El flamante Premio Cervantes de Literatura analiza para DW la situación del país y reclama la intervención de organismos internacionales para destrabar una crisis cuyo fin "pasa por la renuncia de los Ortega".
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Deutsche Welle: Señor Ramírez, hacía tiempo que Nicaragua no daba titulares a nivel internacional: economía sin sobresaltos, seguridad, turismo floreciente... De repente, el país ha estallado como si fuera una olla a presión. ¿Qué ha sucedido en este último mes?
Sergio Ramírez: Es lo que ocurre cuando se vive una ficción. La realidad se encubría con una burbuja de colores, como si esto fuera el paraíso terrenal: indicadores económicos crecientes, alianza firme entre sector privado y Gobierno... Pero, de repente, se pinchó la burbuja y estalló. Y han salido a la luz el autoritarismo, un régimen que no respeta los derechos humanos, la concentración absoluta en manos del matrimonio presidencial, corrupción por todas partes, abusos...La población ha soportado esto en silencio, pero saltó la chispa, que fue una reforma al régimen de la seguridad social, para que el incendio estallara. Se ha roto un dique y todos los deseos reprimidos por un cambio democrático salieron a la calle.
Pero hasta el mes de abril de 2018 ahora no se había producido el paso que separaba el Gobierno de Nicaragua de la dictadura de Somoza: una cruenta represión. ¿Cómo se ha traspasado esa línea?
La generación de nicaragüenses que recuerda los 70 y 80 asociaba a Somoza con la represión sanguinaria. Los jóvenes aparecían muertos solo por el hecho de serlo: ser joven significaba ser sospechoso de ser guerrillero. En este último mes, se ha visto a la Policía reprimiendo indiscriminadamente y dando amparo a fuerzas paramilitares. Según el informe de la CIDH, han muerto 76 personas, la mayoría de ellos menores de 30 años de edad. Ello nos habla de la brutalidad con la que el régimen estaba dispuesto a reprimir cualquier intento de manifestación. Según el absurdo criterio de este Gobierno, las calles son solo propiedad de sus partidarios. Y así se lanzó a reprimir las protestas como si se tratara de una guerra, solo que contra un Ejército completamente desarmado. Según el informe de la CIDH, muchos de los muertos fueron asesinados con balazos de precisión: en la cabeza, en el corazón. Obra de profesionales que pertenecen a las tropas de choque paramilitares.
El informe de la CIDH es demoledor. La Mesa de Diálogo ha acordado ponerlo en marcha, pero ¿cómo es posible implementarlo?
La misma CIDH sugiere que es necesario un mecanismo internacional para llevar a cabo los 16 puntos recomendados en el informe, porque hay un total descrédito de las entidades que conforman el sistema judicial, empezando por la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía General de la República y la Procuraduría. Esa gente es completamente fiel a la familia presidencial. La Asamblea Nacional, también fiel a los Ortega, nombró una Comisión de la Verdad que no tiene el más mínimo crédito. Mientras no haya un mecanismo de supervisión internacional que investigue caso por caso y determine responsabilidades de estas muertes, va a ser muy difícil que el diálogo progrese y haya paz. Por otro lado, tanto la sociedad civil, como la Iglesia –aunque es mediadora en el diálogo- está pidiendo un cambio democrático en el poder. Y eso pasa por que haya un relevo en el mando: Ortega y Murillo tienen que renunciar o su período debe ser acortado. Según la última encuesta del Instituto Cid Gallup, el 70 por ciento de los nicaragüenses demandan que Ortega y su esposa dejen el poder.
¿Qué organismo puede sentarse a la Mesa de Diálogo? Porque la OEA, con Luis Almagro al frente, no goza de mucha credibilidad entre los nicaragüenses. Almagro se muestra firme frente a Venezuela y Maduro, pero tibio con Ortega...
Las últimas declaraciones que he leído de Almagro me parecen indignantes: dijo que la violencia en Nicaragua tiene dos partes, que hay que controlar a las fuerzas anárquicas... Almagro quiere darle un plazo a Ortega, que complete su período... Él cree que todo se soluciona con un pliego de reformas electorales completamente secundarias que él mismo propuso. Lo mejor que puede hacer Almagro es no intervenir, porque va a debilitar los esfuerzos que se están haciendo aquí por encontrar una solución.
