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Serbia y el salomónico veredicto de La Haya

DW-WORLD27 de febrero de 2007

El veredicto de la Corte Internacional de La Haya, que no declaró al Estado serbio culpable de genocidio en Bosnia, pero sí co-responsable, provoca un eco disímil en los editoriales de la prensa europea.

Cementerio de las víctimas del genocidio de Srebrenica.Imagen: AP

Le Figaro, de París: "Serbia no organizó una genocidio durante la guerra librada en Bosnia desde 1992 hasta 1995. Si el tribunal le hubiera atribuido la responsabilidad al Estado serbio, ello habría conllevado la sanción del pago de indemnizaciones. Los ciudadanos de Serbia habrían pagado las consecuencias. Un castigo colectivo sólo habría fortalecido a los más duros nacionalistas y a quienes se oponen a cualquier tipo de reconciliación"

Prueba superada

Saarbrücker Zeitung, de Sarrebruck: "61 años después de su creación, la Corte Internacional ha superado su prueba de fuego. El Estado 'Yugoslavia' efectivamente no tiene la responsabilidad del genocidio cometido en los Balcanes, pero sí la de no haber hecho nada para impedirlo. Con su decisión, el tribunal encontró una fórmula viable: asigna culpa allí donde ésta es clara, pero rechaza indemnizaciones materiales que rápidamente podrían convertirse en un nuevo motivo de hostilidad. Pese a todo, el veredicto complicará a los serbios. No sólo se les atribuye responsabilidad por los crímenes de guerra, sino que se los insta a aceptar sus culpas. Con ese lastre tendrán que cargar, sobre si todo si buscan el camino hacia Europa".

Hito del derecho internacional

Trouw, de La Haya: "Normalmente los serbios podrían haber sido condenados, sobre la base de los hecho, de complicidad con el genocidio. Sin embargo, para la Corte ello significaba ir demasiado lejos. No porque haya retrocedido ante las consecuencias políticas, sino porque no se pudo probar en realidad que un gobierno que hubiera intervenido en forma activa habría podido evitar efectivamente el genocidio. No obstante, para quien haya escuchado bien, el veredicto es claro: el gobierno serbio falló seriamente. Semejante veredicto puede ser calificado sin mala conciencia como un hito en el derecho internacional. Contiene una clara advertencia para todos los gobiernos con inclinaciones criminales: no crean que quedarán impunes. Existe algo así como una justicia, que tarde o temprano les pedirá cuentas".

Limitada autoridad

The Times, de Londres: "El veredicto es un largamente esperado reconocimiento de la limitada autoridad de cualquier tribunal internacional, con una oferta indirecta de hacer un trato: Serbia es absuelta del cargo de genocidio y, a cambio, debe por fin tener la voluntad de entregar a Ratko Mladic y Radovan Karadzic. Con algo de suerte y paciencia, podría haber entonces una suerte de justicia. (...) La historia demuestra que la persecución de criminales de guerra individuales con frecuencia tiene buenas posibilidades de dar resultado, lo que ocurre menos en el caso de las acusaciones contra Estados. Por eso, este veredicto es un mensaje dirigido a los individuos que aún son buscados por hechos relacionados con la tragedia de los años 90 en los Balcanes: su tiempo ya pasó".

Veredicto elusivo

La Stampa, de Turín: "Desde varios puntos de vista se trata de un veredicto elusivo, marcado por el intento de no empeorar aún más las relaciones desde ya muy complicadas en los Balcanes, justo en estos momentos en que se busca una solución para Kosovo. Como sucede a menudo en estos casos, las fosas comunes quedan ahí y los que dieron las órdenes se libran. El 'carnicero' Mladic se oculta desde hace más de una década en Serbia, con ayuda de cómplices de las filas del ejército. Y en Belgrado aún hay políticos que hablan de ese general genocida como de un héroe".

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