Atentados en Transnistria separatista prorrusa en Moldavia
26 de abril de 2022
La presidenta de Moldavia convocó al Consejo de Seguridad Nacional tras una serie de explosiones en la región separatista prorrusa de Transnistria.
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La mandataria, Maia Sandu, "va a sostener hoy (26.04.2022) una reunión del Consejo Supremo de Seguridad Nacional" y después ofrecerá una rueda de prensa, en relación con las explosiones que sacudieron una estación de radio y una sede ministerial, informó la presidencia.
El anuncio se produce cuando Moldavia teme verse arrastrada al conflicto que afecta a la vecina Ucrania, invadida por Rusia el 24 de febrero.
"Hubo tres ataques terroristas en Pridnestrovie (Transnistria). Dispararon lanzagranadas contra el edificio del Ministerio de Seguridad del Estado, hubo dos explosiones en el centro de radiotelevisión del pueblo de Maiak y también atacaron una unidad militar en Parcani", confirmó el servicio de prensa del presidente de la región separatista, Vadim Krasnoselski, en su canal de Telegram.
Las autoridades locales han dicho que las fuerzas de mantenimiento de la paz "controlan la situación en la zona de seguridad", en referencia a las tropas rusas que llevan en la zona desde 1992 en virtud del Acuerdo para la Solución Pacífica del conflicto.
Parte del interés de Rusia
Rusia admitió el pasado viernes por primera vez que quiere crear un corredor terrestre desde el Donbás a la anexionada península de Crimea y reveló que su plan bélico no para ahí, sino que incluye tomar el sur para unirlo con la región separatista prorrusa de Transnistria, en Moldavia, según un alto mando militar.
La autoproclamada República de Transnistria o Cisdniester es un territorio de apenas medio millón de habitantes, de mayoría eslava, sobre todo rusa y ucraniana, y una superficie de 4.163 kilómetros cuadrados en la orilla izquierda del río Dniéster (Nistru). La parte rusa rechaza anexionarse a Rumanía, como quiere su sector de la población de origen rumano.
Transnistria rompió los lazos con Moldavia tras una guerra civil (1992-1993), , que causó unos 1.500 muertos y fue apoyada militarmente por Rusia, que ahora cuenta con unos 2.000 efectivos en la zona para garantizar la paz.
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12 por ciento de Moldavia
Se autoproclamó como república el 29 de octubre de 1990 y está situada en el este de la antigua república soviética de Moldavia. Su capital es Tiraspol y cuenta con un 12 % del territorio moldavo y un 23 % de la producción industrial, más el control de vías de transporte y gasoductos.
De ahí el interés mostrado por Moldavia, que se resiste a perder esta región, y también por Moscú, que apoya su independencia.
Referéndum abrumadoramente prorruso
Un referéndum del 17 de septiembre de 2006 -sobre la incorporación a Rusia o Moldavia- registró un abrumador "sí" (97 %) a la anexión a Rusia. Tras la invasión militar rusa de la vecina Ucrania, el pasado 24 de febrero, el Parlamento moldavo declaró el estado de emergencia ante el temor de que Rusia active a sus soldados en Transnistria para apoyar un asalto sobre la ciudad ucraniana de Odesa, a menos de 100 kilómetros.
El 5 de marzo, las autoridades de la autoproclmada independiente Transnistria pidieron que se reconozca su independencia, después de que Moldavia solicitara formalmente entrar en la UE. Más de 20.000 toneladas de armamento soviético están en Transnistria desde el fin de la Guerra Fría.
rml (efe, afp)
Transnistria: perdida en Moldavia
En 1991 colapsó la URSS, naciendo 15 nuevos Estados soberanos. Transnistria no se contó entre ellos. Hoy se considera un Estado, pero no es reconocido por ningún otro. El fotógrafo Anton Polyakov cuenta la historia.
Imagen: Anton Polyakov
Lucha por el reconocimiento
Lucha por el reconocimiento
En 1991, la URSS colapsó, naciendo 15 nuevos Estados soberanos. Transnistria, una región de habla rusa en Moldavia, no se contó entre ellos. La autoproclamada “república presidencial” tiene su propio Gobierno, fuerzas armadas, bandera, escudo e himno nacional, e incluso pasaportes, sólo válidos para Abjasia, Nagorno-Karabaj y Osetia del Norte.
Imagen: Anton Polyakov
La URSS sigue viva
Anton Polyakov nació en Tiraspol, hoy capital de Transnistria, en 1990, año en que la región declaró su independencia de Moldavia. Desde 2012 fotografía la vida diaria en Transnistria. “Para muchos, Transnistria es la continuación de un trozo de Unión Soviética”, dice el fotógrafo. Este es un retrato del futbolista soviético Alexander Veryovkin, famoso en sus tiempos activos.
Imagen: Anton Polyakov
La intervención rusa
La intervención rusa
Cuando Polykov tenía dos años, el país entró en guerra con Moldavia. Una guerra que pronto terminó debido a la intervención de Rusia. “La gente aquí tiene añoranzas de los tiempos soviéticos”, dice el fotógrafo. El 9 de mayo, el “Día de la Victoria” en la Gran Guerra Patria entre la URSS y la Alemania nazi, es recordado en todo el país con reconstrucciones de batallas.
Imagen: Anton Polyakov
Todo por la patria
El Gobierno de Transnistria aspira a estar preparado también para una guerra de verdad. Entrenamiento militar básico es obligatorio en las escuelas secundarias. Todos los años tienen lugar desfiles militares y los concursos de fisicoculturismo son muy populares. Según datos de la OSCE, la región posee de 20.000 a 40.000 toneladas de armas de la era soviética.
Imagen: Anton Polyakov
Amor por Rusia
El informe de la OSCE de 2015 dice que militares rusos siguen presentes en Transnistria, a pesar de que en una cumbre en Estambul en 1999 se acordó su retirada. “La gente ve en Rusia un garante de su seguridad”, dice Polyakov. En un referéndum llevado a cabo en 2006, la mayoría de los habitantes de Transnistria votó por la independencia y una futura integración en Rusia.
Imagen: Anton Polyakov
De mal en peor
Con una población de unos 475.000 habitantes y una superficie de 4.163 km2, Transnistria es uno de los más pequeños países de Europa. Su PIB per cápita es comparable al de Nigeria, pero mayor que el de Moldavia. Los pilares de su economía son la industria pesada, la generación eléctrica y la industria textil, pero restricciones debidas al conflicto en Ucrania llevan al país al colapso económico.
Imagen: Anton Polyakov
Engañoso paisaje bucólico
En las ciudades hay trabajo, si bien mal pagado (el salario mensual promedio es de unos 180 euros), pero la vida en el campo es otra historia. “Puede pensarse que es magnífico vivir en un pintoresco paisaje, pero allí no hay ni oportunidades ni infraestructura. Como no tienen trabajo, los jóvenes emigran a ciudades rusas no bien pueden”, dice Polyakov.
Imagen: Anton Polyakov
El imperio contraataca
El futuro de Transnistria depende de Rusia, para la que la región tiene una importancia estratégica. Por eso, Rusia mantiene allí “una misión de aseguramiento de la paz”, que esencialmente supone la presencia de tropas rusas. “Transnistria no es un actor político independiente, sino un rehén de la situación política actual”, dice Polyakov.