Entonces ¿qué organismo internacional puede sentarse a esa Mesa de Diálogo?
Deberían involucrarse la ONU, la Unión Europea o una comisión internacional de países. Yo siempre he sido adverso a las intervenciones en los asuntos internos de Nicaragua. Pero esto no es un asunto político, es un tema de crímenes de lesa humanidad. La CIDH habla de ejecuciones extrajudiciales. Esto desborda la soberanía nacional.
Usted conoció al Daniel Ortega joven. ¿Daba ya muestras de su actual estilo caudillista?
No. Los mecanismos de poder en la década de los 80 eran distintos. Había un partido político con una dirección colectiva, el caudillismo no era posible. Hoy ese partido desapareció y fue sustituido por un poder vertical que representan Ortega y su esposa. No digo que el Gobierno de los 80 haya sido un modelo de democracia como la conocemos hoy. La revolución dejó de un lado la democracia porque creía ciegamente en la transformación económica y social. Pero aquel modelo tenía un objetivo: transformar la sociedad. Ahora el objetivo es tan solo que la pareja presidencial se mantenga en el poder eternamente.
¿Qué puede pasar en Nicaragua si Ortega y Murillo se niegan a abandonar el poder?
Ojalá la persuasión internacional y la misma presión civil y la resistencia pacífica los transporte a este mundo real y les muestre que su tiempo se acabó. Ellos están metidos en una burbuja y hay que pincharla.
¿Qué remueve de su juventud sandinista la actual represión?
Cuando entré en la Universidad en 1959, el Ejército de Somoza disparó contra una manifestación inerme de estudiantes y mató a cuatro compañeros míos e hirió a más de 60. Eso trasformó mi vida y me convenció de que no podíamos seguir en dictadura. Ahora no han sido cuatro, sino 76... Todo eso se conecta en mi vida y me da una comprensión absoluta de la actitud intransigente de los jóvenes dirigentes de este movimiento que exigen una democratización radical del país. La lucha para derrocar a Somoza llevaba dentro un proyecto político e ideológico. Su objetivo era trasformar la sociedad según determinados presupuestos ideológicos que tienen que ver con el marxismo. Aquello fue después fuente de división. Ahora no hay proyecto ideológico de por medio. Hoy el reclamo es que haya democracia y ese es un factor de unión muy poderoso alrededor del cual están la Iglesia, la sociedad civil, los empresarios, los universitarios, los estudiantes...
Usted estuvo viviendo un tiempo en Alemania, donde hubo numerosos comités de solidaridad con Nicaragua. Hay alemanes decepcionados con lo que allí está ocurriendo.
Eso es doloroso para mí. No solo en Alemania sino en toda Europa, donde se construyeron redes de solidaridad inmensas. Solo en Alemania había 400 comités de solidaridad, que era muy efectiva. Yo espero que la democracia volverá a Nicaragua sin más derramamiento de sangre. Ojalá los ojos de la solidaridad continúen puestos sobre Nicaragua.
Entrevista realizada por María Santacecilia
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Derechos humanos : ¿dónde se sitúan los países latinoamericanos en la clasificación de la ONU?
El 10 de diciembre se celebra el Día Internacional de los Derechos Humanos. ¿Cúales son los países que más respetan la "equidad, justicia y dignidad humana"? El último lugar mundial fue para Siria.
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Declaración Universal de los Derechos del Hombre (DUDH)
Adoptada por 50 estados miembros de la ONU el 10 de diciembre de 1948, cumplirá 70 años en 2018. El texto reconoce las libertades fundamentales del individuo. Hoy la ONU cuenta con 193 estados miembros, ¿cuántos respetan realmente la DUDH? DW estudió la situación en 25 países alrededor del mundo.
