Septiembre de 2020 fue el más caluroso jamás registrado
7 de octubre de 2020
El servicio sobre cambio climático Copérnico indicó también que la temperatura del planeta ya aumentó 1 °C y que cada década incrementa una media de 0,2 °C, desde fines de 1970.
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El mes pasado fue el septiembre más caluroso registrado en el mundo, anunció este martes (07.10.2020) el servicio sobre cambio climático del programa europeo Copérnico, que indicó además que 2020 podría ser el año más cálido, superando a 2016.
El período de doce meses que va de octubre de 2019 a septiembre de 2020 se sitúa 1,28 °C por encima de las temperaturas de la era preindustrial.
El pacto mundial, concluido en 2015 en el que cerca de 200 Estados se comprometieron a reducir sus emisiones de gas de efecto invernadero, busca mantener el calentamiento por debajo de 1,5 °C, o máximo 2 °C, para limitar el impacto de tormentas, sequías y otros fenómenos extremos cada vez más devastadores.
La temperatura del planeta ya ha aumentado más de 1 °C, y se incrementa una media de 0,2 °C por década desde finales de los años 1970, insiste Copernicus en su balance climático mensual. Este año no va a cambiar la tendencia, ya que incluye los meses de enero, mayo y junio más cálidos.
"A nivel mundial, septiembre de 2020 estuvo 0,05 °C por encima de septiembre de 2019, el mes más caluroso hasta ahora registrado", indica el servicio europeo. Es decir 0,63 °C por encima de la media del periodo 1981-2020.
Las temperaturas fueron especialmente elevadas en Siberia, siguiendo la estela de una ola de calor que empezó en primavera y que favoreció una serie de terribles incendios registrados. El calor fue también más fuerte de lo normal en el océano Ártico, señala el servicio, que recuerda que este año el deshielo de la banquisa de verano en el Ártico terminó en la segunda superficie más pequeña de la historia, después de la de 2012.
"Quedan tres meses durante los cuales puede pasar de todo", dijo Freja Vamborg, investigadora de Copernicus, añadiendo que la agencia no hacía "predicciones sobre las temperaturas mundiales".
La base de datos de satélite de Copernicus para la observación de las temperaturas remonta a 1979, pero los datos convencionales terrestres y las informaciones de otras agencias no muestran ningún año más caluroso antes de 1979, desde la era preindustrial.
JU (afp, efe)
El cambio climático hace colapsar los ríos en todo el mundo
Los ríos son una fuente esencial de agua y alimento para millones de personas. Para conmemorar el Día Mundial de los Ríos, DW muestra cómo el calentamiento global está llevando estos sistemas al borde del colapso.
Imagen: AFP/Rammb/Noaa/Nesdis
El agua es vida
La mayor parte del agua de la Tierra se encuentra en los océanos. Solo una pequeña porción del agua del planeta, alrededor del 0,01%, fluye a través de sus ríos. Y sin estos ríos, muchas otras fuentes, como lagos y humedales, se secarían. Lo que es parte de un sistema natural se está convirtiendo en un problema con el calentamiento global. Una amenaza para humanos y animales.
Imagen: picture-alliance/APA/B. Gindl
Cambio climático lleva décadas gestándose
Los dramáticos efectos del cambio climático no son recientes. El lago Chad -aquí imágenes de 1963, 1973, 1987 y 1997-se ha reducido de unos 25.000 km2 a menos de 2.000 km2 en los últimos 60 años. Antes se culpó a represas y regadíos, pero investigadores han descubierto que su pérdida de agua también se debe a las altas temperaturas que afectan el afluente más importante, el Komadugu Yobe.
Imagen: picture-alliance/dpa/NASA
Biodiversidad y pérdida de alimentos
El lago Chad es un claro ejemplo de cómo el cambio climático está obligando a los habitantes a buscar nuevas fuentes de agua. Allí aumentan las tensiones a medida que los agricultores y ganaderos se desplazan hacia tierras más fértiles. En otras partes del mundo, las poblaciones empiezan a darse cuenta que los peces de sus ríos no sobreviven las crecientes temperaturas de las aguas.
Imagen: picture alliance/dpa/AP Photo/R. F. Bukaty
Europa sufre el calor
Europa es uno de los continentes que está empezando a sentir el impacto del calentamiento global. En el verano de 2018, el Rin pasó de ser una poderosa corriente a un apacible arroyo cuando las temperaturas subieron más allá de los 30º C. La sequía cambió el hábitat, tradicionalmente exuberante y lluvioso. E incluso la navegación fue suspendida.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Gambarini
Los glaciares se derriten
Conocidos como las torres de agua del mundo por su capacidad de almacenar grandes cantidades de nieve y hielo, los glaciares suministran agua a casi 2.000 millones de personas. Los expertos temen que el Himalaya, que aquí vemos, pierda un tercio de su volumen para finales de siglo.
Imagen: DW/Catherine Davison
El sur de Asia depende del Himalaya
Los agricultores de la cuenca del río Indo, en la foto, dependen del deshielo de los glaciares del Himalaya para cultivos como el arroz y el algodón. Forman parte de la cuenca fluvial más grande en el sur de Asia, que incluye los ríos Ganges y Brahmaptura. Estas tres vías fluviales proveen con agua a unos 129 millones de agricultores y 900 millones de habitantes.
Imagen: Imago/Aurora
Incendios forestales afectan los ríos
Los incendios forestales sin precedentes en todo el mundo, como se ve aquí en Australia, son otro efecto secundario del cambio climático. Los incendios pueden ser tóxicos para la cuenca hidrográfica más importante de Australia, la cuenca de Murray-Darling. Las cenizas arrastradas a los ríos amenazan con contaminar el agua de 2,6 millones de australianos, sin mencionar muchas especies animales.
Imagen: Reuters/Maxar Technologies
Floración de algas y zonas si oxígeno
No son sólo las cenizas y los sedimentos de los incendios forestales pueden dañar el agua. Las fuertes lluvias, asociadas con el clima extremo en EE.UU., arrastran deshechos contaminados de las granjas hacia los ríos, que estos llevan al mar abierto. La consecuencia: la aparición masiva de algas, como aquí en la costa de Nueva York. Otro resultado es una zona carente de oxígeno, o muerta.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/NASA
Aumento de lluvias no siempre es buena noticia
La contaminación con nitrógeno se ha convertido en un gran problema para el río Mississippi, que, junto con sus afluentes, atraviesa más de la mitad de los estados de EE.UU. Y eso no es todo. El calentamiento no sólo ha aumentado las inundaciones y, con ello, más nitrógeno en el río, sino que ha hecho que los huracanes sean más poderosos.