Con un gentil "guten Abend” saludó Joan Manuel Serrat a las autoridades y el público en la ceremonia en que recibió el Premio Hermann Kesten, en la noche del miércoles (15.11.23) en la ciudad de Darmstadt.

"Agradezco al Centro PEN de Alemania este reconocimiento con el que me honran, y que lleva el nombre de un escritor que a lo largo de su vida y de su obra hizo una bandera de la tolerancia. Me complace especialmente que al hacerlo hayan valorado esta parcela de la poesía que es la canción popular, a la que represento”, dijo el cantautor catalán en el salón Karolinensaal, donde se hicieron presentes autoridades del estado federado de Hesse, el alcalde mayor de Darmstadt y representantes del mundo de la cultura y el arte.

Serrat recordó, con palabras de Manuel Azaña, presidente de la Segunda República española, que "la libertad no hace felices a los hombres, los hace sencillamente hombres”. Y, con las de Benito Juárez, que "el respeto al derecho ajeno es la paz”.

Lo tradujo fielmente el presidente del Centro PEN alemán, José F.A. Oliver, quien también pronunció un emotivo discurso laudatorio. Con la cadencia del oleaje, pasó del castellano al alemán para recordar la nutrida trayectoria del cantautor y su defensa de la libertad. Una actitud de vida, que llevó a Serrat a encarar a dictaduras como la de Francisco Franco, en España, la de Augusto Pinochet, en Chile, y la de la junta militar argentina. Igualmente envió sus congratulaciones por video el director del instituto Cervantes, Luis García Montero.

Serrat y los poetas

 "Llegó con tres heridas, la del amor, la muerte, la de la vida”: los versos de Miguel Hernández resonaron en la voz de un joven Serrat, que desde una pantalla conmovió a los asistentes con una grabación tomada de un concierto de 1975, que no llegaría a emitirse en televisión española sino hasta muchos años después. Fue la época en que Serrat tuvo que exiliarse en México, debido a que unas declaraciones suyas contra las últimas ejecuciones del franquismo le valieron una orden de captura en su país.

En el salón Karolinesaal, de Darmstadt, se escucharon también poemas de Antonio Machado y Mario Benedetti, en interpretaciones grabadas del cantautor, quien se inscribió en el libro de oro de la ciudad y participó en un panel de debate.

Pero los asistentes también pudieron disfrutar en vivo de la voz del propio Serrat, que tomó la guitarra para agradecer el galardón cantando "Aquellas pequeñas cosas”. Un broche oro emotivo para una noche de gala en la que brilló el deseo de tender puentes entre la cultura hispana y la alemana, unidas en la voluntad de defender la libertad de la palabra, cualquiera sea el idioma.

(ms)