Imagen: Franklin D Roosevelt Library website
Siria: lugar 163/163
Desde hace seis años, se cometen aquí crímenes de guerra, violaciones al derecho internacional humanitario y abusos de los derechos humanos. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, septiembre fue el más cruento de este año: 3.055 personas perdieron la vida, de ellas 955 civiles.
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Colombia 146/163
El 24 de noviembre se firmó el acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC. A pesar de sus aspectos positivos (comisión de la verdad, obligación de establecer un inventario de los bienes adquiridos durante el conflicto, entre otros), el acuerdo de paz aún es cuestionado por algunos sectores en Colombia.
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Venezuela 143/163
A principios de 2016, el presidente Maduro declaró estado de excepción y emergencia económica que sirvió como marco para restringir libertades civiles. Desde 2013, el país se retiró de la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El gobierno venezolano reprime y encarcela a disidentes políticos. En 2017, 129 personas perdieron la vida durante protestas.
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México 142/163
La violencia en México aumentó notablemente. En octubre se registró la cifra más elevada de homicidios en 20 años: 2.300 casos. En lo que va de 2017, 36 periodistas han sido asesinados en el país.
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Guatemala 117/163
En Guatemala, el sistema de justicia penal es usado para intimidar a defensores de los derechos humanos, sobre todo medioambientalistas. Según el informe más reciente de UNICEF, Guatemala es el segundo país del mundo con la mayor cantidad de muertes violentas de niños y adolescentes.
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El Salvador 115/163
El aumento del nivel de violencia afecta los derechos a la vida, la libre circulación, la educación y la integridad física. En El Salvador, el aborto es penalizado, lo que amenaza los derechos de la mujer. Además, persiste la impunidad en casos de violencia y delitos contra la comunidad LGBTI.
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Estados Unidos 114/163
Algunas autoridades estadounidenses siguen abusando de la fuerza y en 2017 se sumaron nuevos casos de racismo policial. Aunque no existen cifras oficiales, los medios de comunicación estiman en 1.000 el número de muertos a manos de agentes durante el año. Además, el Congreso no ha adoptado iniciativas firmes para reducir la venta de armas. En un tiroteo en Las Vegas (02.10) murieron 59 personas.
Imagen: Reuters/Chris Wattie
Brasil 108/163
Los jóvenes afrobrasileños son frecuentemente víctimas del abuso de la fuerza policial. Además la violencia sigue presente. En Brasil, una persona muere de manera violenta cada ocho minutos. Homicidios, feminicidios, robos fatales, muertes a manos de policias: la mayoría de los casos no son resueltos.
Imagen: imago/Agencia EFE/A. Lacerda
Honduras 106/163
Con una tasa de homicidios seis veces más alta que el promedio global (59 muertes por cada 100.000 habitantes), Honduras es uno de los países más violentos del mundo. El 1 de diciembre, el gobierno declaró el estado de emergencia y amplió el poder de la policía para contener las protestas tras el anuncio tardío del ganador de las últimas elecciones presidenciales.
Imagen: picture alliance/AP Photo/F. Antonio
Cuba 81/163
A pesar de la apertura política anunciada en 2016, la libertades de expresión, asociación y circulación siguen restringidas. El 4 de diciembre, 33 Damas de Blanco fueron detenidas mientras intentaban ir a misa y participar en la campaña por la liberación de los presos políticos #TodosMarchamos .
Imagen: Reuters
Perú 71/163
En 2017, la violencia de género aumentó notablemente. Perú es el tercer país del mundo con mayor violencia sexual, doméstica y de género, y el segundo en América. Según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), entre enero y marzo de este año se han registrado 1.778 denuncias por abuso sexual. La mayoría de las víctimas tienen menos de 17 años.
Imagen: picture-alliance/ZUMAPRESS.com/A. Chero
Bolivia 66/163
La corrupción del sistema judicial boliviano amenaza la independencia de la justicia. En los dos últimos años, las organizaciones de defensa de los derechos humanos trabajaron en un clima progresivamente más hostil. Además, Bolivia es el país latinoamericano más violento para la mujer y el trabajo infantil sigue existiendo.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Karita
Paraguay 68/163
Los niños y adolescentes son las primeras víctimas de la pobreza en Paraguay. Las comunidades rurales lidian con la malnutrición, las dificultades de acceso al agua potable y a las redes de saneamiento. En muchos casos, la violencia contra las mujeres permanece impune. En Paraguay, el aborto está considerado como un delito, aunque la tasa de embarazo precoz es alarmante.
