Serie de violaciones provocan protesta masiva en Bangladesh
8 de octubre de 2020
Un vídeo de una violación en grupo a una mujer en Bangladesh y la actitud "insensible" de un ministro han desatado nuevas protestas por cuarto día consecutivo. Unas 975 mujeres han sido violadas en Bangladesh este año.
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Cientos de personas salieron nuevamente a las calles de Dacca y otras partes de Bangladesh para exigir al Gobierno mano dura contra los violadores, así como el fin de la impunidad de la que supuestamente gozan los autores de este tipo de crímenes. "En los últimos quince días se han cometido unas 90 violaciones en Bangladesh", denunció Rokhsana Afroz, estudiante de la universidad para mujeres Eden College.
Afroz afirmó que, en su opinión, buena parte de los autores de estos crímenes se creen invulnerables al gozar de protección política. "Una violación no es sexo, la violación es violencia", "no más protección para los violadores" o "sin piedad para el violador" fueron algunos de los carteles que portaban las cerca de 300 personas reunidas en la zona capitalina de Shahbagh.
"Una violación no es sexo, es violencia”
Las polémicas declaraciones de que "las violaciones ocurren en todo el mundo" del ministro de Interior, Asaduzzaman Khan, vistas como un intento de quitar hierro al asunto, también han desatado la ira de los manifestantes. "No pararemos esta protesta hasta que (Khan) dimita o sea depuesto", dijo a Efe un líder estudiantil que participó en la protesta de hoy, Shovan Rahman, quien denunció las declaraciones del ministro como "irrespetuosas hacia las víctimas".
Aunque el suceso tuvo lugar a principios de septiembre, el vídeo, que se volvió rápidamente viral y que un tribunal ordenó retirar de las redes sociales, fue compartido inicialmente el domingo por uno de los acusados.
Cientos de violaciones al año y pocas condenas
El superintendente adjunto de la Policía de Noakhali, Shahjahan Sheikh, afirmó a Efe que las autoridades han arrestado a dos nuevos sospechosos, elevando el número total de detenidos a diez.
Al menos 975 mujeres fueron violadas en Bangladesh entre enero y septiembre de este año, según un recuento del grupo bangladesí de derechos humanos Ain o Salish Kendra (ASK), de los que 208 casos fueron violaciones en grupo. Citando datos gubernamentales, Amnistía Internacional (AI) afirmó el martes que entre 2001 y 2020 solo el 3,56 % de los casos presentados bajo la ley que cubre la violencia contra mujeres y niños dieron lugar a procesos judiciales. Solo el 0,37 % de los casos acabaron en condena, según AI.
Naciones Unidas expresó su preocupación ante "la violencia creciente contra las mujeres en Bangladesh". "Se trata de crímenes serios y violaciones graves contra los derechos humanos. Una violación es ya demasiado", dijo la ONU.
Naciones Unidas ofreció su ayuda al Gobierno para elaborar "una revisión exhaustiva sobre cómo se gestionan los casos de violación y violencia contra las mujeres y niños, para crear un sistema de justicia que tenga en cuenta la diferencia de sexo".
jov (efe, thefinancialexpress)
Niños rohinyá: abusados, secuestrados, huérfanos
La grave situación de los musulmanes rohinyá, obligados a escapar de las atrocidades cometidas por militantes y el Ejército en Myanmar, es difícil de digerir. Los niños son los más vulnerables, como muestran estas fotos.
Imagen: DW/J. Owens
Disparados y apuñalados
Desde agosto, más de 600.000 rohinyás han huido de Myanmar a Bangladesh. “El día que los militares vinieron, quemaron la aldea y le dispararon a mi madre cuando intentaba escapar. Mi papá no podía caminar, entonces lo apuñalaron. Lo vi con mis propios ojos”, dice Mohammed Belal, de 10 años, quien logró escapar.
Imagen: DW/J. Owens
Perseguidos por el trauma
La hermana de Mohammed, Nur, también vio la matanza. Ella y su hermano viven ahora en un refugio para niños sin compañía en Bangladesh. Ella puede jugar ahí y comer regularmente, un fuerte contraste con su viaje desde Myanmar, donde ella y su hermano casi se mueren de hambre. Pero la niña sigue siendo perseguida por el trauma de las últimas semanas. “Extraño a mis padres, mi hogar, mi país”, dice.
Imagen: DW/J. Owens
Conflicto de profundas raíces
El conflicto, el cual ha tenido lugar en los últimos 70 años y tiene sus raíces en la organización social del país después de la Segunda Guerra Mundial, ha cobrado más de 2.000 víctimas desde 2016, incluyendo la madre de Rahman, de 12 años (arriba). "Incendiaron mi casa y mi madre estaba enferma, así que no pudo irse", dice.
Imagen: DW/J. Owens
Salven a los niños
Dilu-Aara, de 5 años, llegó al refugio con su hermana después de ver a los militares asesinar a sus padres. “Estaba llorando todo el tiempo y las balas volaban sobre nuestras cabezas. De alguna forma escapé”. La agencia internacional Save the Children está ayudando a los menores que llegan a Kutupalong sin sus padres. Los niños representan hasta el 60% de los refugiados rohinyás en Bangladesh.
Imagen: DW/J. Owens
Cazados como animales
Jaded Alam está entre los cientos de niños que llegan a Kutupalong sin sus padres. Afortunadamente, su tía cuida de él, y muy bien, reconoce Jaded, quien creció en una aldea llamada Mandi Para, donde le encantaba jugar fútbol. Todo cambió cuando los militares atacaron. “Nos dijeron que nos fuéramos de nuestra casa. Cuando estaba corriendo con mis padres, les dispararon. Murieron en el acto”, dice.
Imagen: DW/J. Owens
Secuestro de niños
No todos han sido separados durante el escape. Rahman Ali ha estado registrando el refugio por semanas después de que Zifad, su hijo de 10 años, desapareciera. Los rumores sobre el secuestro de niños ha rondado el refugio por años y Rahman teme que su hijo haya caído presa de los traficantes de personas. “No puedo comer, no puedo dormir. ¡Estoy tan enojado! Es como si me hubiese vuelto loco”.
Imagen: DW/J. Owens
"Mi mente no es normal"
Cuando comenzó el tiroteo, Sokina Khatun hizo todo lo que pudo para proteger a sus hijos, pero no pudo salvar a Yasmine, de 15 años, y Jamalita, de 20, quienes estaban en una aldea vecina en el momento. “Les cortaron la garganta en frente de sus abuelos”, dice. “Estaba paralizada, no podía sentir el dolor. Ahora mismo, mi mente no es normal”, dice. Ella logró rescatar a nueve de sus niños.
Imagen: DW/J. Owens
Atacados, violados y robados
Yasmine cree que podría tener 15 años, pero luce considerablemente más joven. En su aldea, solía jugar con canicas y correr por los campos vecinos, pero recuerdos diferentes la persiguen ahora: el ataque de las fuerzas de Myanmar, la golpiza y asesinato de sus amados padre y hermanos y la violación por parte de un grupo de soldados que también la robaron: “Sentí mucho dolor en mi cuerpo”, dice.