La Senda Olaf no es tan célebre como el Camino de Santiago español. Pero también en la Noruega protestante el ancestral uso cristiano de peregrinar encuentra más y más seguidores. Escandinavia está recorrida por toda una red de vías de peregrinación que suman cinco mil kilómetros, de los cuales dos mil transcurren por Noruega. El objetivo es Trondheim, la Jerusalén del Norte, donde en Nidarosdom está el enterramiento del rey Olaf, que trajo el cristianismo a Noruega hace un milenio y es un santo de fervor popular. La Reforma marginó las peregrinaciones, porque Lutero las consideraba demasiado católicas. Pero hoy el dogmatismo cede: la experiencia de vivir en un camino la Naturaleza y encontrarse con uno mismo es atractiva para muchos.