Imagen: Acosta/AFP/GettyImages
Ecuador 66/163
En Ecuador, las libertades de asociación y de expresión se restringieron. Se niega el derecho al consentimiento libre, previo e informado de las comunidades indígenas respecto a proyectos de desarrollo que afectan sus tierras.
Imagen: DW/J. Alonso
Nicaragua 74/163
Las comunidades indígenas y afrodescendientes denunciaron una violación de sus derechos a la consulta previa e informada para la construcción del Gran Canal Interoceánico. Reclaman el robo de tierras por parte del Gobierno y luchan contra el proyecto desde hace cuatro años. Persiste la impunidad por violencia de género y el país tiene uno de los índices más altos de embarazo precoz de América.
Imagen: Reuters/O. Rivas
Argentina 55/163
En Argentina, a pesar de que la Constitución reconoce el derecho de los pueblos indígenas a sus tierras y su participación en la gestión de los recursos naturales, estos siguen siendo limitados.
Imagen: picture alliance/AP Photo/A. Marcarian
Francia 51/163
Desde los ataques terroristas de noviembre de 2015, Francia aplicó el estado de excepción. Una situación que restringe las libertades fundamentales como la de manifestación. En noviembre 2017, se anunció el final del estado de excepción; sin embargo, el Parlamento adoptó una nueva ley antiterrorista que resulta ser la legislación más estricta de la Quinta República.
Imagen: Imago/Le Pictorium/S. Souici
Panamá 49/163
En 2017, se notó una significativa reducción de las muertes violentas en Panamá. El Gobierno abogó por la necesidad de un trabajo de educación y atención para prevenir la violencia hacia las mujeres.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Franco
Uruguay 35/163
Persiste la discriminación contra las personas con discapacidad y no existe igualdad de género. En 2016, Uruguay albergó la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos de la comunidad LGBTI.
Imagen: Getty Images/AFP/F. Coffrini
Costa Rica 34/163
El Gobierno emprendió un trabajo eficaz de lucha contra la pobreza. Sin embargo, según Oxfam, los trabajadores en las plantaciones de banana y piña en Ecuador y Costa Rica sufren de condiciones de trabajo indignas (uso de pesticidas prohibidos en la Unión Europea, bajos sueldos, entre otros).
Imagen: AP
Chile 24/163
Continúan los procedimientos judiciales relativos a crímenes de derecho internacional cometidos durante el régimen militar de Augusto Pinochet. En agosto, Chile aprobó la despenalización del aborto en caso de inviabilidad fetal, riesgo de muerte de la mujer y embarazos producto de una violación.
Imagen: Reuters/P. Sanhueza
España 23/163
Continúan las expulsiones colectivas de migrantes que intentan entrar en la Unión Europea pasando por los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, en Marruecos. Además, las autoridades españolas se niegan a cooperar con la justicia argentina para investigar sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas durante la Guerra Civil y el franquismo.
Imagen: REUTERS
Alemania 16/163
Las autoridades hicieron esfuerzos considerables para acoger a un gran número de solicitantes de asilo. Sin embargo, el número de ataques xenofóbicos sigue siendo alto.
Imagen: picture alliance/dpa/Geisler-Fotopress
Canadá 8/163
En Canadá se emprendió un proyecto de investigación nacional sobre la violencia hacia las mujeres y las niñas indígenas. El gobierno canadiense se disculpó ante la comunidad LGBTI por las discriminaciones que sufrieron en el pasado.
Imagen: picture alliance/AP Photo/A. Vaughan
Islandia 1/163
Según el informe de las Naciones Unidas, Islandia es el país que más respeta los derechos humanos en el mundo. Sin embargo, dos problemas siguen persistiendo : la desigualdad de género y el abuso sexual infantil.