus países de origen. Se reúnen para celebrar juntos el Día Universal del Niño, declarado por las Naciones Unidas en 1954.
"En este día, queremos unirnos para celebrar y agradecer el espacio en que vivimos y recordar que este es el único planeta para vivir", dice Clara Omland, directora de la organización ambiental "Un Planeta". "Por eso es muy importante que los niños desde pequeños aprendan a cuidarlo". Para ello, cada uno de los niños presentes recibirá un jacinto, del cual tendrá que cuidar por varias semanas hasta que florezca. Una vez que lo haga, el jacinto será un presente para sus padres. "Es un regalo con mucho significado, porque esa planta la han cuidado, han tenido la responsabilidad sobre ella", dice la activista y jurista peruana, que ha escrito ocho libros sobre la sensibilización ecológica de los niños.
"Concientizar a los gobernantes del mañana"
Omland asegura que aunque Alemania es pionera en temas ecológicos, aún se consume demasiado y se gasta mucha energía. "Por eso hay que concientizar a la generación más joven. Ellos serán la próxima generación de gobernantes y ojalá tomen decisiones sabias en materia ambiental". También en su país natal, Perú, ha habido retrocesos en la política ambiental del gobierno, asegura Omland. El conflicto, explica, radica en que el gobierno antepone el desarrollo a la salud ambiental: “La idea es o nos morimos contaminados o nos morimos desnutridos, pero como la gente necesita comer, mejor explotamos nuestros recursos."
En el evento del museo König, el director Wolfgang Wägele recordó a los niños lo afortunados que son: "Recuerden que hay muchos niños muy pobres en este mundo que no tienen la oportunidad de ir a la escuela", dijo, mientras entregaba los jacintos a los pequeños. El Día Universal del Niño, dijo, se creó con el afán de reflexionar sobre los derechos de losmenores y para comprometerse a mejorar las condiciones de los más desafortunados.
De los niños presentes, sólo dos pequeñas tienen madre y padre alemanes. Los demás tienen ya sea un papá coreano y una mamá alemana, o un papá alemán y una mamá guatemalteca: las combinaciones son muy variadas y nada fuera de lo común en una ciudad internacional como Bonn. Muchos de estos niños crecen hablando dos o hasta tres idiomas que llegan a dominar a la perfección. "Lo más interesante es que en la escuela o a la hora de jugar, todos hablan un mismo idioma y no hay diferencias entre ellos", dice Javier Ramos, quien también cría una hija de doble nacionalidad. "Con los idiomas y la interculturalidad se les abren muchas puertas para su futuro y tienen que aprovechar esas oportunidades", dijo.