Angela Merkel se ha acostumbrado durante mucho tiempo a ser la líder más importante de Europa. Pero Emmanuel Macron podría asumir ese rol. Aunque ambos se necesitan.
Emmanuel Macron y Angela Merkel Imagen: imago/Reporters
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Angela Merkel, considerada hasta poco tiempo, y tras la victoria de Trump, "la líder del mundo libre”, no ha logrado formar nuevo Gobierno después de las elecciones del pasado 24 de septiembre. Desde entonces Merkel es una canciller en vilo.
Emmanuel Macron es la nueva estrella en el firmamento político europeo. El joven y carismático Macron emergió como brillante ganador de las elecciones presidenciales contra la ultraderechista Marine Le Pen. Y luego también logró la hazaña de reformar el mercado laboral francés contra una fuerte resistencia. Por último, los buenos datos económicos coronan su éxito.
Su índice de popularidad ha vuelto a subir. La mayoría de los franceses dijo que era "un buen presidente", justo el día de su cumpleaños numero 40 en diciembre pasado.
Mientras la oposición lo acusa de tener "aires de rey", la Gran Nación, que por mucho tiempo había dudado de sí misma, parece haber recobrado su seguridad con Macron.
Manejo de personajes difíciles
Macron cuenta con respaldo dentro de su país y maneja el escenario internacional a la perfección: a una espléndida cena con Trump en la Torre Eiffel le sigue una recepción del presidente ruso, Vladimir Putin, en el Palacio de Versalles y una conferencia internacional sobre el clima en París. Además, ha lanzado iniciativas para África, y ahora la visita del presidente turco, Recep Erdogan.
Según Stefan Seidendorf, subdirector de Instituto Franco-Alemán, con sede en Ludwigsburg, la nueva línea de política exterior de Macron se basa en que nunca olvida que "solo tiene peso si actúa como europeo".
El presidente de Francia y su Europa
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Sin embargo, Macron se desmarca claramente de Merkel, su socia preferida. Ejemplo: Merkel exigió en septiembre en la campaña electoral que se detuvieran las negociaciones de membresía de la UE con Ankara, debido a las violaciones de los derechos humanos. Sin embargo, Macron califica ahora a Turquía de "socio indispensable". Una visita a Erdogan en Berlín sería difícil de imaginar en este momento.
Dos estilos diferentes
Merkel y Macron no solo se diferencian en cuanto al trato de socios difíciles, también en su estilo: aunque Merkel busca conversar con Trump, Putin o Erdogan, ella conserva su objetividad y distancia protocolaria. No así Macron, como lo demostró cuando le estrechó la mano a Trump y le lanzó la frase irónica "Make the planet great again”.
La revista estadounidense Time, que había llamado a Merkel "Mrs. Europe", ahora llama a Macron "el próximo líder de Europa".
Macron ni siquiera apunta a un papel en solitario, pero ha dicho que quiere renovar Europa junto con Alemania. Por ejemplo, quiere un ministro de Finanzas del euro y un presupuesto para la eurozona. Pero todavía está esperando una respuesta a sus ideas de reforma de política europea.
Christoph Hasselbach (jov/ms)
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La nueva casa de Macron
Es hora de que el nuevo presidente haga las maletas para mudarse al Palacio del Elíseo. DW echa un vistado a la lujosa residencia en la que vivirán Emmanuel Macron y su esposa Brigitte.
Imagen: AFP/Getty Images
Residencia presidencial
El Palacio del Elíseo, situado en el distrito octavo de París, es una de las muchas joyas arquitectónicas de la capital francesa. Las puertas del 55 Rue du Faubourg Saint-Honoré protegen el palacio presidencial del ajetreo y el bullicio de las calles de París, a pesar de estar situado en el corazón de la ciudad.
En el interior, el gran edificio también cumple con todos los estándares esperados de un palacio presidencial. El ostentoso comedor es convenientemente lujoso, desde sus lámparas de araña hasta sus cortinas de brocado. Acentuado todo con acabados en oro alrededor de sus bordes. Dignatarios de todo el mundo han cenado aquí, saboreando lo mejor de la cocina francesa.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Guillot
Cocina francesa
De hecho, el palacio presidencial es famoso por su alta cocina. Se rumorea que la canciller alemana Angela Merkel envió a su chef personal allí para aprender una lección o dos de los franceses. Ser chef en el Palacio del Elíseo, sin embargo, es un trabajo duro: se estima que el equipo de cocina produce 95.000 comidas al año, que van desde simples bocadillos a cenas de Estado.
Imagen: picture-alliance/abaca/D. Allard
Un trozo de pastel
Uno de los muchos manjares preparados el Palacio del Elíseo es la "Galette des Rois", que significa "torta del rey". La tradición es que en el Día de los Reyes Magos cada año se haga una gran torta con una pequeña estatuilla dentro. Y se corona al niño que lo encuentra. Si el presidente es al que le toca en su trozo, se le puede considerar rey de Francia, aunque sea sólo por un día.
Imagen: Imago/Xinhua
Cubiertos de oro
Un antiguo cocinero del Elíseo dijo una vez a los periodistas que los cubiertos y la vajilla utilizados en la casa presidencial son tan valiosos que se mantienen bajo llave dentro de una cámara. Sin embargo, a quienes se concede una visita con el presidente, consiguen llevarse a menudo, aparentemente, algún recuerdo. Por lo general, una cucharilla.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Guillot
La propiedad viene con jardín
Todavía no sabemos si los Macrons son aficionados a la jardinería, pero sitio para plantar tendrán, si quieren. Los jardines son más bien un parque, con un montón de rincones para un huerto de verduras o un jardín de rosas. Cuentan que, por ejemplo, la ex primera dama estadounidense Michelle Obama, disfrutó mucho con la jardinería en la Casa Blanca.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Langlois
Más de una habitación para cada día
Con 369 habitaciones y salas en total, es poco probable que haya una escasez de espacio en el Palacio del Elíseo. Después de todo, las cámaras personales del presidente sólo forman el ala este del edificio, dejando mucho espacio con el que jugar. Podría, sin embargo, no encontrar todo a su gusto el presidente. Para eso hay un equipo dedicado a que todo esté a su máxima satisfacción.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Guillot
Adiós al pasado
Antes de que Macron pueda trasladarse al Palacio del Elíseo, su predecesor, François Hollande, tendrá que desalojar los aposentos presidenciales. Decir adiós a tan espectaculares vistas puede ser difícil, pero tal vez el presidente saliente encuentre consuelo pensando que muchos han ido y venido antes que él. Y un día, también será el turno de Macron de decir "au revoir" al Palacio del Elíseo.
Imagen: picture-alliance/MAXPPP/L. Vu
El corazón de la República Francesa
El palacio ha sido el hogar de los jefes de Estado franceses desde 1873. La mayoría de los presidentes han elegido residir en sus lujosos aposentos. Durante los próximos cinco años, Emmanuel Macron se sumarala a la lista (quién sabe si por más tiempo). Le deseamos a Macron ya la primera dama lo mejor en su nuevo hogar. ¡Vive la France!